La lucha de clases ha marcado mucho de los momentos de nuestra historia, ahora podremos ponernos en la piel de cualquiera de estas clases gracias a este Hegemony, un título que veremos en castellano por Bumble3ee Interactive.
Hegemony, una lucha de clases
Ficha
Hegemony
- Diseño Vangelis Bagiartakis y Varnavas Timotheou
- Ilustración Jakub Skop
- Hegemonic Project Games, Bumblee3e Interactive
- 2-4 Jugadores
- 90-180 minutos
Introducción
Vamos a meternos hoy con un juego un tanto especial, un juego que nos va a poner en el papel de una de las clases, en un amplio sentido de la palabra, ya que, en realidad, no todas son clases, pero sí que nos va a meter en el papel de una pelea entre cuatro diferentes tipos de personas.
Y es que estamos hablando de Hegemony, un juego en el que vamos a tener cuatros tipos de roles diferentes, y cada uno de ellos va a buscar un fin muy diferente, es decir, un juego totalmente asimétrico, pero que se entrelaza de una manera muy divertida para que todo funcione como Dios manda.
Estética y componentes
Antes que nada, como es costumbre, tenemos que hablar de los componentes. Hegemony viene en una caja de tamaño grande, pero trae componentes para aburrir, la caja se queda a tope de componentes, eso sí, las cartas cogen enfundadas.
¿Qué nos encontramos en la caja? Pues, como decíamos, material para aburrir:
- Tokens de los diferentes recursos, cubos de madera para representar la influencia política, así como la influencia personal de cada jugador.
- Tokens específicos para las habilidades de cada clase.
- Un tablero grande con espacio para todo.
- Cuatro tableros, uno para cada jugador, a doble troquel (o como se llame) para que las piezas encajen bien y no se muevan.
- Hojas de ayuda, tanto extendidas como resumidas para ayudar a los jugadores.
- Un montón de cartas, con textos muy divertidos y acorde a lo que vamos a jugar, aunque aquí es donde achaco un poco de falta de calidad, de hecho, se que cogen las cartas enfundadas porque he decidido enfundarlas para que se puedan manejar mejor las cartas.
- Dos libretos en plan reglamento, uno de ellos es el reglamento, propiamente dicho, muy bien explicado, y otro con conceptos políticos, para aquellos que quieran aprender un poco.
- Un montón de meeples de colores en dos formas diferentes, unos para la clase trabajadora y otros para la clase media.
¿De qué va?
Vistos los componentes vamos a explicar un poco de qué va la cosa. No vamos a entrar mucho a explicar la mecánica del juego, puesto que esto es una reseña y no una explicación.
En Hegemony nos vamos a poner en el papel de una de las clases que representa el juego, a saber, la clase trabajadora, la clase media, los capitalistas y el Estado. Cada uno de ellos va a buscar sus fines y objetivos para ser el que más puntos de victoria tenga al final de la partida.
Una partida va a durar 5 rondas, y en cada una de las rondas tendremos una fase de preparación, una fase de acciones, la de producción y pago, la de votaciones y la de puntuación.
La fase de preparación es una standard donde nos preparamos para la nueva ronda, trayendo nuevos trabajadores. En la fase de acciones es donde se va a desarrollar toda la chica del juego, ya que, a través de un motor de cartas, cada jugador va a hacer 5 acciones, repartidas entre acciones básicas y lo que nos digan las cartas.
En la fase de producción se van a pagar salarios, se va a producir, se van a pagar impuestos y comprobaremos si el Fondo Monetario Internacional interviene. Una fase de elecciones donde veremos si hay algún cambio de legislación, en caso de que alguien haya propuesto algo. Y una fase final donde se van a mirar algunas puntuaciones, dentro de la asimetría del juego, no van a ser su fuerte de puntuación esta fase para cada clase, ya que unos van a puntuar más durante las acciones y otros en esta fase.
