Reef es un juego abstracto en el que la editorial Next Move Games, y Asmodee en castellano, nos propone construir nuestros propios corales con un juego vistoso.
Reef, construyendo nuestro propio mundo de corales
Ficha
Reef
- Editorial: Next Move Games, Asmodee
- Autor: Emerson Matsuuchi
- Ilustrador: Chris Quilliams
- 2-4 jugadores
- 30-45 minutos de duración
Cuestionario
¿Qué?
En Reef, los jugadores representan arrecifes de coral que deberán crecer y conseguir extenderse de una manera armoniosa. Lo que viene siendo un juego abstracto muy vistoso, pero con una temática irrelevante.
La Base fundamental de este Reef, son las cartas. Estas cartas que iremos jugando durante la partida se dividen en dos partes:
- Parte alta donde encontraremos los dos tipos de coral que deberemos de colocar.
- Parte baja donde veremos el patrón que podremos puntuar al bajar esa carta.
Reef es un juego con un planteamiento muy sencillo, al inicio de la partida cada jugador cogerá un tablero personal, una ficha de coral de cada color (4 en total) que colocará en su tablero personal, dos cartas y 3 puntos de victoria.
Con el resto de las cartas, se formará un mercado de 3 cartas y se colocará una 4ª carta boca arriba en el mazo.
En su turno el jugador puede realizar 1 de dos acciones posibles:
- Coger carta del mercado.
- Bajar carta y resolverla.
Si el jugador desea coger la carta que esta bocarriba en el mazo deberá pagar un punto de victoria que colocará en cualquiera de las cartas del mercado. Si otro jugador coge esa carta, se llevará el punto de victoria.
Cuando un jugador baja una carta, colocara en su tablero personal las fichas que le indica la carta y a continuación puntuara los puntos indicados en la carta, tantas veces como se repita el patrón que viene indicado en ella.
Así iremos jugando turnos, hasta que uno de los tipos de coral se agote, en ese momento se acaba automáticamente la partida.
Los jugadores que todavía conserven cartas en su mano, podrán bajarlas y puntuarlas si cumplen el patrón, pero solo puntuaran una vez la carta, independientemente de cantidad de veces que cumpla el patrón.
El jugado con más puntos, ganara la partida.
Escalabilidad
Reef no tiene mucha interacción o prácticamente ninguna, salvo que te puedan pisar las cartas que te interesen o cuando provocar el final de partida.
Salvo estos dos detalles, el juego se desarrolla con cada jugador enfrascado en su coral.
Teniendo en cuenta esto, Reef escala bien a cualquier número de jugadores, porque tampoco es que haya un entreturno muy grande. Si es posible que en algún turno te quedes un poco más enfrascado en como planificar tus próximos movimientos, pero nada que afecte mucho a la duración de la partida y por tanto tampoco a la escalabilidad.
Estética y componentes
Next Move Games tiene claro que sus juegos deben seguir una estética muy llamativa y vistosa. Hasta ahora les ha funcionado a las mil maravillas con juegos como Azul, este Reef y el posterior Azul: Vitrales de Sintra.
Reef sigue esa misma línea con una serie de piezas (que bien nos recuerdan a unos “legos”) enormes para un juego de mesa que presentan un juego realmente vistoso, sobre todo para el público más familiar e incluso infantil.
Un juego muy colorido que dispuesto en mesa, cuanto menos hace que te pares para agasajar en tus manos los corales “legos”.
Lo mejor y lo peor
Pros
- Vistoso, como todos los juegos que siguen esta línea de la editorial, entra por los ojos.
- Sin ser un juego demasiado complejo, Reef si esconde un título que nos va a exigir algo más, sobre todo en la planificación de nuestros turnos.
Contras
- Sin ser un juego demasiado complejo. Reef si puede frustrar a los jugadores por una mala planificación, y en esto su estética hace pensar en un juego bastante infantil.
- La interacción entre jugadores es bastante reducida, haciendo de Reef un juego de resuelve tu puzle con muy pocos contratiempos.
Conclusión
Reef es una propuesta de Next Move Games, que como ya nos tiene acostumbrados llama la atención por ser muy vistosa y sobre todo por unas piezas que parecen “legos” tremendamente grandes.
Cuando nos hemos sentado delante de Reef, las comparaciones con Azul son inevitables, aunque una vez que pruebas el juego, ves que no hay ningún parecido entre ellos, salvo que los dos juegos son abstractos.
Mas allá de esto, Reef nos presenta un juego un poco más profundo, en lo que viene a ser una programación de acciones en cubierta.
El juego nos propone cumplir una serie de patrones que vienen representados en las cartas que podemos ir consiguiendo, esto sería fácil y sin demasiado aliciente, si no fuera porque los “legos” que nos indica la carta que debemos colocar, no tienen nada que ver con los colores de los patrones que deberemos cumplir.
Que nos dice esto, pues que Reef es un juego en el que deberemos trabajar a turnos vista, intentando sacar algún provecho a nuestras primeras cartas, pero en el que sobretodo deberemos preparar el terreno para puntuar las cartas que bajemos en los siguientes turnos.
Esta “programación”, unida a la tensión de intentar maximizar el beneficio de las cartas antes que se produzca el final de partida, le dan al juego una profundidad mayor que otro tipo de abstractos.
En contra, en la comparación con juegos como Azul, Azul es un juego que, por su propio sistema, permitía que el público familiar lo disfrutara igual de bien que el público más jugon. Mientras que este Reef, puede llegar a ser algo más frustrante, por esa sensación de no conseguir sacarle beneficios a las cartas.
En definitiva, siendo juegos totalmente diferentes, este Reef navega un punto por debajo de juegos como Azul y otros abstractos de gran calado.
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