De un tiempo a esta parte en El Club Dante tenemos una nueva sección llamada “Turno de Juego”. En dicha sección entrevistamos a protagonistas del panorama lúdico. Uno de nuestros últimos invitados nos dejo una interesante reflexión.
Pongámonos en situación, durante la entrevista con Carte nos dejo esta respuesta a una de las preguntas que le dejó Paco Yánez:
@Pacornic: ¿Crees que en España se juzga y se crítica más duramente a los diseñadores y editoriales españolas que a las extranjeras y por qué?
@Cartesius78: En España, como buen país mediterráneo, somos muy temperamentales y por ende practicamos poco el in medio virtus. A veces somos muy cainitas con el producto patrio y lo despellejamos a la primera de cambio, y otras veces lo alzamos a los altares por el mero hecho de ser español. Hace falta más espíritu crítico en los reseñadores y que la industria encaje mejor las críticas. No conozco el clima en otros países para poder comparar y responder a la pregunta pero mi sensación es que aquí en España se combinan ambos ingredientes: crítica polarizada y profesionales hipocondríacos.
Esta interesante reflexión nos hizo recordar otra no menos interesante, que nació en LABSK de un compañero muy prodigo (hablamos de Calvo). Dicho compañero abrió un hilo con el siguiente titulo “Trabajarse al reseñador”, en el que invitaba a los usuarios a comentar la relación entre las editoriales y los reseñadores, esas conexiones de amor/odio entre quien lanza un producto con el fin de ganarse al mercado y quien realiza una critica sobre dicho producto.
Hilando toda esta información nacieron una serie de interrogantes en mi interior:
- Interrogante 1: La crítica destructiva, «los Dragones».
La realidad a día de hoy es que los juegos de mesa son un producto que intenta satisfacer necesidades en el mercado, estos productos en algunos ocasiones tienen mayor éxito y en otras no lo tienen. Como en todo mercado hay productos buenos, productos malos y la tercera opción que son los productos que intentan ser una cosa y acaban siendo otra. Esto debería ser evidente, pero cuando metemos en la ecuación el componente sentimental de los juegos de mesa todas nuestra lógica se va al traste y es aquí cuando comienza la “Ilogica”.
Añadamos a la ecuación una dosis de reseñadores amateurs (entre los que me incluyo), un poco de sangre hispana y como decía nuestro amigo Carte, llega la polaridad. En este caso vemos reseñas con sabor a cianuro en estado puro, estas reseñas nos intentan hacer ver que un juego esta en ese grupo de juegos malos a base de destruirlo, despellejarlo llegando incluso en ocasiones a las faltas de respeto hacia los responsables del juego. Tal ensañamiento parece en ocasiones fruto de una venganza personal… o no.
Todo esto me hace plantearme los siguientes interrogantes:
- ¿Es mejor critica aquella que necesita llegar a la descalificación para intentar demostrar que un juego es malo?
- ¿Es esto el inicio de la denominada “Prensa Rosa” en los juegos de mesa?
- ¿Será cierto ese comentario en LABSK que decía algo así como “Si no me lo regalas, lo hundiré?
- ¿Es todo esto simplemente fruto de la diversidad de gustos unido a nuestro temperamento español?
- Interrogante 2: La critica positiva, «Los Unicornios»
En el otro lado de la balanza tenemos a los adoradores y cultistas, aquellos capaces de elevar un juego a la altura de una leyenda o mito, pasean por Arco Iris de juegos de mesa disfrutando de estos como si fueran la octava maravilla. Siguen el mismo patrón que los del interrogante 1, pero en el lado contrario, estos se encargan de que tu hype se eleve por las nubes con una cantidad ingente de piropos hacia un juego, esto podría parecer algo lógico y normal que simplemente es fruto de que el juego le ha encantado. Pero sus detractores defienden que estas alabanzas desmedidas provienen de intereses ocultos.
Con lo que llegamos a otras cuestiones:
1. ¿Existen los reseñadores “adulterados”?
2. ¿Estas reseñas vitaminadas son simplemente fruto del amor del reseñador por los juegos?
3. ¿Están siendo estos reseñadores irrespetuosos con sus lectores “vendiéndoles” juegos que no están a la altura?
Desde El Club Dante queremos creer en la imparcialidad de los reseñadores, en que lo bonito de todo esto es la gran diversidad de gustos a la hora de elegir y/o valorar un juego, ejemplo de todo esto, es la gran variedad de jugadores que hay, desde los Eurogamers hasta los Ameritrasher o desde el jugador ocasional hasta el jugador de “culo duro”.
Pero nos gustaría pulsar la opinión general, saber que opináis sobre esto. DEJADNOS vuestros comentarios y decidnos…. ¿DRAGONES o Unicornios?