Gutenberg es un lanzamiento de la editorial Granna encuadrado dentro de su línea expert, un juego que nos traslada al Siglo XV en plena aparición de la imprenta.
Gutenberg, el nacimiento de la imprenta
Ficha
Gutenberg
- Editorial: Granna
- Diseño: Katarzyna Cioch, Wojciech Wiśniewski
- Ilustración: Rafał Szłapa
- 1-4 jugadores
- 60-120 minutos de duración
- +10 años
¿De qué va?
En Gutenberg nos trasladamos al nacimiento de la imprenta, una época en la que poco a poco se fue forjando una de las partes más importantes de la comunicación y de la forma que tenemos de entender los libros actualmente.
Como maestros de lo que se podría denominar casi una artesanía queremos convertirnos en el verdadero referente, para ellos diseñaremos y evolucionaremos mientras entregamos los proyectos a nuestros clientes.
Gutenberg se juega a lo largo de 6 rondas divididas en las siguientes fases:
- Fase de ruedas
- Planificación
- Coger proyectos
- Comprar tintas
- Desarrollar artesanías
- Conseguir ruedas
- Patronaje
- Cumplir proyectos
Fase de ruedas
Esta fase se omite en la primera ronda, básicamente porque no disponemos de ninguna rueda.
Este es como el elemento más original del juego y es que podremos tener hasta 3 ruedas que engranan entre sí y que al principio de cada ronda giraran dejando solo como posibles activaciones una de las 3 zonas de cada rueda.
Planificación
En esta fase los jugadores dispondrán de una serie de cubitos con los que pujaran por el orden de turno para realizar las siguientes fases, esto se hará de manera oculta para posteriormente revelar las pujas todos a la vez, el jugador que más puje por cada una de las siguientes acciones será el primero en ejecutarla y en caso de empate se resolverá por el orden de turno (este alterna cada ronda).
Coger proyectos
Los proyectos son los objetivos en Gutenberg y tienen la peculiaridad de que se cogen en pareja, siempre que vayamos a coger un proyecto tendremos que coger uno de sellos de letra y uno que requiere tintas y desarrollos de artesanía.
En el momento de cogerlos se convierten en un único objetivo por lo que cuando vayamos a cumplirlo tendremos que hacerlo todo a la vez. No obstante, se puede cumplir parte del objetivo pero lo que no cumplamos lo perdemos.
Los proyectos nos otorgan principalmente dinero, que es lo que necesitamos para comprar las letras y las tintas, y puntos de victoria.
Comprar tintas
Por orden de puja podremos coger un set de tintas, que puede ser de 1, 2 o 3 siempre de una misma línea y hay que cogerlas en orden teniendo que pagar por la segunda y tercera tinta.
Desarrollar artesanías
Por orden de puja, podremos activar unas cartas que nos permiten subir niveles en los track de artesanía, requisito para poder cumplir objetivos. Además estas artesanías nos dan puntos de victoria si conseguimos llegar a los niveles finales.
Conseguir ruedas
Por orden de puja podremos adquirir ruedas para nuestro sistema de engranajes esto son una serie de beneficios y acciones que podremos activar una vez en cada ronda y siempre de la zona de la rueda que esté operativa, como calibrar estos engranaje “debería” ser la parte más atractiva del juego.
Patronaje
Volvemos a ejecutar por orden de puja y aquí lo que tendremos es una serie de beneficios y cartas con otros objetivos diferentes a los proyectos, estas cartas otorgan puntos de victoria al final de la partida y cada carta solo se puede reclamar una vez.
También hay que tener en cuenta que las cartas no están disponibles siempre si no que se ven al principio de la partida pero van estando disponibles a medida que avanza la partida.
Los beneficios son un factor más secundario pero nos permite conseguir dinero, tinta, subir niveles de artesanía o recoger proyectos.
Cumplir objetivos
Por orden de turno, los jugadores podrán cumplir objetivos parcial o totalmente pero siempre hay que tener en cuenta que una vez cumplido parcial o totalmente uno de estos objetivos se descarta, no pudiendo hacer lo que faltó.
Los objetivos siempre incluyen letras, tintas y niveles de artesanía. Las letras y niveles de artesanía solo hay que tenerlas para cumplir los objetivos, mientras que las tintas se descartan.
Además de todo esto, durante la partida podremos activar nuestras ruedas y podremos comprar letras en cualquier momento de nuestro turno. Las letras tienen un coste progresivo de una moneda más que las letras tengamos con anterioridad.
al final de la partida, sumaremos a los puntos ya logrados 8 puntos por cada carta de patronaje más los puntos que tengamos por llegar a niveles finales de artesanía, una puntuación residual por dinero sobrante y el jugador con más puntos de victoria gana.
Escalabilidad
Gutenberg no es un juego en el que la escalabilidad sea algo importante, realmente su sistema de mercado es tan básico que lo único que hace es añadir un elemento más al mercado por cada jugador adicional y así en todos los mercados.
Más allá de esto, la interacción debería estar en el sistema de pujas pero adolece de un problema y es que en un sistema de pujas con 6 posibles elementos por los que pujar y apenas entre 7 y 10 cubos para realizar las pujas, pues vas tan ajustado si quieres hacer varias cosas que la tendencia es que las pujas acaben resolviéndose al desempate que se decide por el orden de turno.
