Heroes of Stalingrad se nos presenta como la particular visión de Devil Pig Games, un juego de confrontación que puede ser catalogado como wargame pero con un diseño singular.
Heroes of Stalingrad, la batalla en las calles
Ficha
Heroes of Stalingrad
- Editorial: Devil Pig Games
- Diseño: Yan and Clem
- Ilustració: Alexandre Bonvalot, Olivier Derouetteau
- 2 jugadores
- 30-120 minutos
¿De qué va?
Estamos en plena Segunda Guerra Mundial, a finales del verano de 1942 el ejército alemán lanza una ofensiva para capturar Stalingrado. Tras un masivo bombardeo con artillería las tropas terrestres del 6º Ejército se lanzan a tomar la ciudad casa por casa, fuertemente defendida por el 62º Ejército soviético.
Este juego nos lleva a esas calles de Stalingrado y nos pone en la piel de los soldados que entre los escombros de los edificios y los cráteres dejados por las bombas deben controlar los objetivos que nos marcan los diferentes escenarios.
¿Cómo se juega?
Héroes of Stalingrad es un juego táctico, las fichas representan pelotones, armas con su dotación o líderes y héroes de forma individual, las fichas de vehículos también son individuales. Disponemos de un tablero modular formado por 6 piezas grandes impresas por las dos caras y varias más pequeñas para superponerlas sobre las grandes representando edificios y objetivos más pequeños. Lo primero que sorprende, al menos a mi, es que las casillas son cuadradas en vez de hexagonales y que algunos elementos del terreno no siguen la rejilla general, están puestos entre líneas.
La mecánica principal son las activaciones ocultas, según los oficiales y algunas tropas especiales se asigna una cantidad de órdenes numeradas a cada jugador que elige de forma oculta qué unidades quiere activar ese turno y en qué orden.
También disponemos de uno o dos señuelos para farolear un poco. Al comienzo de la partida determinaremos qué jugador tiene la alternativa que luego irá cambiando todos los turnos. La secuencia de juego empieza con la fase de órdenes donde las asignaremos como ya hemos comentado, luego la fase de activaciones en la que activaremos todas las unidades a las que hemos dado órdenes, primero la 1 del jugador con la iniciativa, luego la 1 del otro jugador y así sucesivamente hasta que se terminen las órdenes.
Al activar una unidad le daremos una orden de movimiento o una orden de fuego aunque también hay algunas acciones especiales. Los factores de movimiento y de combate están impresos en las fichas así como los símbolos de sus características especiales, como son grandes se ven muy bien, los efectos del terreno en el movimiento línea de visión y combate están impresos en el tablero, esto es un acierto que lo hace todo más sencillo y ayuda a la jugabilidad.
Por último jugamos la fase de suministro en la que todas las unidades que no han sido activadas pueden mover pero no combatir ni disparar. Al final de esta fase miraremos si algún jugador ha conseguido las condiciones de victoria o se contarán puntos si es el último turno.
No he mencionado las cartas, cada jugador dispone de un mazo de cartas de las que robará al principio de la partida un número determinado por el escenario y repondrá todos los turnos. Son cartas de acción que no dirigen el juego pero le dan parte de su chispa, Las cartas dan modificadores y características especiales que se saltan a veces las reglas generales y que casi siempre suponen momentos divertidos y hasta algunas actuaciones épicas.
Lo que me ha parecido más lioso del juego son las losetas de Reclutamiento. Estas losetas organizan los grupos de combate, líderes y personajes que participan en la partida, sobre todo cuando se juega a puntos en vez de seguir un escenario ya programado. Los jugadores tienen la opción de configurar sus bandos, se pueden elegir diversos equipos, armas y vehículos siguiendo un código de colores que tiene que casar con las losetas.
Componentes y diseño
El estilo de la ilustración es de un cómic humorístico y es lo primero que llama la atención, los dibujos elegidos y la caracterización de los personajes está dirigido a un público joven y esconde un juego que sin ser demasiado complicado es más serio de lo que parece a simple vista. Las fichas son grandes y vistosas, la información basada más en símbolos que en números y está bien organizada y se lee muy bien. Los tableros también son de muy buena calidad aunque tal vez con una gama de colores un poco oscura.
No hay confusión con los tipos de terreno pues son los símbolos del tablero los que nos dan la información, y está bien visible. El libro de reglas podría estar mejor redactado, pero tiene muchos ejemplos e ilustraciones que facilitan la comprensión del juego.
Todo el resto, bloques de madera, fichas, cartas, es de gran calidad si comparamos con el estándar de los wargames actuales. Sólo echo de menos algunas hojas de ayuda para que no haya que consultarlo todo en las reglas.
Opinión
Me ha sorprendido favorablemente, bajo ese aspecto de juego informal aparece un wargame táctico con algunas buenas ideas y muy divertido y disputado. El sistema de acciones ocultas siempre da mucho juego y en este caso creo que está muy bien implementado dando al jugador opciones aunque ya haya programado su acción, además de poder ejecutar un movimiento con las unidades que no hayan sido activadas. Todos los elementos de un juego “serio” están presentes, línea de visión, estorbos, combate a distancia, asalto cuerpo a cuerpo, diferentes tipos de armas y unidades, etc. Un jugador experto no va a echar nada de menos. Tal vez sea demasiado fácil dañar una unidad enemiga, pero hace las partidas rápidas y te impone un poco de prudencia.
La parte negativa que he encontrado en Heroes of Stalingrad son los escenarios, creo que están mal testeados y mal hechos en general. Nos hemos encontrado escenarios en que un bando puede ganar en el turno 1 sin que el otro pueda hacer nada si le sale una de las cartas correctas, y en algún caso hasta sin que le salga, y la pena es que eso te deja mal sabor de boca. No parece una pega importante pero sí lo es, si quieres una partida rápida no vas a ponerte a seleccionar un ejército de 400 puntos y a decidir un campo de batalla consensuado con tu adversario, es una posibilidad muy interesante que te da el juego, pero sin escenarios válidos prediseñados pierde mucho, y tampoco hay muchos en la red “fan made”. Unas pocas reglas caseras pueden solucionar el problema, pero no me gusta tener que hacer yo el trabajo del diseñador.
Conclusiones
Creo que es un juego muy divertido y muy bien producido, puede atraer al mundo de los wargames a jugadores que rechazan el aspecto austero y antiguo de los “Hex & Counters” y recomiendo a los aficionados que lo prueben.
También digo a los wargamers tradicionales que no se dejen influenciar por su aspecto, se pueden llevar una sorpresa como yo me la he llevado.
Todavía tengo dentro la mala sensación que me dejó lo poco trabajados que están los escenarios y como me parece un aspecto fundamental eso se va a ver reflejado en mi nota puesto que lo que puntuo es lo que hay dentro de la caja y lo bien o mal que me permite jugar, pero si lo obviamos y nos dedicamos a crear nuestras propias batallas puede darnos muchos buenos momentos.
Valoración Subjetiva
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