El Servicio Imperial son las garras del Dragón, un pequeño ejército formado por un conjunto de unidades tácticas de la Policía Judicial y Militar, regimientos penales, unidades cedidas como refuerzo por el Ejército Imperial, y tropas especiales al servicio directo del Emperador. La misión fundamental de este cuerpo es preservar el imperio de la Ley y el Orden, así como defender Yu Jing de cualquier enemigo interno o externo.
Como veis, Yu Jing no se anda con chiquitas y es que por eso es una de las naciones humanas más fuertes en el juego.
Con este action pack, puedes empezar a jugar ya que dispones de diez miniaturas bien potentes, pero yo no os voy a hablar de ello dado que, pese a que me gusta Infinity, juego un par de veces al año (y con miniaturas prestadas hasta ahora) con lo que no estoy en disposición de opinar, por lo que me voy a centrar en la otra faceta del juego, la del hobby.
El primer punto en el que hago parada es en el embalaje, en la caja que te llama la atención para que vayas a la estantería de la tienda. Os puede parecer algo “tonto”, pero es que si no te llama la atención va a ser difícil que te mires la caja.
En este caso, ese color amarillo con una ilustración, por un lado, oscura y por el otro llena de neones, te lleva a inspeccionar y ver unos personajes muy característicos en una de sus tapas y en el otro las diez miniaturas que encontrarás en el interior.
Un interior con una robusta caja de cartón que contiene las bolsas de las miniaturas y peanas en un separador de cuatro espacios para que vayan bien protegidas.
Una vez desempaquetado todo, toca el ensamblaje.
Aquí tengo que decir que ha sido la parte más ardua. En los últimos años, el plástico y la resina ocupa el mayor porcentaje de uso en las miniaturas, y encontrarme las minis de metal por un lado me ha generado una explosión de alegría dado que es lo que había cuando yo empecé a coleccionar minis, pero a su vez me ha dado una bofetada de realidad que os paso a explicar.
El metal proporciona un nivel de detalle espectacular, y más si cuentas con escultores de nivel y el equipo técnico de Corvus Belli que son unas máquinas. Estas minis tienen una calidad de detalles muy altas y cada una de ellas por si sola merece una exposición.
Pero trabajar con el metal hace más difícil su ensamblaje. Aun usando el pegamento más adecuado y fuerte, tiende a secar más lento y el peso de las piezas te obliga a estar “tenso” un buen rato.
A eso debo sumarle que algunas rebabas y puntos de inyección que debes cortar me han generado dudas y corregir algún exceso de corte te pasa factura porque luego no encaja bien. Mi vista no es la que era y algo siempre se me escapa, además de no tener unas instrucciones que te den una visión de las piezas.
Esto con el plástico es más remediable con algo de calor, una reestructuración de la posición, pero con el metal no y debes andar con mucho cuidado.
Aun así, conseguí montarlas y el resultado es brutal.
En cuanto a la pintura, estuve viendo varias opciones por diferentes canales de youtube o en la propia web de Corvus Belli, pero debía partir de que la mayoría (por no decir todos) usaban los botes de Vallejo y yo tengo muy pocos de ellos, con lo que tuve que ir buscando similitudes para tener un esquema parecido entre mis otros botes de pintura (principalmente Citadel).
El primer paso, la imprimación, la realicé en negro que, aunque mi vista le cueste más al principio, le da una base harmonizada para que el resto de los colores cojan la fuerza necesaria que me gusta mucho más que el blanco. Podría usar el gris y mi vista lo agradecería, pero yo que sé, cada uno tiene sus manías.
A partir de ahí, a jugar con los diferentes colores para conseguir ese amarillo tan característico de Yu Jing y luego los detalles de color negro y metálicos que generar un contraste muy potente.
No he terminado de pintarlas todas, cosas de la vida de adulto, pero estoy deseando poder tener una buena tarde libre para terminarlas.
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