Beyond the horizon es un juego de civilizaciones en el que los jugadores compiten para convertirse en la sociedad más influyente de la historia a través de la exploración y la expansión, el desarrollo y la producción, la investigación y el avance tecnológico.
Beyond the horizon – Del espacio a las civilizaciones
- Diseño: Dennis K. Chan, Adam Hill, Ben Pinchback, Matt Riddle
- Ilustraciones: Agnieszka Dabrowiecka, Klemens Franz
- Editorial: Cranio Creations
- 2-4 jugadores
- 90-120 minutos
- +14 años
- Peso/dureza (bgg): 3.42/5
- Tipo de juego/mecánicas: eurogame, colocación de trabajadores
Introducción
La partida se desarrolla a lo largo de un número variable de rondas hasta que se hayan cumplido suficientes objetivos para activar el fin de la partida. Entretanto, los jugadores obtendrán puntos de victoria por explorar nuevas tierras, colonizar y construir nuevas ciudades, realizar avances tecnológicos e incrementar su desarrollo cultural y económico. Al final de la partida, el jugador que haya acumulado más puntos de victoria será el ganador.
Aspectos positivos
Una de las grandes maravillas de este juego, por su originalidad y funcionamiento, es el árbol de tecnologías. En este tablero es donde se van a encontrar todos los espacios para la colocación de nuestro trabajador. Inicialmente, sólo tendremos unos pocos disponibles. Pero conforme vayamos realizando la acción de “investigar tecnologías”, iremos colocando nuestros peones de población en cartas que nos habilitarán nuevas acciones, además de algún que otro beneficio inmediato. Conforme más avanzada sea la tecnología (las hay de nivel I, II, III y IV), más poderosas serán las acciones que desbloqueen.
Lo genial de este sistema es que provoca que los jugadores vayan a ir diferenciándose, ya no sólo en la gestión que hace cada uno, sino que directamente van a tener un desarrollo asimétrico. Es cierto que en los tramos finales de la partida lo habitual será que todos los jugadores tengan investigado casi todo el tablero, pero en los primeros compases de la partida, marcará mucho la estrategia a seguir.
En Beyond the horizon vamos a jugar únicamente con dos recursos: las monedas y los peones de población. Y una de las cosas que más me gusta del juego es el equilibrio que hay que mantener entre ambos. Prácticamente todas las acciones del juego nos van a requerir el gasto de uno o de los dos, por lo que siempre intentaremos empezar nuestro turno con la cantidad suficiente de ambos para poder realizar la acción deseada.
La cuestión es que estos recursos se obtienen fundamentalmente a través de la producción. Y en cada turno únicamente vamos a poder producir uno: o monedas o peones de población. Además, la cantidad de los mismos que vamos a producir dependerá de cuánto de avanzados nos encontremos en sus correspondientes medidores de desarrollo. Perfectamente nos puede ocurrir que necesitemos un peón de población, pero el medidor no esté lo suficientemente avanzado como para permitirnos sacarlo de la columna correspondiente.
Esta gestión me parece de las más interesantes y exigentes del juego. La diferencia entre ganar o no la partida puede encontrarse en la optimización de este aspecto. Un jugador que realiza una gestión óptima, reduciendo la necesidad de utilizar turnos para reponerse en uno de estos dos recursos, tiene mucho terreno ganado.
Beyond the horizon tiene un importante componente de carrera. El final de partida no viene determinado por un número finito de rondas, sino que lo desencadenarán los propios jugadores. La partida termina cuando se colocan tres (o cuatro a 4 jugadores) cubos en total en las cartas de objetivo, independientemente de a quién pertenezcan dichos cubos.
De esta manera, sin ser Beyond the horizon un juego particularmente interactivo, estaremos obligados a tener un ojo puesto siempre en los rivales y lo cerca o lejos que se encuentran de completar dichos objetivos. De nada sirve estar realizando una planificación maravillosa a X turnos vista si no tienes en cuenta que la partida la van a cerrar mucho antes, destrozando completamente tu estrategia.
Algo muy de agradecer del juego es el gran dinamismo de los turnos. Las acciones del juego son sencillas y se ejecutan rápidamente, por lo que los tiempos de espera de Beyond the horizon son muy reducidos.
Estamos ante un juego con una elevada rejugabilidad. No sólo es que tengamos diferentes cartas de gobierno (facciones asimétricas), objetivos de final de partida y tecnologías de nivel IV, sino que el propio árbol de tecnologías genera partidas totalmente diferentes. Son los propios jugadores los que, en base a sus elecciones, van a determinar las acciones que se desbloquean durante la partida.
