Polis vuelve a las tiendas en una nueva y renovada edición a la que la editorial Devir Iberia le ha dado un cariño especial. Un juego de Fran Díaz que ha tenido algunos cambios y que ahora se presenta en nuestra mesa.
Polis, la lucha por la hegemonía entre Atenas y Esparta
Ficha
Polis
- Editorial: Devir Iberia
- Diseñador: Fran Díaz
- Ilustrador: Enrique Corominas (portada) y David Esbrí (mapa y juego)
- 2 jugadores
- 120 minutos
¿De qué va?
El juego se desarrolla en el siglo V antes de Cristo cuando las Polis (ciudades estado) eran el centro de la vida cultural y política. Tras unirse para derrotar a Persia las ambiciones de Atenas y Esparta chocan desencadenando la Guerra del Peloponeso. Los jugadores tomamos el control de estas dos ciudades estado para atraer a nuestro bando el mayor número de Polis y así conseguir más prestigio que nuestro rival. La diplomacia, la guerra y el comercio serán necesarios para conseguirlo, ¿te atreves?
¿Cómo se juega?
Polis trae un estupendo libro de reglas donde todo está muy bien explicado así que os animo a leerlo y no voy a ponerme a copiar aquí lo que dice. De todas formas sí vamos a dar unas pinceladas básicas para que se pueda ver cómo funciona el juego.
El tablero está dividido en dos partes bien diferenciadas. A la izquierda está el mercado con el valor de los recursos y la producción que se puede recaudar como tributos de cada una de las regiones. Y a la derecha tenemos el mapa representando a Grecia, Sicilia y parte de la costa de Turquía así como los mares Egeo y Jónico. Cada Jugador coge las cartas de sus ciudades iniciales y coloca en el mapa sus tropas representadas por cubitos de madera, los hoplitas (soldados de infantería pesada) en los territorios y las galeras en los mares así como el próxeno (diplomático) y un mercader, y empezamos.
La partida se divide en tres eras llamadas Alfa, Epsilon y Omega, cada era empieza con un evento aleatorio que puede afectar a uno o a ambos jugadores y después se juega un número variable de turnos hasta que los dos pasen. En su turno cada jugador hace dos acciones distintas de 11 posibles:
- Crear hoplitas: añadir soldados al mapa pagando recursos.
- Crear galeras: añadir galeras al mapa pagando recursos.
- Crear mercaderes: colocar un mercader en tu puerto comercial pagando recursos.
- Desarrollar un proyecto: construir un edificio, una obra de arte, contratar a una personalidad, celebrar una fiesta o evento, pagando recursos.
- Mover hoplitas pagando prestigio.
- Mover galeras pagando prestigio.
- Asediar una Polis: conquistar militarmente ciudades neutrales o del contrario pagando prestigio.
- Recaudar tributo: conseguir recursos de las zonas controladas pagando prestigio.
- Comerciar: comprar trigo o plata con ayuda de otros recursos.
- Mover próxeno pagando plata.
- Instigar guerra civil: controlar una ciudad neutral o del contrario por medio del próxeno pagando plata.
Cuando los dos jugadores pasan cambiamos de era hasta completar las 3. Un jugador puede perder la partida antes del final si termina una fase de fin de ronda con 0 puntos de prestigio, si en cualquier momento debe pagar prestigio y no puede o si durante la fase de alimentación sólo controla su capital y no puede alimentarla. Si nada de esto ha sucedido sólo queda ver quién ha conseguido más puntos para determinar el ganador. Los puntos nos los da el prestigio conseguido durante la partida y la población de nuestras Polis y el prestigio a la posteridad que nos dan los proyectos de las mismas.
Veamos también cómo se lucha, en cada una de las eras hay un límite de tropas de cada bando que pueden ocupar un territorio o zona marítima y si al final del turno se superan las 8 unidades en una zona se produce un combate. El sistema de combate es mediante un mazo común de cartas tácticas que el atacante juega y el defensor debe igualar o sufrir bajas, la lucha dura hasta que uno se retira, hasta que al final de una ronda el defensor tenga 2 unidades o menos o hasta que se termine el mazo de cartas de batalla. Las tropas no salen de la zona aunque se retiren por lo que la batalla podría continuar en el turno siguiente.
