Mis desvarios: ¿Qué esta pasando en los Kickstarter?

“Que suenen las trompetas, fuegos artificiales, que se iluminen las calles, paren el trafico, llega…LA LOCURA DEFINITIVA”

Antes de ser acribillado por un mortero lanza-dados o que alguno intente cortarme la cabeza con un tablero modular, he de decir que cada uno hace con su dinero lo que le apetece, que para algo le costara su sudor y su esfuerzo ganarlo.
Este articulo no va de lo que esta bien o esta mal, simplemente queremos lanzar la pregunta al aire, ¿Qué esta sucediendo en los Kickstarter?

Pongámonos en situación, recientemente ha salido publicado el Kickstarter del Kingdom Death Monster 1.5, aquí tenéis el video para que podáis juzgar por vosotros mismos:

En dicho Kickstarter se puede entrar con aportaciones que van desde los 50 $ hasta los 777 $ envío no incluido y la aportación media para tener el pack mas o menos completo son 200 $. Por otro lado la compañía indica que la fecha aproximada de entrega sera diciembre de 2020, para el total del juego.loco

Con esta información ha llegado la locura (de la que hablábamos al principio) en las redes.

Vamos a dividir el debate en diferentes aspectos:

  • Cuando entramos en un kickstarter, estamos estableciendo un vinculo de confianza. No hay que perder de vista que lo que estamos haciendo es una donación a un proyecto para que este salga adelante, es cierto que hay creadores que tienen más credibilidad que otros, ya sea por su bagaje anterior o por la empresa que le respalda. Pero esto nos lleva a la primera pregunta:

¿Es suficiente para aportar dinero a un proyecto de crowfunding?

Fuente: Imagen perteneciente a la película El Lobo de Wall Street
Fuente: Imagen perteneciente a la película El Lobo de Wall Street
  • La parte económica es otro aspecto importante de estos lanzamientos. Existen todo tipo de proyectos con todo tipo de aportaciones, pero nuestro punto de vista esta en aquellos, cada vez mas abundantes, que superan con creces los 100 €. Estos proyectos, en su mayoría, suelen ser aquellos que incluyen ingentes cantidades de minis (Cool Mini es un claro referente en esto) y que basan en estas sus stretch goals. La dinámica de estos proyectos es cada vez mas discutida y a la par que llegan a sus mecenas, vemos como los mercadillos de segunda mano se llenan de estos juegos o de parte de ellos. Lo que nos lleva a las siguientes preguntas:

¿Son un placebo los stretch goals de estos proyectos?
¿Realmente merece la pena pagar esa cantidad de dinero por estos juegos?

  • El periodo de entrega de estos proyectos suele ser sinónimo de muchos dolores de cabeza, no son pocos los proyectos que han sufrido diversos retrasos en sus entregas. En el kickstarter que comentamos al principio, la compañía informa como fecha aproximada de entrega diciembre de 2020, es decir 4 años para recibir el juego en cuestión. En este caso concreto nos surgen las siguientes dudas:

¿Es esto un ejercicio de responsabilidad de la compañía?
¿Merece la pena una espera de 4 años un proyecto de este tipo?

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  • Crowdfunding: Es el término inglés para referirse a financiación colectiva, es decir, a un grupo de personas apoyando económicamente a un proyecto. Este sistema trata de ayudar a los proyectos desde su comunidad y ofrecerle herramientas para llegar a ella. Con esta definición nos encontramos si hacemos una búsqueda general en Google acerca de lo que es un Crowdfunding o Kickstarter, pero es aquí donde llega el debate. Hay ocasiones en las que estos proyectos son lanzados por empresas con un elevado potencial económico o incluso casos en los que el juego en cuestión llega antes a las tiendas que a sus propios mecenas, lo cual nos lleva a nuestras ultimas preguntas:

¿Utilizan las empresas los kickstarter como campañas de prepedido?
¿Debe haber algún tipo de control de las plataformas sobre este tipo de actuaciones?
¿Es lógico y/o ético este tipo de actuaciones?

Desde aquí, no queremos hacer un juicio de valor sobre todo esto, como dijimos con anterioridad cada uno es libre de hacer con su dinero lo que le plazca y es cada individuo en cuestión el que tiene sus propias respuestas a estas y otras preguntas que el mismo se hace.

Animamos a estos mecenas y a todo aquel que tenga una opinión formada, a que nos la aporte y nos diga que le mueve o no a participar en estos proyectos.

