Tigre & Dragón, reseña by Gixmo

Nos adentramos en el noble mundo de las artes marciales. Hoy toca Tigre y Dragón, un juego de Oink Games que nos reseña Gixmo.

Tigre y Dragón, el noble arte marcial

Ficha

Tigre y Dragón

Diseño Hashimoto Atsushi
Ilustración Rie Komatsuzaki, Jun Sasaki
Oink Games
2-5 Jugadores
20 minutos
+8 años

Introducción

Seguro que cuando ves el título de Tigre & Dragón, lo primero que se te viene a la cabeza es la película de artes marciales, esa que tiene una coreografía espectacular. Pues, no puedo decir que esté basado en la película, pero este juego si va de ese tema de artes marciales, aunque ya vamos a ir adelantando que de forma muy abstracta.

Tiger & Dragon, que es el título original y que no está traducido al español, es un juego de esa editorial conocida como OINK games, que se caracteriza por esos juegos pequeñitos como el Scout, pero, en este caso, se trata de un juego de caja más grande. El juego no está traducido al español, pero, tanto las reglas, como las puntuaciones, vienen en idioma español, entre otros.

Componentes

¿Qué nos encontramos en Tigre y Dragón? Pues nos encontramos una caja finita, de tamaño tirando a pequeño, un poco entre pequeño y mediano, con un montón de fichas de baquelita dentro, las instrucciones en varios idiomas, y tableros de jugador para hasta 5 jugadores, todos ellos con los tokens de puntuación que hay que destroquelar.

Las fichas nos vienen con números, teniendo un 1, dos 2… hasta ocho 8, incluyendo una ficha de Tigre y una ficha de Dragón.

¿De qué va?

Como bien decíamos, en Tigre y Dragón nos vamos a poner a hacer ataques de artes marciales, con el objetivo de que nuestros rivales no los puedan defender, para, al final de todo, ser el primer jugador que consigue acabar con las fichas que tiene en su mano.

No vamos a decir ahora mismo mucho sobre la puntuación, porque la partida termina en cuanto un jugador llega a 10 puntos (15 si juegas por parejas), y la forma de conseguir los puntos cambia de partida a partida. Dependiendo del escenario que estés jugando se van a ganar puntos por acabar con una ficha u otra (siempre importa la última ficha que se coloca), más 1 punto por cada ataque no bloqueado por los rivales, pero solo va a puntuar un jugador en cada ronda.

Creo que es conveniente explicar un poco la mecánica del juego, aunque no va a hacer falta mucho.

Al principio de la partida se elige, ya sea al azar o por convención, el escenario que se va a jugar. Esto determina la forma de conseguir puntos, puede ser desde terminar con fichas altas, a terminar con fichas bajas, o medias o lo que sea.

Una vez hecho esto, en cada ronda se van a robar un número determinado de fichas, al más puro estilo dominó, dependiendo del número de jugadores. Estos serán tus ataques para esa ronda. Y ya puedes empezar a jugar.

El jugador inicial empieza colocando una ficha boca arriba para iniciar el ataque, el siguiente jugador, si quiere y puede, se defiende con una ficha con el mismo número. Si no se defiende va al siguiente jugador, y así hasta llegar al atacante, el cual, si nadie se ha defendido va a colocar una de sus fichas boca abajo en su tablero, sin que nadie lo sepa.

Si, por el contrario, alguien consigue defender ese ataque, se convertirá en el nuevo atacante, colocando una ficha a tal efecto. Así hasta que un jugador coloca su última ficha.

Vamos a mencionar rápidamente las fichas especiales, las dos funcionan igual, pero cada una en su ámbito. El Tigre es una ficha azul, como todas las fichas pares, mientras que el Dragón es una ficha roja, como todas las impares, esto es así porque son comodines para ese tipo de valores. Es decir, si te atacan con un 5, te vas a poder defender con un 5 o con el Dragón, si atacas con el Dragón, te van a poder defender con cualquier ficha roja. Y lo mismo sucede con el Tigre, pero con las pares.

Llegados a este punto se mira la puntuación, el jugador que ha colocado la última ficha va a conseguir puntos por esa ficha, según el escenario que se esté jugando, y un punto por cada ficha que tenga boca abajo, usease, esos ataques que no se han defendido. Si ha llegado a 10 puntos gana la partida y listo, sino se cambia de jugador inicial y continuamos para bingo.

Conclusiones

No podemos entrar mucho más en la mecánica del juego, porque ya está toda explicada, es de esos juegos que tiene unas reglas super sencillas, pero que el desarrollo del juego es donde está toda la miga. Hay muchas cosas que mirar, que tener en cuenta y que disfrutar.

Por ejemplo, la incertidumbre de las fichas es importante saber cuántas fichas han salido de cada una, porque de mano sabes que si tienes un 1 solo te van a defender con el Dragón, por eso es la ficha que más puntos da si se acaba con ella (es muy difícil hacerlo), pero es que no todas las fichas están en juego, siempre queda alguna fuera que no se sabe cuál es, es más, si hay ataques que no han sido defendidos, hay fichas que quedan descartadas, pero que no se sabe cual es.

Así que, aparte de mirar todas las fichas que han salido, hay que ir con ese juego psicológico de que estará ahí, o con ese toque de suerte de arriesgarte a que no tengan la ficha con la que estás atacando.

