El abuelo cebolleta comienza a hacer su aparición con fuerza en el hobby de los juegos de mesa modernos.
¡Eso no es música! Música lo que oíamos antes, ya no hay buenos cantantes como Frank Sinatra, Los Beatles, Elvis…
¡Pero qué película es esta! Esto no tiene ningún sentido, ya no se hacen películas como las de antes, donde están las grandes películas como El Padrino, Ciudadano Kane, Casablanca…
En mis tiempos si que se oía música de verdad…
En mis tiempos sí que se veía cine de verdad…
Estoy seguro que muchos de nosotros, hemos oído frases de estas llegadas de una persona mayor que nosotros, esto puede haber sucedido hace muchos años o pocos dependiendo de nuestra edad actual.
Hagamos un ejercicio, vamos a sustituir algunas palabras, por aquellas que tengan relación con nuestro hobby de los juegos de mesa.
¡Eso no es un juego! Juegos los de antes, ya no hay buenos juegos como Caylus, Agricola, Twilight Strugle, Dune…
¿Te suena? ¿Has oído esta frase o similar? ¿O recuerdas haber dicho tu mismo esta frase o similar?
Si estas en el caso de los que han oído esta frase, tranquilo no es preocupante. Si, por el contrario, eres de los que has dicho algo como esto… Amigo mío, tenemos crisis de abuelo cebolleta.
La vida es un tránsito en el que, en nuestra época de vida más temprana y juvenil, somos capaces de absorber gran cantidad de información a la par que por nuestro entorno social estamos muy al día de todo lo que sucede en lo que llamamos nuestra actualidad.
Como en todo, hay excepciones, pero la tónica habitual, es que, estemos al día de todo lo que sucede en torno a nuestros hobbys, esto se ha acrecentado a día de hoy con la gran cantidad de información que se puede manejar, gracias a la tecnología actual.
A esto debemos sumar el efecto “juventud en el hobby” cuando todo nos sorprende, porque representan cosas nuevas y experiencias deslumbrantes.
Todo esto que os estoy contando ha sucedido siempre, y en hobbys como el cine o la música que existen hace siglos, los cambios generacionales ya han venido sucediéndose desde hace siglos.
Ahora, con la explosión del hobby de los juegos de mesa modernos, un hobby con una vida bastante mas corta que los mencionados anteriormente, comienzan a surgir estos cambios generacionales.
Podemos decir que el hobby de los juegos de mesa modernos (no metemos aquí el ajedrez, domino, juegos de cartas, etc) comienza a establecerse en los años 70, existen juegos mucho más antiguos que datan de hace miles de años, pero vamos a tomar como referencia estos años 70 como el punto en el que comienza a ser un núcleo con cierta consideración.
Es a partir de estos años, cuando empieza a crecer esta afición de manera lineal, con un parón importante, en gran medida por la aparición de los videojuegos, para luego llegar a un punto de eclosión a principios del siglo XXI y a su estallido en los últimos 10 años.
Ya tenemos el contexto, la situación y el tempo del hobby que nos lleva al momento actual, donde se juntan aficionados con décadas en el hobby, otros aficionados con su primer cambio generacional y nuevos aficionados llegados en el momento de la explosión.
Y que pasa… Que llega la crisis de identidad de nuestro abuelo cebolleta
Si amigos, hemos llegado al momento actual donde la crisis del abuelo cebolleta, hace su aparición, recordando tiempos para el mejores.
Esto se acentúa cuando nuestro querido abuelo cebolleta, ve que ya no es capaz de controlar la cantidad ingente de juegos de mesa que se lanzan al mercado cada año. Para el, esto es un hecho negativo “siempre será mejor que salgan pocos y yo los pueda tener controlados, a que salgan muchos y haya nuevos jugadores que los conozcan y yo no” semejante afrenta, solo puede suponer algo infame y odioso para el hobby.
La pregunta es la misma de siempre ¿Realmente son mejores los juegos que se hacían antes que los que se hacen ahora? Esta misma pregunta lleva a las mismas batallas generacionales en cualquier otro hobby.
Como dice la canción “según como se mire, todo depende”
Cada jugador, cada aficionado vive sus experiencias desde un prisma subjetivo, todo fluye en función de nuestras experiencias y de nuestros gustos, que no son mas que una evolución natural de lo vivido.
A los amantes de la música clásica, la moderna le parece un estruendo, mientras que a los amantes de la música moderna puede parecerles la música clásica un aburrimiento insostenible.
Pero en el mejor de los casos, ambos deberían saber valorar las virtudes de sus antagónicos.
En esta afición nuestra de los juegos de mesa, sucede algo muy similar, son mejores o peores los juegos de mesa de hace 10, 20 o 30 años, ¡Rotundamente no! Son diferentes y tienen su contexto, pero tanto los antiguos como los nuevos tienen virtudes que todos deberíamos valorar.
Amigos de la crisis del abuelo cebolleta, recordemos cuando nuestros mayores nos decían que nuestra música no servía para nada y nosotros ignorábamos sus palabras pensando que nuestros mayores estaban anclados en el pasado.
No dejéis que vuestras experiencias pasadas tapen la diversión que puede resultar de los juegos que salen actualmente al mercado e intentar disfrutar de lo que os guste, valorando que habrá cosas que os gusten mas y cosas que os gusten menos, pero ni lo clásico es insuperable, ni lo nuevo ha superado a lo clásico.
Si seguimos con nuestras pataletas de abuelo cebolleta, solo van a pasar 2 cosas, dejaremos de disfrutar de grandes títulos que salen cada año y nos iremos encerrando cada vez más en nuestra burbuja de señor rancio.
No seamos abuelo cebolleta, es mejor despertarse cada día como el joven que disfruta y se deja llevar, es mas sano y se sonríe mas.
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