Un 1 de octubre de 2010, la editorial Holocubierta comenzaba su andadura. Catorce años más tarde, a fecha de 1 de octubre de 2024, Ismael, socio de la editorial, anunciaba el cese de actividad de Holocubierta.
Si queréis conocer sus razones, podéis leer más sobre el anuncio aquí.
El cese de actividad no va a ser inmediato, pero desde el día del anuncio, ninguna tienda va a recibir material. Además, durante todo el 2025 van a mantener la web abierta para que la gente pueda descargar los PDF del material que compró en su día.
No he sido el mejor cliente de esta editorial, pero no me es ajena. Títulos como La Marca del Este o Yggdrasyll tienen su espacio en mi biblioteca rolera, y otros como The Witcher los adquirí en formato PDF. Pero sin duda, Holocubierta ha publicado verdaderos juegazos como Ars Magica, Conan, Cyberpunk, Star Trek y otros muchos.
Tampoco he tenido una relación cercana con sus integrantes, aparte de varios emails por tema de artículos y saludarlos en el 2019, cuando pasé por las jornadas Ludo Ergo Sum. Y a pesar de ello, me duele esa despedida. Siempre han estado ahí y nunca imaginé que vería esta despedida.
Es, sin duda, una mala noticia para aquella gente hispanohablante aficionada a los juegos de rol y más cuando en su despedida han comunicado que se han encargado de buscar nuevas editoriales que los publiquen, una vez que Holocubierta ya no esté activa. Una muestra de su amor por el trabajo y la herencia que nos han dejado al más alto nivel.
La editorial estaba formada por gente afín a los juegos de rol. No eran empresarios, pero formaron una empresa a causa de su amor por los juegos de rol. Y han demostrado que ese amor por los juegos era su principal motor.
Holocubierta se va, no porque no salgan las cuentas, según indican en el anuncio de su despedida. Se van porque están cansados. Aunque, sin duda, el incentivo económico es importante, no lo ha sido tanto como para seguir. Y la vida es algo muy importante como para desperdiciarla.
La gente que la compone dice adiós a la editorial que dieron vida, pero no a los juegos de rol. Seguirán jugando, ahora ya más tranquilidad. Seguirán en esta afición al otro lado del que han estado durante 14 años. Un lado que nunca dejas de estar completamente, pero que se ve de diferente manera cuando llevas una editorial.
Es hora de volver a hacer rodar los dados y no preocuparse por los números, las licencias y los clientes. Es hora de descansar.
Espero poder vernos algún día haciendo rodar los dados juntos, en cualquier evento o cualquier mesa de juego.