Si tuviéramos que elegir un rango de jugadores sería posiblemente 2, no hay absolutamente nada que motive meter más jugadores en la partida y el sistema de pujas va a ganar en presencia cuando con tan pocos cubos competimos entre dos jugadores.
Como anécdota puedes pujar hasta 6 cubos por una acción, pero si tienes entre 7 y 10, ya me dirás como pujas 6 cuando de normal, mínimo quieres hacer 4 acciones.
Estética y componentes
Gutenberg es un juego que destila aire clásico por todos lados, tanto a nivel materiales como en ilustraciones donde podremos ver algo muy reconocible en los juegos de Alea de hace ya algunos años. El estilo de juegos como Castillos de Borgoña, En el Año del Dragón o Puerto Rico es lo que vamos a poder ver en este Gutenberg, a nosotros ya nos sueña demasiado clásico pero si es tu estilo adelante.
El mayor problema viene por la calidad de los componentes y es que no es casi de recibo que el juego venga con unos tableros de juego tan finos que desde la primera partida empiezan a combarse, esto podría pasar hasta desapercibido si no hubiera nada que necesitara que estos tableros fueran funcionales, pero no es el caso.
Gutenberg propone como atractivo un sistema de ruedas que pretende ser la mecánica más divertida del juego (ya hablaremos de esto) y que de raíz ya tiene problemas graves. A un tablero fino, sobre el que un pivote de madera debe hacer girar las ruedas le sumamos unas ruedas del mismo grosor y calidad que los propios tableros, que pasa, que esto no funciona.
Las ruedas dan problemas constantemente y no giran ni encajan bien porque todo el sistema en sí es de una calidad baja que para lo que pretende no llega.
Además, el otro aliciente que deberían ser las letras de imprenta que las han hecho en madera son tan oscuras y enrevesadas que no se perciben bien cuando vas a cogerlas, siendo apenas 4 vocales tienes problemas para distinguirlas.
Contexto
Gutenberg es el ejemplo claro de lo que viene siendo un juego de corte eurogame de mecánicas muy sencillas, si decíamos que nos recordaba a juegos de Alea por su aspecto visual, también lo hace por cómo funciona.
Una sencilla mecánica de pujas y un mercado para ir cumpliendo objetivos consiguiendo diferentes elementos.
Si tu grupo de jugadores ya ha llegado a Borgoña, Fertility o casi cualquier Knizia no tendrás problemas para que Gutenberg te cuadre.
Conclusión
Gutenberg se presentó como una de las alternativas a convertirse en éxito durante la feria de Essen 2021, llegó sin apenas información y con un número limitado de unidades que se vendieron antes del final de la feria.
Para Granna una editorial acostumbrada al juego infantil suponía el primer salto hacia los juegos de corte más eurogame y a lo mejor no es que fuera tan buena idea dar ese salto.
Partimos de la premisa de que Granna no es precisamente una editorial innovadora en sus diseños y en lo que se viene siendo el público infantil y familiar solemos ver formatos muy habituales, fruto de esto el riesgo en Gutenberg iba a ser comedido ya lo sabíamos.
Nos encontramos ante un diseño que destila euro clásico por todos lados y si solo fuera eso pues bien, pero es que se ve más viejo que clásico la verdad.
Para situarnos estamos ante un juego donde deberemos cumplir contratos bajo dos mecánicas principales, una de pujas y el típico mercado donde voy comprando las cosas que necesito. Para darle un pequeño giro a todo esto y que el juego tenga algo original tenemos un sistema de ruedas que engranan entre sí y de las que deberíamos medir el timing puesto que solo se activa una zona de cada rueda por ronda.
Hasta aquí bien o por lo menos la propuesta parecía interesante pero no deslumbrante, pero ya.
Gutenberg adolece de varios problemas de base que lo hacen bastante tosco y sobre todo es un juego que se desactiva así mismo. Si realmente vemos que es lo que te pide el juego se nos queda en un juego de recoger “recursos” para cumplir contratos y ya está.
Esto le pasa porque sus dos mayores alicientes no funcionan, el primero de ellos que podría ser atractivo es un sistema de pujas oculto en el que los jugadores compiten por el orden de compra y que ya de entrada tiene dos problemas graves, el primero es que no me puedes poner entre 7 y 10 cubos para 6 posibles pujas el margen de maniobra es absolutamente nimio y más en un juego que de seguro vas a querer pujar todas las rondas por al menos 4.
Además, los mercados son tan similares entre sí por la poca variedad que hay, salvo en el mercado de desarrollo de artesanías y en el patronaje, en los demás no notas que tengas que conseguir ganar las pujas si o si.
El otro aliciente del juego es el sistema de ruedas que ya de por si tiene un problema físico de componentes que no funcionan bien y que con las partidas va a peor, no puedes querer que unas ruedas engranan y funcionen entre sí, si el soporte de las ruedas y las propias ruedas son de muy mala calidad.
Aparte hay tan poca necesidad en el juego, que las acciones de las ruedas se quedan como perdidas y no ganan un interés mayor, ni siquiera sientes durante la partida que te importe mucho la posición de las ruedas, haces lo que tienes disponible en ese momento y listo.
Esto que debería ser la mejor propuesta de Gutenberg pasa tremendamente desapercibido a partir de la segunda partida.
Al final Gutenberg es un juego de recolección de recursos para cumplir objetivos al que le sobran sus mayores alicientes.
Valoración Subjetiva
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