Hoy traemos la reseña de uno de los grandes iconos de los juegos de mesa, Rummikub un reconocidísimo juego que edita Goliath Games y al que ya le tocaba pasar por aquí.
Rummikub, leyenda de los juegos de mesa
Las fotos de esta reseña son cedidas por Doctor Meeple, web de referencia en el mundo lúdico que os animamos a visitar
Ficha
Rummikub
- Editorial: Goliath Games (entre otras muchas)
- Diseño Ephraim Hertzano
- Ilustración Micha Hertzano, Michael Rüttinger, Sławek Wiechowski
- 2-4 jugadores
- 30-60 minutos
- +8 años
Historia del juego
En los años 40 del pasado siglo XX jugar a las cartas estaba mal visto e incluso prohibido en varios países, entre ellos en Rumanía. Ephraim Hertzano era muy aficionado al clásico juego de cartas Rummy (asimilable al chinchón o continental españoles) y empezó a pensar en como poder jugarlo sin cartas. Las fichas con series de números en varios colores pasaron de su cabeza a un prototipo hecho de forma artesanal, y en cuanto se lo mostró a sus amigos tuvo que hacer algunas unidades más que le pidieron.
Tras la Segunda Guerra Mundial Ephraim y su familia emigran a Israel y allí sigue el desarrollo del juego distribuyendo unidades hechas a mano entre algunas tiendas de Israel, el marketing era fácil, invitaba al propietario a una partida y este solía quedar completamente enganchado. Pronto se vio desbordado por las peticiones y la producción tuvo que pasar de unas pocas docenas a varios cientos. El juego era cada vez más conocido, el autor se propuso vender su juego en el extranjero y eso hizo a través de la delegación comercial de la embajada Israelí en los Estados Unidos.
El despegue definitivo llegó cuando un conocido presentador de un late night en televisión contó que su mujer había traído de unas vacaciones en Israel un fantástico juego que les tenía completamente enganchados, no podían ni comer ni dormir, sólo querían jugar.
En 1977 Rummikub fue el juego de mesa más vendido en los Estados Unidos y en 1980 ganó el prestigioso Spiel des Jahres en Alemania en la segunda edición de estos premios. Se han vendido más de 30 millones de Rummikub (dato de 2005) en todo el mundo, es el tercer juego más vendido tras el Monopoly y el Scrabble y regularmente se juegan torneos nacionales e internacionales, e incluso un campeonato del mundo. Si no lo conocéis (raro, pero posible) sólo estos datos deberían haceros querer probarlo.
¿De qué va?
Va de hacer tríos y escaleras, así de simple. Es un juego abstracto que podría jugar en la liga de las damas, el parchís o el dominó. Cada jugador dispone de un número de fichas ocultas y ganará el primero que logre colocarlas todas en la mesa formando escaleras de números consecutivos del mismo color o grupos de números iguales con un mínimo de tres.
¿Cómo se juega?
Cada jugador recibe 14 fichas y en su turno debe jugar alguna combinación de fichas o robar una. La primera jugada debe sumar al menos 30 puntos formando escaleras del mismo color o grupos de números iguales (el valor de cada figura es la suma de los números que la componen), a partir de ahí se puede jugar figuras nuevas o añadir fichas a las ya jugadas por cualquier jugador. Y seguiremos haciendo turnos hasta que alguien se quede sin fichas y gane la partida.
Así de simple y así de divertido. Pueden haber de 2 a 4 participantes aunque hay alguna versión para más jugadores.
Componentes y diseño
La unidad que tengo en mis manos es una edición de Goliath Games, una caja vistosa con los componentes íntegramente de plástico. Goliath nos presenta el juego 106 fichas (8 conjuntos de fichas numeradas del 1-13 en 4 colores y 2 comodines), 4 soportes con sus patas desmontables y las reglas del juego seis idiomas (entre ellos el español), la descripción del juego en la parte trasera de la caja también viene en los mismos idiomas. Las fichas son del tamaño correcto para jugar con los números en grande cada uno en su color y caben bien en los soportes que son bastante estables con sus patas montadas.
Y no se le puede pedir mucho más, no se ha hecho ningún alarde de diseño ni se han puesto fichas de madera ni bolsas de tela para meter las fichas para robarlas (recomendado), tenemos los 4 soportes negros y las fichas blancas con números de colores y nada más, esto es todo lo que necesitamos para jugar a Rummikub. Y el plástico hace que no pasa nada si se te cae el refresco en la zona de juego mientras estás jugando.
Opinión
No entiendo una casa con aficionados a los juegos de mesa que no tenga un Rummikub en una estantería. Es un juego perfecto, apto para todos, fácil de explicar y de jugar, rápido de sacar a mesa y de desplegar, imprescindible. No se trata de un puzzle sesudo como los que ofrecen nuestros euros ni de una aventura épica como una partida de ameritrash ni de recrear un episodio histórico como en un wargame, Rummikub es diversión pura, sin añadidos. No te lo pienses y pon uno a tu colección ¡YA!
Conclusiones
Pues mi conclusión es que es un juego que todos debemos tener, para toda la familia, para todos los grupos de amigos. No siempre buscamos una actividad sesuda que ponga a prueba nuestras neuronas, a veces sólo queremos pasar un buen rato disfrutando de la compañía del resto de jugadores. Yo he jugado al Rummikub desde siempre y espero seguir jugándolo siempre.
Valoración Subjetiva
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