Y aquí entramos con más cosas, no es obligatorio defenderte, y aquí añadimos otra capa a las cosas que nos ofrece el juego. ¿Defiendo ahora el ataque que me estás haciendo con el 5? ¿O me espero, mejor, para contraatacar con mis 5 una vez que consiga defenderme de su ataque?

Porque, recordemos, los puntos solo se los lleva el que gana la ronda. Pero si resulta que tenía otro 5 y el muy desalmado lo ha puesto boca abajo, ¿Qué hago entonces?

Bienvenidos a la diversión.

Quiero destacar un poco lo de los comodines, ya hemos dicho que el 1 da muchos puntos por terminar con ella, y los comodines no suelen dar ninguno. El por que de todo esto es que vas a acabar la ronda colocando una ficha de forma defensiva, ya sea boca arriba defendiendo un ataque de otro jugador, ya sea boca abajo porque no han bloqueado tu ataque.

Terminar con un 1 solo es posible si lo haces colocándola boca abajo, es decir, que tu anterior ataque no haya sido bloqueado. O que alguien ataque con el Dragón, que es un ataque muy débil.

Sin embargo, terminar con un comodín es más fácil, ya que uno va a bloquear las fichas pares, y otro las impares.

Por ese motivo, sea el escenario que sea el que estés jugando, terminar con un 1 suele darte 10 puntos, mientras que terminar con un comodín suele darte 0 puntos.

Rejugabilidad

Sobre la rejugabilidad sobra decir nada, todas las veces que quieras, y hasta varias veces seguidas, porque una partida, que no lo habíamos dicho, dura en torno a la media hora, tirando hacia abajo. Así que una pequeña mención al tema de azar y vamos con lo más interesante del juego.

El azar existe, creo que no hace falta decir que, robando un número determinado de fichas, y, encima, quedando alguna fuera, va a haber azar, pero como en otros muchos juegos de cartas. Tienes ese azar, pero luego hay que saber gestionarlo, pocas veces te sucederá que alguien que juegue bien no gane unos puntos muy ricos.

Escalabilidad

Así que, el tema estrella en este caso, no es otro que la escalabilidad. Tigre y Dragón va de 2 a 5 jugadores, voy a mencionar para cada número específico, menos para 5, porque ya digo que no lo he jugado a 5 y no tengo ninguna intención de jugarlo a 5. Es demasiado caos en la mesa y ahí sí que puedes controlar muy poco la gestión de las fichas que tienes en la mano.

Vamos por orden.

A 2 jugadores es un duelo tenso, al margen de las fichas que han quedado fuera, tienes mucho control sobre lo que está sucediendo en la partida, contando las fichas y viendo lo que hay. Aquí es cuando puede tener más sentido pasar a la jugada del rival, si estás preparado por otro lado, para luego contraatacar con esa ficha que él piensa que ya no tienes porque antes has pasado. Funciona como un reloj, estrategia pura.

Luego pasamos a la versión de 3 jugadores. Esta versión funciona igual, pero hay una tercera cabeza pensante en juego. Ya hay más distribución de las fichas y está la opción de pasar para forzar al otro a que sea él el que defienda, pero puede que no tenga fichas para ello. El juego sigue funcionando a la perfección, pero tienes un poco más de caos, precisamente por eso. Puedes controlar a un jugador y que se te escape el otro, o viceversa.

Cuando sois 4 jugadores puedes jugar de esta forma que hemos descrito, pero con más manos moviendo fichas, o de la forma que a mí más me gusta, y que intentaré jugar siempre que pueda. Se trata, no podía ser de otra forma, de jugar por parejas.

No voy a negar que cada día me gustan más los juegos que se juegan por parejas, y este Tigre y Dragón encaja a la perfección en este gusto, cumpliendo con creces lo que yo busco cuando se juega por parejas.

No es otra cosa que esa comunicación no verbal entre equipos, ver como van los rivales, y adaptarte a las jugadas del compañero. La forma de jugar no cambia en lo básico, es decir, un jugador es el atacante, y luego toca defender. Es si, aunque sea tu compañero el que esté atacando, tu puedes defender ese ataque, añadiendo, así, una capa más de estrategia (como me gusta esto). Si mi compañero está usando ese ataque, el siguiente jugador no se ha defendido, ¿debería defender yo? O, por el contrario, ¿será mejor que pase para que quede como un ataque no defendido?

Si mi compañero ataca de 5, es porque es una ficha suya muy fuerte, o porque busca que salgan los 5 y dar el toque final con otro número, claro, es que en esta ronda los 5 no dan mucha puntuación, pero puede que busque acabar, sin importar la ficha con la que se acabe.

Es cierto que el juego no habla nada de la comunicación entre los compañeros, pero creo que todos coincidimos en que si le empiezas a decir las cosas todo pierde su gracia, vale que también se las estás diciendo al rival, pero queda muy soso si le dices, sal de 7 si puedes, o no defiendas que ya lo hago yo. Es mucho más divertido hacerlo de forma no verbal, eso sí, puedes poner todas las caras que quieras.

Todo esto es Tigre y Dragón, un juego de reglas muy sencillas, pero con mucha estrategia y mucha comedura de tarro de qué diantres vas a jugar. Un juego que escala muy bien, pero que brilla en el juego por parejas. Además de ser muy portable y muy divertido.