Con respecto a la escalabilidad, creo que estamos ante uno de estos juegos que funcionan bien a cualquier número de jugadores. Como ocurre con la mayoría de eurogames, tres es probablemente su número óptimo: añades una mayor interacción entre jugadores, aumentando las posibilidades de bloquear acciones, pero sin aumentar demasiado el tiempo de partida. No obstante, es un juego que yo no dejaría de recomendar independientemente del número al que juguéis habitualmente.
Aspectos negativos
Me parece que falta un apéndice o glosario en el manual con explicaciones más detalladas de determinadas cartas. En la última página del reglamento, disponemos de un resumen de toda la iconografía del juego que, aun así, me resulta insuficiente. Creo que no hubiera costado nada aumentar un par de páginas la longitud del manual para incluir, de manera más detallada, los efectos de las cartas de gobierno y de las cartas de tecnología de nivel IV.
Como muchos ya sabréis, Beyond the horizon es una reimplementación del aclamado Beyond the sun. Uno de los aspectos más criticados de este último fue su desarrollo artístico, el cual brillaba por su ausencia. Es por esto que yo interpretaba que Beyond the horizon venía, además de incluir algún cambio mecánico, a solventar este problema. Y en mi opinión, se queda lejos del salto de calidad que yo esperaba en este sentido. ¿Lo mejora? Sí, cosa que tampoco era muy difícil. ¿Es un juego que destaque o brille en su apartado estético? Para mí, no.
Sé que es bastante común que cuando sale un juego que cuenta con asimetría, las redes se llenan de comentarios acerca de qué facción es más potente, está desbalanceada o incluso “rota”. De manera general, apenas hago caso a esto, pues me parece bastante raro que los usuarios encontremos en 2 o 3 partidas desequilibrios que los diseñadores han pasado por alto en infinitos testeos del juego.
Sin embargo, hoy voy a ser yo esa persona a la que no deberíais hacer mucho caso. Porque sí, creo que en Beyond the horizon hay alguna facción que está completamente por encima de las restantes. Hablo concretamente de la carta de gobierno que proporciona habilidades relacionadas con la investigación de las tecnologías. Su habilidad básica le permite investigar gastando una moneda menos. Pero la habilidad que (para mí) está totalmente descompensada es la que permite a un jugador investigar tecnologías con peones de población que no están desbloqueados.
Como comentaba dentro de los aspectos positivos del juego, Beyond the horizon funciona con dos recursos clave: las monedas y los peones. Prácticamente todas y cada una de las acciones del juego van a requerir disponer de una, de otra, o de ambas. Y una de las mayores exigencias del juego radica, precisamente, en mantener el equilibrio entre las dos para poder llevar a cabo las acciones deseadas y minimizar la necesidad de hacer turnos de recuperación (es decir, turnos en los que no hacemos la acción óptima porque no disponemos de las monedas o de los peones necesarios).
Con la facción que acabo de mencionar, eliminas radicalmente la necesidad de desbloquear peones para investigar, que no deja de ser una de las partes más importantes del juego. Así, te vas a poder olvidar por completo del medidor de desarrollo de peones de población y tu producción va a ir orientada siempre a la obtención de monedas. En resumen: en ningún momento vas a tener falta de peones ni de monedas.
Podéis pensar que los peones no sólo se requieren para investigar, sino que también se usan para colonizar y fortificar. Pero es que muchos efectos instantáneos, ya sea de líderes, de cartas de investigación, al explorar o al construir estructuras, los van a proporcionar. Así que este factor tampoco va a resultar un problema.
En definitiva, si el jugador que dispone de esta carta de gobierno logra desbloquear esta habilidad en los primeros turnos (que es lo que debería tratar de hacer) va a jugar a un Beyond the horizon con otras condiciones completamente distintas a sus compañeros de mesa. Realmente me parece muy difícil desarrollar una estrategia que pueda competir a esta facción bien jugada.
Otro de los grandes elementos de Beyond the horizon, junto con el árbol de tecnologías, es la expansión por el territorio y colonización/fortificación de aldeas. Para esta acción, vamos a requerir de colonos y soldados. Pues bien, el mecanismo del juego para identificar a estas unidades me parece muy incómodo. Básicamente consiste en colocar sobre los peones de población unas fichas circulares. Cuando nuestros colonos/soldados incrementen su fuerza, daremos la vuelta a dicha ficha o la sustituiremos por otra. Este sistema me parece poco práctico y hasta engorroso en partidas con número alto de jugadores. Las probabilidades de acabar tirando fichas son altas, especialmente si no nos caracterizamos por tener los dedos finos.
Diferencias y similitudes con Beyond the sun
Una de las diferencias evidentes entre ambos la encontramos en su temática: el espacio y las civilizaciones. Ambas encajan bien en un juego que presenta un árbol de tecnologías y expansión en un tablero central, pero las dos brillan por la ausencia de originalidad. A no ser que seáis extremadamente fans de una de las dos, no debería ser la razón que guiara el decidirse por uno o por otro, ya que estamos ante un poco o nada temático.
