Nos toca hablar de Ragnarocks, un juego que se lanzo por campaña de crowdfunding y que ahora podemos ver en castellano por Delirium Games.
Ragnarocks, una batalla a campo abierto
Ficha
Ragnarocks
- Diseño Gord!
- Ilustración Clark Miller
- 2 Jugadores
- 30 minutos
¿De qué va?
En Ragnarocks nos enfrentaremos a nuestro rival en un duelo directo por conseguir controlar las áreas más grandes. Un título que nos puede recordar en ciertos aspectos a una joya de la corona como es Santorini.
Ragnarocks es un juego de mecánicas tremendamente sencillas, jugaremos sobre un tablero dividido en casillas que conforma el terreno que deberemos controlar. El objetivo es conseguir controlar el mayor número de casillas posibles al final de la partida.
Al inicio de la partida los jugadores colocan sus 3 unidades en lugares opuestos del tablero, a partir de ahí por turnos podremos realizar una acción y colocar una piedra.
Movimiento y acción
En su turno el jugador activo podrá coger una de sus 3 unidades y moverla en cualquier dirección todas las casillas que quiera siempre y cuando no atraviese ninguna casilla en la que haya otra unidad o una piedra.
En el momento que termine su movimiento podrá coger una piedra y seguir el mismo procedimiento, mover esa piedra en cualquier dirección todos los espacios que quiera en línea recta siempre y cuando no atraviese ninguna casilla en la que haya otra unidad o una piedra.
Ya está, es todo lo que podemos hacer en nuestro turno.
La gracia de todo esto reside en que tendremos que intentar crear espacios cerrados lo más grandes posibles y que dentro solo haya unidades nuestras, porque en el momento que esto suceda, la unidad deja de estar disponible pero ya esa zona estará en nuestro poder, no se podrá interactuar con ella y nos dará tantos puntos como el número de casillas que componen la zona.
Cuando ninguno de los dos jugadores pueda realizar ningún movimiento se procede a puntuar y a correr.
Adicionalmente, Ragnarocks incluye una serie de personajes que nos otorgan una habilidad o beneficio. Este mazo le da el giro más interesante al juego aportando una gran variabilidad.
Estética y componentes
Ragnarocks nos recuerda hasta en esto a Santorini, caja grande porque trae 6 miniaturas de resina y un porrón de piedras, además una base para poner el tablero en altura que también sirve para guardar los componentes.
Una producción en la que no vamos a encontrar miniaturas de gran calidad pero que sí es bastante resultona y queda muy bien en mesa.
Si tengo que ponerle una pega, al poner el tablero encima de la base es algo fino lo que hace que tienda a inclinarse un poco por los lados, algo que con el peso y las partidas se le va quitando.
Escalabilidad
Como veis, desde el principio de la reseña os estoy hablando de Ragnarocks como un juego para 2 jugadores y en verdad en la caja pone que es hasta 6 ¡Que no os cuenten milongas!
Esto es un juego abstracto para 2 jugadores donde cualquier otro formato es un apaño que no funciona y que entra dentro de esa idea de las editoriales de meter con calzador un rango mayor de jugadores. Ojo, esto no es culpa de Delirium que licencia el juego como le viene, pero por favor no se que sentido le ven a meter un rango de jugadores mayor que luego alguien lo pruebe y se lleve una increíble decepción.
Lo dicho, no hay sentido a jugar a este título a más de dos jugadores porque lo único que hace es dividir la toma de decisiones de las unidades y poco más.
Conclusiones
Mira que ya habíamos dicho que Ragnarocks era un juego con una idea muy maja que nos llamaba la atención desde hace tiempo, su parecido con Santorini es inevitable y aunque la mecanica de movimiento y puntuacion es diferente en sensaciones hay mucho que comparar.
Ragnarocks es un juego de reglas sencillas que compone un enfrentamiento directo, de partidas rápidas y al que te enganchas en pocos minutos. Juego a 2 que cuando sale a mesa sueltas la frase de al mejor de 3 o al mejor de 5 porque una te sabe a poco.
La gracia y la magia suele estar en la sencillez y lo fácil que es asimilar como se gana y que estos juegos de corte abstracto siempre encajan como un guante porque se adaptan muy bien al nivel de experiencia de los jugadores.
Dentro de esta liga de juegos podemos encontrar el ya nombrado Santorini, Warchest (este ya es mucho más profundo y táctico) u Onitama.
Hay que pensar que dentro de esta línea de juegos, Ragnarocks es el título más flexible y menos castigador con los jugadores, en comparación con Onitama en el que cualquier movimiento que se produzca de mitad de partida para adelante te puede hacer perder o Santorini que es incluso más penalizador con los jugadores.
En este, podemos encontrar más posibilidades de recuperarnos de una mala jugada o incluso llegar a remontar, es el beneficio de estar ante un juego de control de zonas y en el que las puntuaciones van como más secuenciadas en vez de que lograr un objetivo nos de la victoria directa.
Esto no quita que Ragnarocks sea un juego que los más experimentados disfrutarán igualmente, hay muchas posibilidades tácticas en el juego y sigue siendo un título con 0 azar, donde todo depende única y exclusivamente de los jugadores.
Una de las partes más negativas y a la vez más positivas, son los personajes y sus habilidades, totalmente imprescindibles para que el juego se disfrute en su esplendor pero que tendrás que vigilar cuando montes la partida porque hay algunos personajes que anulan a otros y los hacen inservibles, lo que viene siendo el mal de las prisas de Kickstarter. Este hecho no es preocupante porque hay muchas y mucha variedad pero si hay que vigilarlo.
En definitiva, Ragnarocks juega en una liga de juegos que yo disfruto muchísimo, un título en el que todo depende exclusivamente de los jugadores y en el que una experiencia de apenas 30 minutos concentra mucho que disfrutar. Un juego que siendo un poco más ligero que otros de su mismo tipo explota de maravilla esta característica.
Valoración Subjetiva
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