Radlands es un juego de cartas de enfrentamiento que nos sitúa en un mundo al más estilo Mad Max, un juego que se lanzó por Kickstarter y que edita Roxley Games.
Radlands, guerra por los recursos
Antes de comenzar con la reseña, queremos agradecer enormemente a Koldo su colaboración. Sin su ayuda esta reseña no sería posible.
Ficha
Radlands
- Diseño Daniel Piechnick
- Ilustración Lina Cossette, Damien Mammoliti, Manny Trembley
- 2 jugadores
- 20-40 minutos
- Roxley Games
¿De qué va?
Radlands nos sitúa en un escenario postapocalíptico al más puro estilo Mad Max, donde dos jugadores lucharán por los escasos recursos, en particular el agua.
Estamos ante un juego de enfrentamiento en el que lucharemos por la supervivencia, solo un objetivo, el primer jugador que acabe con los 3 campamentos del jugador rival gana.
En Radlands jugamos con un recurso primordial que es el agua, la utilizaremos para jugar cartas de personaje, eventos y también para activar las diferentes habilidades.
Otro de los datos a tener en cuenta es que al principio de la partida situaremos 3 cartas de campamento delante de nosotros formando una fila, cada una de estos campamentos ha sido elegida previamente. A partir de aquí jugaremos cartas en columnas delante de cada uno de los campamentos sirviendo como defensa de estos.
En su turno el jugador activo sigue la siguiente secuencia de turno:
- Eventos, tenemos una columna de eventos que avanza al principio de cada turno, si uno de estos eventos llega a la posición 0 se resuelve.
- Reponer, recogemos 3 discos de agua (el recurso del juego) y robamos una carta del mazo central.
- Acciones, utilizaremos los discos de agua para jugar cartas de nuestra mano, activar habilidades o descartar cartas de nuestra mano para obtener unas habilidades residuales de las cartas llamadas “habilidades basura”.
El objetivo con nuestras acciones es ir atacando a los personajes de los rivales con el fin de dejar visibles los campamentos, momento en que podremos atacarlos para destruirlos y con ello conseguir la victoria.
Estética y componentes
Radlands es un juego ambientado en un mundo postapocalíptico al más puro estilo Mad Max, una ambientación que a nosotros nos parece realmente atractiva y que encaja muy bien con la manera que tiene de funcionar el juego.
Más allá de esto, es un juego que solo tiene cartas y marcadores de agua, elementos más que suficientes para el desarrollo de una partida y que se trabajan en una calidad muy aceptable.
Por supuesto, si este rollete Mad Max no te mola, el juego te dejará muy fuera visualmente.
Contexto
Configurado como un juego de enfrentamiento que bebe mucho de ciertos TCG´s, Radlands no puede ser nunca considerado un juego de entrada amable.
El juego ya marca territorio desde el inicio con la configuración de los campamentos que marcan en gran medida el desarrollo de la partida.
Además, aunque su gestión no es complicada si hay muchas posibilidades tanto estratégicas como tácticas durante la partida.
Juego para usuarios con experiencia e incluso ya conocedores de este tipo de títulos.
Conclusiones
Radlands es un juego de cartas de enfrentamiento que Roxley sacó a campaña de Kickstarter logrando financiarse con éxito.
La propuesta nos presenta una lucha postapocalíptica en la que tendremos que eliminar los 3 campamentos rivales, el primer jugador que lo consiga se alzara con la victoria.
Como juego de enfrentamiento no podemos dejar de ver ciertas similitudes con los juegos de este estilo y con algunos TCG´s, aun con estas, el esfuerzo del autor por ser lo suficientemente diferente original y diferente ha funcionado, aunque con algunas reticencias.
De entrada los campamentos que cada jugador dispone en su zona de juego son una de las partes que en primeras partidas parecen no ser muy importantes, pero que realmente forman parte del eje fundamental del juego, una buena sinergia entre ellos nos proporcionará una gran parte de la posible victoria y de hecho es el arma que usa el juego para paliar el déficit que supone un mazo de robo común.
Lo he dicho cientos de veces, pero sigo sin entender como un juego que no dispone de mercado de cartas utiliza un mazo común para el robo de cartas. En Radlands esto es determinante, no, pero es molesto y puede destrozar una partida sobre todo cuando nos estamos enfrentando las primeras veces a el.
Radlands tiene una mezcla entre su parte estratégica y su parte más táctica muy atractiva. La conformación de nuestros campamentos marca nuestra estrategia y que debemos hacer durante la partida, este hecho será cada vez más creciente conforme vayamos conociendo qué cosas nos pueden aparecer en el mazo común. A partir de aquí, comienza un juego eminentemente táctico en el que tendremos que ir adaptándonos a las circunstancias.
Cierto es, que el uso de las cartas como defensa para los campamentos hace que ciertas cartas que pueden parecer débiles cobren un especial valor haciendo que el efecto azar que comentamos del mazo común sea más controlable. Aun así, sigue habiendo cartas mejores y cartas peores, pero sobre todo cartas que se adaptan mejor o peor a lo que buscamos.
Otro de los elementos más llamativos es el uso de los eventos como algo controlable y que podemos mover para conseguir resultados determinantes en momentos importantes de la partida.
Radlands es un juego rápido, con una composición inicial determinante para nuestra estrategia y en el que a partir de ese momento inicial deberemos adaptarnos a lo que nos viene. Es cómodo a la hora de funcionar y no se pierde en mil términos y posibles usos, va al grano y tiene elementos que no vemos en juegos de este tipo.
Valoración Subjetiva
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