Relacionado con el tema, vamos a hablar de uno de los cambios importantes que, entiendo, han propiciado esta reimplementación: la estética. Aquí, claramente, sale vencedor Beyond the horizon, no por méritos propios, sino por el propio demérito de Beyond the sun. Y es que este último llamaba la atención por la falta de ilustraciones y diseño, especialmente sangrante en el caso de los tableros de jugador, que eran iconografía pura. No sin razón ha sido habitualmente comparado con una tabla de Excel.
El detonante del final de partida se mantiene exactamente igual: colocar tres cubos/discos (o 4 a cuatro jugadores) en los objetivos de final de partida. La diferencia principal radica en que en Beyond the sun se colocaban 4 cartas de objetivo (dos de las cuales eran siempre las mismas en todas las partidas), mientras que en Beyond the horizon se colocan 3 cartas aleatorias. Creo que me gustaba un poco más la modalidad del juego del espacio por reducir las desigualdades que pueden surgir de la coincidencia entre estos objetivos y las habilidades de facción.
Hablando de la asimetría, ambos juegos nos proponen inicios asimétricos. En el caso de Beyond the sun, la asimetría la encontramos en los propios tableros, con dos habilidades/efectos a desbloquear durante la partida. En cambio, en Beyond the horizon la asimetría se proporciona a través de unas cartas que se colocan en nuestro tablero de facción. En ellas nos vamos a encontrar con una habilidad básica que se encuentra activa desde el inicio de la partida y, por otro lado, una nueva habilidad, un efecto inmediato y una puntuación de final de partida que se pueden llegar a desbloquear.
En este sentido, tengo que remarcar que en mis más de 10 partidas a Beyond the sun, jamás he sentido que una facción presentase una habilidad que fuera claramente superior a otra, como sí me ha pasado con Beyond the horizon. De nuevo, el hecho de que se proporcione una puntuación exclusiva a cada jugador puede aumentar los desequilibrios en las partidas en función de los objetivos de final de partida que hayan salido. Pero es que, además, Beyond the sun permitía un inicio simétrico con tableros individuales sin habilidades. En cambio, en Beyond the horizon han eliminado esta posibilidad, siendo obligatorio jugar en modo asimétrico.
En cuanto al funcionamiento de los tableros individuales de jugador, hay que decir que es muy parecido en ambos juegos. En los dos nos vam encontrar con dos medidores de producción: uno de ellos para los peones de población (Horizon) y los cubos de recurso (Sun), y el otro para las monedas (Horizon) y los minerales (Sun). Aunque con nombres diferentes, los recursos funcionan exactamente igual en los dos juegos.
También nos encontramos con un medidor de automatización (Sun) o inversión (Horizon), que nos va a ir proporcionando puntos de victoria según lo completemos. La principal diferencia está en que en Beyond the horizon han añadido recompensas instantáneas en cada uno de los huecos que vamos a ir rellenando.
La otra diferencia fundamental en los tableros individuales es que en Beyond the horizon, además de los dos medidores que sirven para la producción, nos encontramos con un tercer medidor: de infraestructuras. Al ir desbloqueando este medidor es cuando iremos obteniendo las distintas bonificaciones de nuestra carta de facción asimétrica (que ya mencionábamos anteriormente). Además, a través de este medidor también obtendremos las estructuras, de las que hablaremos posteriormente.
Una de las partes que es casi idéntica en ambos juegos es el tablero de desarrollo de tecnologías: requieren colocar un peón/cubo de población, así como haber investigado las tecnologías inmediatamente anteriores. El primer jugador en descubrir una tecnología desbloquea un evento y, además, elige una nueva tecnología entre dos opciones, concordando con el color elegido de las anteriores.
La única diferencia en este sentido la vamos a encontrar con las tecnologías de nivel IV. Y es que, en Beyond the horizon, estas cartas aparecen descubiertas desde el principio de la partida, cosa que no ocurría en Beyond the sun. Creo que es un cambio en positivo, pues permite una mayor planificación a los jugadores, que irán desbloqueando unas ramas u otras de tecnologías en función de su interés por llegar a una de estas cartas de nivel IV. Además, mientras que en Beyond the sun la única puntuación que proporcionaban las tecnologías de nivel IV era la descrita en la propia carta, en Beyond the horizon proporcionan 4 PV independientes a cumplir o no el criterio de puntuación.
En cambio, las diferencias principales entra ambos juegos las vamos a encontrar en lo que era en Beyond the sun el tablero de exploración, que en el caso de Beyond the horizon irá siendo “descubierto” por los jugadores. En los dos juegos debemos llegar al mínimo de fuerza impreso en la carta/loseta para poder colonizarla. Una vez realizada esta acción, perderemos la nave/colono, así como todo el excedente de fuerza utilizado.