Rejugabilidad y jugabilidad en solitario
La rejugabilidad parece que es infinita, cada partida es diferente, los eventos proponen una situación inicial distinta cada vez y los primeros intentos de dominar Polis por parte de los jugadores pueden salir bien o mal, un jugador puede tener previsto empezar siempre igual según su bando, pero eso no significa que el resultado siempre vaya a ser el mismo.
En cuanto a la jugabilidad en solitario creo que es bastante baja, siempre puedes intentar hacer lo mejor para cada bando, pero los combates sí serían imposibles salvo que las cartas se seleccionen de forma aleatoria o se elijan con alguna regla fija.
Estética y componentes
La calidad de los componentes es sobresaliente, un tablero montado perfectamente ilustrado y con huecos troquelados para colocar los cubitos de madera en su sitio sin que se muevan cuando no deben. Los tableros de los jugadores también son en cartón grueso y con los huecos para los marcadores también troquelados.
Está perfectamente ilustrado además de la espectacular portada de Enrique Corominas. El juego trae dos hojas de ayuda bastante completas y las reglas están claras y bien explicadas y con ejemplos para aclarar dudas.
La edición es en español y en inglés por lo que dentro de la caja viene 2 reglamentos, 4 cartas de ayuda y 2 mazos de cartas de evento (que son las únicas que tienen texto).
¿Qué me ha parecido?
Me ha encantado, Polis es un juego magnífico. Espero pronto poder darle muchas más partidas. No tuve la oportunidad de jugar la primera edición por lo que no puedo compararlo con este y no sé si es más sencillo o si está mejor desarrollado, pero este ha salido redondo.
Es un wargame con una calidad superior en sus componentes y en su edición, y eso debemos agradecerlo. Los wargamers tenemos un miedo visceral a la madera, no sé lo que nos pasa pero durante muchos años corríamos despavoridos cuando abríamos una caja y había cubitos de madera, salvo que también hubiesen pegatinas con unidades militares para ponerles encima.
Juegos como los COIN (serie de juegos de GMT diseñada por Volko Ruhnke basada en la Contra INsurgencia) o el reciente Nevski (también del gran Volko) nos enseñan que la madera también puede ser nuestra amiga, y este es uno de esos casos. Me estoy refiriendo desde el principio a este juego como wargame, y es curioso porque hay partidas en las que hay muy pocos combates directos, a veces la confrontación sólo se refleja en los asedios a las ciudades o en los bloqueos de las zonas marítimas, pero desde el principio de la partida se siente esa lucha, esa guerra entre las dos potencias por el control de las Polis.
Además, si lo que te gusta es la gestión económica de los recursos, te vas a hartar porque durante todos tus turnos la pregunta es ¿de dónde saco esta plata para provocar esta guerra civil? o ¿de dónde saco este prestigio para lanzar mis hoplitas o mis galeras contra el enemigo? Y eso se llama logística, que es la madre de todas las batallas.
Antes he nombrado el Nevski (investigad que también es un juegazo), en el que aprendí lo catastrófico que puede ser para un ejército el no calcular bien la cantidad de suministros necesarios para una campaña militar, pues este juego está en esa liga, más sencillo pero con conceptos parecidos. Siempre recomiendo a todo el mundo que si tiene la posibilidad pruebe un juego antes de comprarlo, y este no va a ser una excepción, pero si te gusta la lucha y la administración de la misma, no sólo el combate directo, este te va a encantar.
Conclusiónes
Estamos ante uno de los mejores juegos juegos diseñados por un autor español, y a su trayectoria me remito. Además las reglas han sido revisadas por el mismo para mejorarlas y Devir ha logrado una edición magnífica con componentes de calidad muy alta, y tiene una duración contenida, las partidas duran entre 90 minutos y 3 horas.
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