Empecemos a hablar de las clases
La clase trabajadora busca tener a su gente contenta, darles de comer, darles sanidad y educación y, si procede, algún que otro lujo, puesto que su fin último es la prosperidad de su gente. Que estén contentos y que cubran todas sus necesidades. Para esto va a tener a sus trabajadores que tendrán que ir a trabajar para cobrar salarios, si éstos son bajos podrán hacer alguna que otra huelga, y si hay pocos puestos de trabajo podrán hacer manifestaciones, siempre apoyados por los sindicatos que hayan podido formar durante la partida.
La clase capitalista es la que busca conseguir el mayor beneficio posible, es la que va a crear la mayor cantidad de puestos de trabajo con sus empresas y la que va a poner los salarios. También es la que va a proveer a los demás de bienes y servicios, siempre y cuando no los exporte al extranjero, claro está, dependiendo de quién dé más dinero.
La clase media se encuentra a caballo entre estas dos, tiene que satisfacer las necesidades de su gente y aumentar su prosperidad, pero también va a tener sus empresas para producir bienes y dar trabajo, eso sí, a diferencia de las empresas capitalistas, todas estas tendrán a un autónomo al cargo, que no cobrará salario, porque la empresa es suya y ya sabemos cómo funciona esto.
Por último, tenemos al Estado, este busca que el resto de clases lo legitimen, y ahí es donde va a tener su principal fuente de puntos. Necesita que las clases lo legitimen casi por igual. También tendrá empresas públicas, que funcionan como las capitalistas, con la diferencia de que habrá tantas abiertas según las leyes en vigor. Su dinero es el dinero estatal, donde irán a parar los impuestos y de donde saldrán muchas cosas. Así mismo también proveerá de bienes y servicios a los jugadores.
Estas son las cuatro clases que hay en juego, todas buscando su propio beneficio de manera diferente, pero que fluye y se entrelazan de forma genial. Así tendremos muchas peleas en el tablero, por un lado, vamos a tener peleas en los puestos de trabajo y en los salarios, porque si son bajos puede haber huelga, pero si son altos hay que pagar mucho, por ejemplo. Pero si hay muchos trabajadores de un tipo de empresa pueden formar un sindicato, y eso le da puntos a la clase trabajadora, pero si cerramos esa empresa le quitamos los sindicatos, pero vamos a dejar de producir.
La principal pelea entre las clases va muy relacionada con las leyes, en el juego nos encontramos con una sección donde hay 7 leyes diferentes, 5 de ellas tienen un espacio más grande porque afectan a la puntuación. Antes de entrar en ellas, decir que conseguir proponer una ley, y que esta salga adelante, es una pequeña fuente de ingresos muy importante.
Las leyes tienen un papel muy importante, tenemos una ley para ver cuántas empresas públicas hay abiertas, y cuánto se puede endeudar el Estado para que no intervenga el FMI. Tenemos la ley de salarios mínimos, que, como es obvio, va a marcar el salario mínimo que pueden poner las empresas.
Tenemos la ley que marca cuántos impuestos se van a pagar, tanto por la población que tengamos, como por las empresas que estén operando, como por el dinero que hayamos ganado, dependiendo de quiénes seamos. Aquí unos los querrán más bajos y otros más altos.
La ley de la sanidad y la educación, que marcará el precio al que el Estado provee de estos recursos, con los típicos chistes y comentarios de sanidad pública y educación privada.
Y luego tenemos las dos leyes más residuales, pero que también son importantes, como son el cerrar fronteras, ya sea al comercio o a la inmigración, lo que traerá más gente a juego o impondrá aranceles a los bienes que se traigan de fuera.
Conclusiones
Hegemony tiene cosas que son muy reales, pero sin llegar a meterse en un jardín, ya sabemos como funciona esto, si se tira hacia un lado le critican los del otro, pero si se tira a los del otro le critican los del uno. Al final, le criticaran los que querían que fuese hacia su lado y que no se moja, pero también queremos un juego que sea jugable y que no se meta en mil excepciones y cosas raras.