En el juego de temática espacial, meternos en un planeta con la mayoría de fuerza bastaba para dejar uno de nuestros discos de desarrollo en el mismo. Esto hacía que si un jugador se introducía en dicho planeta con una fuerza superior a la nuestra, eliminaba nuestro disco para colocar el suyo propio. De esta manera, había un posible avance y retroceso dentro de nuestros medidores de desarrollo, algo que ya no ocurre en Beyond the horizon. En este último, únicamente cuando colonicemos o fortifiquemos (lo que en Beyond the sun era exclusivamente colonizar) es cuando dejaremos nuestro cubo de un medidor de desarrollo, por lo que en ningún momento un jugador nos lo podrá retirar.
Como gran cambio de Beyond the horizon, vamos a disponer de dos unidades diferentes para la conquista de los territorios. Por un lado, tendremos los colonos, que son los responsables de descubrir nuevas losetas de territorio y de colonizarlas. Mediante esta colonización, obtendremos PV al final de la partida y un beneficio inmediato. Hasta aquí, el funcionamiento sería muy parecido al de las naves de Beyond the sun.
Pero en el juego de civilizaciones disponemos de una segunda unidad: los soldados. Estos soldados servirán únicamente para la fortificación de aldeas que hayan sido previamente colonizadas, proporcionándonos una gran cantidad de PV al final de la partida.
Otra novedad consiste en que estas acciones (tanto colonizar como fortificar) podrán realizarse en otra fase de nuestro turno (llamada fase de expansión) si disponemos de la ficha correspondiente y las condiciones necesarias, abriéndose una segunda vía para realizar esta acción. En Beyond the sun, por el contrario, colonizar era una acción que podía realizarse única y exclusivamente en la fase de acciones.
Para acabar con este apartado, mencionar el último cambio de Beyond the horizon en este aspecto, que es la inclusión de un nuevo elemento: las estructuras. Se trata de losetas que iremos desbloqueando al avanzar por el medidor de infraestructuras y que podremos construir en la fase de expansión que mencionábamos en el párrafo anterior. Su construcción nos proporcionará efectos inmediatos y/o puntos de victoria y, además, PV extra si otro jugador realiza posteriormente esta misma construcción.
Pasamos al manual de juego. En ambos casos creo que nos encontramos con reglamentos adecuados, de fácil comprensión y que apenas dejan dudas. En Beyond the sun, dentro de lo que cabe, aparece un glosario dedicado a especificar los efectos de algunas cartas con las que podrían surgir ciertas dudas. Esto es algo que echo de menos en Beyond the horizon. Y el otro elemento que me falta en este último es una especificación sobre los elementos con los que se relaciona cada uno de los colores de tecnología, algo que sí aparecía en el reglamento de Beyond the sun (por ejemplo, el color rojo relacionado con el despliegue de naves y el movimiento por el tablero de exploración).
Por último, vamos a acabar esta comparativa mencionando la relación calidad-precio. Y es que, por fin, nos encontramos con un juego con un precio ajustado al tipo del producto del que se trata y que se aleja del desorbitado coste del Beyond the sun.
Conclusión
Vamos a partir de la base de que Beyond the sun es un juego que me alucina. Si solo pudiera quedarme con 10-15 eurogames de mi colección, probablemente se encontraría entre los mismos. Por tanto, era de esperar que un juego que comparte completamente el núcleo mecánico con el anterior, también fuera de mi agrado.
Beyond the horizon es una versión del juego espacial con pequeños cambios mecánicos (que tenéis detallados en el apartado anterior) y un cambio más destacado relacionado con el tablero de exploración. A grandes rasgos, para mí, estamos ante un juego menos interactivo que su antecesor y que tiene mayor riesgo de producir desequilibrios entre jugadores por las combinaciones de cartas de gobierno, objetivos de final de partida y tecnologías de nivel IV.
Después de varias partidas, sigo considerando que Beyond the sun es un juego sobresaliente y superior al que hoy estamos analizando. El único cambio que realmente creo que introduciría en su antecesor es el de que las cartas de tecnología de nivel IV sean visibles desde el comienzo de la partida. Pese a ello, Beyond the horizon me parece, igualmente, un juego muy bueno.
Si no tenéis ninguno de los dos y, dado que son el mismo juego en un importante porcentaje y Beyond the horizon es el único de los dos juegos que puede conseguirse actualmente, me parece una compra muy recomendada para cualquier jugador de eurogames.
Por el contrario, si ya tenéis Beyond the sun en la colección creo que, desde mi punto de vista, ambos juegos se pisan por su gran parecido. Por otro lado, los cambios que ofrece Beyond the horizon no me parecen suficientes, ni mucho menos me parece que mejoren el juego anterior como para que sustituyáis uno por otro.
Valoración Subjetiva
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