La Estantería del Polvo… Ese lugar, ese amado y odiado lugar.
Desde bien joven, he hecho (o intentado hacer) muchas cosas. Soy una persona inquieta por saber, conocer, practicar… lo que viene siendo un culo de mal asiento…
Esta inquietud generalizada me ha llevado a tener muchos hobbies o actividades a que dedicarle tiempo y, en muchos casos, con un gasto económico y ocupación de espacio importante.
En varias ocasiones, cuando esa afición ya no me ha llenado, ya no he podido practicar ese deporte o, sencillamente, me metía en otro jaleo, he solido aplicar el pragmatismo y decir:” que alguien le dé el uso que tú ya no le vas a dar. Véndelo o regálalo”.
Pues bien, eso no me había pasado aun con los juegos de mesa hasta hace unos días, momento en el que decidí vender algunos juegos de mi pequeña ludoteca.
Y la pregunta es: ¿Qué es lo que hace aferrarnos a comprar y almacenar juegos de mesa? ¿Qué es lo que nos impulsa a llenar la estantería de libros de rol? ¿Y la biblioteca de Steam o Epic?
Ojalá hubiera una única y sencilla respuesta, pero, a mi entender, no existe y son varias las razones por las que nos lleva a tener nuestras estanterías llenas de cajas y libros. Voy a contaros las que, para mí, son las que pesan para tener llena (o llenas) esa “Estantería del polvo”.
Coleccionismo
¿Y lo bien que queda la estantería con todas las cajas del Imperial Assault bien ordenaditas? O ¿con toda la colección de los libros de al Filo del Imperio?
Para mí, el coleccionismo va muy unido a la afición en cuestión, sea la que sea. Poder disponer de todo el material de una línea de un juego de rol, por ejemplo, supone una satisfacción personal que, creo, a mucha gente la lleva a comprar todo lo que salga de esa línea, al margen de que haya productos más o menos relevantes o, incluso, productos de baja calidad.
Pero tenerlos todos es taaaan bonito… Como decía Gollum: “Mi tessssoroooo!!!”
Estar a la última
En un mundo como en el que vivimos, la rapidez de cambio e inmediatez de la obsolescencia de las cosas es algo de lo que nada se salva.
Eso, sumado a la cantidad de material que actualmente están sacando las editoriales de juegos de mesa y rol, hace que se disponga de un catálogo de novedades inabarcable para la mayoría de las personas y, ya no os digo, para la disposición de tiempo para jugar a todo.
¿Y si…?
¿Y si se acaba el papel? ¿Y si no lo sacan en versión retail? ¿Y si no lo vuelven a editar? ¿Y si…?
Dejaros de autoengañaros…
Todas estas cosas pueden pasar, claro que sí, pero demostrado queda que los buenos juegos suelen tener unas tiradas suficientemente largas para llegar a mucha gente. Las editoriales suelen tener en su previsión una segunda (o las que sean) tirada ya que tienen claro que el producto tendrá salida, cuando sale un KS ya suele haber editoriales detrás que quieren traducirlo a unos idiomas concretos, escudarnos en querer jugar con nuestros hijos cuando crezcan, etc…
En definitiva, que son cosas poco probables…
A partir de aquí, cada uno tiene que disfrutar de la afición como le plazca y alimentar la estantería del polvo es una de ellas. Yo, al menos, seguiré calmando su sed.
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