  1. El Kickstarter como lo entendéis es básicamente una preventa. Pago un dinero X por un producto cerrado puede que con descuento, con extras, etc. pero es un «contrato» de preventa.
    Por el contrario un crowfunding como yo lo entiendo es apoyar una causa generalmente sin obtener un beneficio directo a cambio. p.e. en la elaboración de un libro por 1€ el reconocimiento de dicho apoyo. Nosotros queremos hacer un crowfunding para comprar una mesa de mezclas y una cámara. No damos nada por ello más que la continuidad del proyecto o algo más (y gratitud y besos y algo que se nos ocurrirá pero que no es físico)
    Lo del juego de 200 pavos a tres años es una preventa con visos de timo de la estampita. Con una serie de millones el que lo hace se irá a Bahamas y hará una mierda en CHina para no acabar en la carcel. Y dentro de tres años échale un galgo

  2. La empresa kickstarter no va a dejar de admitir a las grandes empresas porque les deja mucho dinero, ya sea por esa campaña o porque se la hacen gratis pero al tiempo les llegan 10 nuevos juegos cada semana, a los que sí cobran

  3. Buen artículo David, voy con mis respuestas:

    ¿Es suficiente para aportar dinero a un proyecto de crowdfunding?
    Por lo general entro en proyectos donde me interesa la recompensa que voy a obtener. En estos casos valoro mucho a la empresa que hay detrás del diseño y producción del juego. En casos aislados he entrado en proyectos donde he querido aportar para ayudar a que el proyecto salga adelante con motivaciones más allá de la mera recompensa. Pero respondiendo a la pregunta diré que, en mi opinión, no es suficiente con que la empresa que hay detrás del proyecto tengo experiencia y reputación contrastada, hay que valorar también si la recompensa que vas a obtener te merece la pena.

    ¿Son un placebo los stretch goals de estos proyectos?
    ¿Realmente merece la pena pagar esa cantidad de dinero por estos juegos?
    Yo personalmente estoy empezando a cansarme de los SG basados en más y más miniaturas. Hay gente que considera un auténtico pelotazo haberse metido en el «Massive Darkness» de turno porque acabará recibiendo chorrocientas miniaturas, pero yo me pregunto, ¿el juego es realmente mejor por ello o solo sirven para rellenarme más la caja y que no me duelan tanto los 110 € que voy a soltar? En ocasiones se incluyen expansiones de las que también dudo, ¿se incluyen las expansiones porque el juego básico se queda corto? ¿se han testeado bien esas expansiones? ¿se han incorporado sobre la marcha?
    Estoy de acuerdo en que son placebo y que, salvo en contadas ocasiones, pagas mucho plástico innecesario.

    ¿Es esto un ejercicio de responsabilidad de la compañía?
    ¿Merece la pena una espera de 4 años un proyecto de este tipo?
    Me parece irrisorio que el plazo de entrega de las recompensas de un juego de mesa sea de 4 años, no consigo concebir proyecto lo suficientemente complejo de producir para justificar dicho plazo. Lo de merecer la pena ya depende de cada uno pero que el plazo sea este debería dar que pensar a aquel que quiera convertirse en mecenas.

    ¿Utilizan las empresas los kickstarter como campañas de prepedido?
    ¿Debe haber algún tipo de control de las plataformas sobre este tipo de actuaciones?
    ¿Es lógico y/o ético este tipo de actuaciones?
    A la primera pregunta, sí, por supuesto. Hay empresas de reconocido prestigio internacional que usan estas plataformas para financiarse tiradas largas y asegurando la venta de un buen porcentaje de las copias. Suelen incluir un cantidad exagerada de componentes a modo de SG que acaban elevando el precio de los pledges por encima de los 100 €. Como parece que la fórmula le funciona a estas empresas, que por lo general acaban creando buenos productos, otras con menos recorrido y experiencia se suman al carro con proyectos mastodónticos, por supuesto por encima de los 100 €, que los acaban desbordando con los consecuentes retrasos e incumplimientos.
    No sé si debería haber control pero me parece difícil implementar algo que funcione realmente. ¿Cuál sería el criterio para aceptar proyectos en estas plataformas? ¿Facturación de la empresa? ¿Que ya vendan juegos con tiradas largas? ¿Que ya hayan tenido campañas super-exitosas en el pasado? Como digo, no tendría claro qué criterio imponer.
    ¿Es lógico? Desde mi punto de vista sí, si a la empresa se le permite hacer uso de una plataforma tan dirigida y cómoda como KS es lógico pensar que hagan uso de dichos recursos. Marketing dirigido al público objetivo y plataforma de gestión de pedidos por un 10% de lo recaudado me parece un chollazo para este tipo de gigantes (quizás no sea tanto chollo para proyectos más pequeños).
    ¿Es ético? Hay que tener en cuenta que la empresa tiene unos objetivos económicos y si estos pueden cumplirse haciendo uso de estos recursos, que son legales ojo, no creo que el ser ético o no importe mucho. Lo que sí sé es que está teniendo un impacto negativo en el precio de los juegos de mesa y cada vez cuesta más encontrarse un dungeon crawler de miniaturas por debajo de 100 €.

    Espero que se entienda más o menos mi postura.

    Un saludo y a por el siguiente desvarío!

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