Porque el juego, no solo fluye muy bien, sino que es realmente sencillo de reglas, si, tenemos cuatro clases diferenciadas, pero se explica muy rápido y las hojas de ayuda te hacen que puedas hacer un seguimiento rápido de la partida desde la ronda 1.
Para reforzar todo esto, hay cosas como el compromiso de los trabajadores y las empresas, cuando un trabajador va por primera vez a una empresa se compromete a quedarse toda una ronda, o si el salario sube, al igual que el empresario no va a poder deshacerse de la empresa mientras tenga gente comprometida.
Las cartas tienen temas que pueden ser muy reales y que, sin entrar en temas concretos, nos recordarán a cosas que han pasado no hace mucho a nuestro alrededor, por ejemplo, en las cartas extra que nos trae el juego aparecen cosas relacionadas con el COVID.
He oído en alguna ocasión que el juego está dirigido. Pues sí, el juego está dirigido a pasártelo bien y conseguir lo máximo de la clase en la que estás trabajando. Me atrevo a decir que está tan dirigido como el Alta Tensión, por poner un ejemplo, en Alta Tensión todos los jugadores van con el objetivo de hacer centrales eléctricas y abastecer a muchas ciudades, ¿no? Pues aquí es lo mismo, la clase trabajadora busca prosperidad, el Estado legitimidad… el cómo lo consiga es una cosa totalmente diferente en cada partida.
Si me atreviera a decir que hay algo dirigido, esto podría ser por parte del Estado, ya que este tiene 2 eventos en cada ronda que está casi obligado a ejecutar, pero he visto ganar al Estado ignorando varios eventos, incluso a la hora de resolverlos tiene decisiones que tomar, pues todos ellos afectan a alguna clase.
Escalabilidad
Lo que si me queda claro del Hegemony es el tema de la escalabilidad, el juego nos viene con un montón de cartas para usar los automas en el caso de que no seamos 4 jugadores, pero no, el juego es para 4 jugadores. No creo que me vea nadie sentado a jugar al Hegemony con menos de 4 jugadores.
Tengo que decir que llevo ya unas cuantas partidas y estoy deseando jugar la siguiente.
Que no se me olvide hablar, ya que comentaba de la sencillez de reglas, que una partida puede durar unas 3 horas. Puede que la primera se te vaya algo más, sobre todo con explicación, pero, jugando lento y con mucha charla en la partida, no debería de pasarte de las 4 horas, que, por otro lado, se te van a pasar volando.
Rejugabilidad
Y si todo esto te parece poco, Hegemony nos trae varias opciones para poder cambiar las cosas, vas a tener rejugabilidad toda la que quieras, pero le mete mas salsa sin modificar las reglas ni cambiarlas. Así tenemos unas cartas de objetivos que se pueden cumplir al final o durante la partida. Tenemos unas cartas extra para cada clase con temas más actuales.
Nos encontramos también con cartas que nos van a modificar la intervención del FMI, ignorando las reglas estándar que nos pone el reglamento y haciendo que el resultado de la intervención sea muy diferente. Y tenemos también un set extra de eventos para el Estado, donde no solo tendrá que decidir si resolverlos y cómo hacerlo, sino que encima le va a dar un bono a alguna de las clases.
Y, añadido a todo esto, tenemos un set de cartas de eventos históricos, que son cartas que se van a ver al principio de cada ronda y nos van a modificar cosas, desde cosas que pasan si o si, a cosas que se desencadenan si se da una situación en la partida (quien no ha querido contratar niños en el periodo de la Revolución Industrial).
Y todo esto es Hegemony, un juego demasiado real y que propicia un montón de comentarios políticamente incorrectos. Un juego donde nos vamos a meter en el papel de una de las clases, ya comulguemos con lo que es esa clase o no, y darlo todo para conseguir que sea la mejor. Un juego que fluye de manera brillante a pesar de tener esa asimetría. Un juego que me tiene enamorado.