El sarao organizado por los Magos de la Costa sigue dando que hablar. Y la verdad, no me extraña.
Dungeons & Dragons es con toda seguridad el juego de rol más influyente desde siempre, y a pesar de sus baches y errores, sigue encabezando ventas y número de partidas jugadas en el mundo entero. Un juego y un sistema de juego que han servido de base para la creación de muchos otros entornos de campaña y juegos, muchos de ellos de gran éxito. Y la notoriedad alcanzada en los últimos años lo ha alzado aún más a la cima de la popularidad gracias a productos basados en su sistema pero externos a él, como Critical Role.
Pero su importancia e influencia va más allá del fan y del juego. Dungeons & Dragons, como sabréis, es un juego publicado por Wizards of the Coast y esta es propiedad de la todopoderosa empresa juguetera Hasbro.
Lo que no sabe todo el mundo es que las ventas de Dungeons & Dragons corresponden al 22% del total de ventas de Hasbro y alrededor de un 70% de sus beneficios. Es decir, la importancia de la IP dentro de la poderosa juguetera es muy grande. O eso leí en un artículo sobre los datos empresariales de estas empresas, publicado a raíz de este asunto.
Con el movimiento de los cambios en la nueva OGL 1.1 se pretendía ampliar esos beneficios a costa de las creaciones ajenas, de un modo muy similar a como Game Workshop está administrando sus propias IP.
(Si queréis conocer más paralelismos sobre esta relación, podéis informaros en este enlace)
Pero, como comentamos en el anterior artículo, sus medidas han sido draconianas y la afición ha reaccionado.
La afición de los juegos de rol está formada por un grupo heterogéneo de gente que incluye a la gran masa de jugadores y un número menor pero influyente de creadores. Entre estos creadores se incluyen a gente como los archiconocidos Critical Role o a gente anónima que vende su material de juego a través de mecenazgos o la web que Wizards of the Coast ha preparado para ello, llamada DM Guild.
Con la nueva propuesta de la OGL se ha puesto en peligro esa libertad creativa que es el pan de cada día de mucha gente, o al menos una manera de generar ingresos, y con ello la confianza que el fan tenía sobre la marca.
Por ello las grandes editoriales se unieron para formar el llamado O.R.C., una licencia creativa abierta firmada por varias empresas.
Esto no tardó mucho en anunciarse y más empresas se ha unido bajo esta licencia y muchas compañías han lanzado voces en redes sociales para captar a creativos, no solo de material de juego, sino también a creadores de contenido online que hagan, por ejemplo, partidas de rol emitidas.
Este movimiento de anunciar su propia OGL no se ha quedado en Estados Unidos. En Europa la conocida Free League anunció no una sino dos OGL, una relacionada con su motor de juego Year Engine y otra relacionada con su nuevo juego Dragonbane, el cual está teniendo un éxito tremendo, como ya podíamos imaginar. Si queréis saber más sobre este anuncio, podéis leerlo aquí.
Y es que este es el momento de quitarle su trozo del pastel a Dungeons & Dragons. En su época más dorada, a las puertas del estreno de su próxima película Dungeons & Dragons Honor entre ladrones, y a punto de celebrar su 50 aniversario (2024) este error causado por la avaricia de unos directivos que entienden mucho de números pero no conocen a la afición de los juegos de rol, hace que se haya perdido esa confianza en la marca. Ante esta pérdida de confianza, si alguien logra generar una OGL atractiva para los creativos y que salga rentable para aquellos con más iniciativa, podrá hacerse con un hueco mayor en el mercado.
Por su parte, Wizard of the Coast ha lanzado un comunicado tibio a través de Beyond D&D dando gracias a la afición por hacer sentir que apreciamos tanto a su juego. Mensaje que ha sentado bastante mal a los aficionados.
Poco después, Kyle Brink, productor ejecutivo de D&D, lanzó un comunicando presentado una disculpa, algunas aclaraciones, una especie de rectificación, y el anuncio de sus próximos pasos.
Las aclaraciones tratan de calmar los ánimos ante una afición enfurecida que no únicamente lo han notado en las protestas en redes sociales sino dónde más les duele, en el dinero, con la retirada de decenas de miles de usuarios de su plataforma de juego online.
Estas aclaraciones indican entre otras cosas:
- Los productos publicados a día de hoy bajo la OGL 1.0a no se ven afectados por los cambios futuros.
- No habrá regalías o informes financieros.
- La propiedad intelectual del contenido publicado seguirá siendo del autor.
- El material creado por los creadores de contenido en videos no se ven afectados porque siempre han estado protegidos bajo la licencia de contenido fan de Wizards of the Coast.
- Cualquier actualización de OGL seguirá permitiendo a cualquier creador publicar contenido en VTT y seguirá permitiendo a los editores de VTT usar contenido OGL en su plataforma.
- El contenido publicado en DMs Guild se publica bajo un Acuerdo de contenido de la comunidad con Dungeon Masters Guild. Esto no está cambiando.
Esta especie de rectificación, más bien una manera de calmar los ánimos, no es en realidad lo más importante. Aunque era algo necesario para que las aguas no desborden el río.
Kyle Brink anuncia que el día 20 de enero se publicará la documentación de una nueva OGL y será presentada ante el público de la misma manera que son propuestos los cambios de reglas para ONE D&D.
Durante dos semanas se presentará una encuesta abierta para que podamos revisar y comentar nuestro parecer. Antes del cierre de la encuesta se notificará para que quien quiera pueda completar la encuesta y tras ello, recopilarán y analizarán los resultados.
Opinión
A pesar de lo que parezca este culebrón dungeonero, los presentes días vividos podrían resultar de lo más beneficioso para la afición.
La presentación de nueva y diversas OGL con SRD de juegos diferentes a Dungeons & Dragons podría crear la aparición de juegos más allá del omnipresente D20. Más allá de sistemas D100 ya de sobra conocidos o de reglas que no son más que versiones de Dungeons & Dragons como las de Pathfinder, el saber que va a existir un SRD del Year Engine con el cual podamos crear nuestros propios juegos similares a Vaesen o Coriolis me parece una oportunidad excelente. Y como este ejemplo, seguro que habrá más.
Sin embargo, esto no podría sino ser un cascaron vacío si las OGL tardan mucho, están mal presentadas, si no son atractivas para los creadores de contenido o si no llegan a traducirse a otros idiomas. Es decir, tienen que ser utilizadas.
Respecto a los comunicados de Los magos de la costa (WotC), a través de Beyond D&D y Kyle Brink, llegan tarde, pero llegan. Igual se han tomado muy en serio eso de que un mago no llega ni tarde ni pronto.
Las críticas han llegado igual pero, ya han hablado y con la presentación de la nueva OGL han ganado tiempo para que los ánimos se enfríen.
No sabemos que presentarán en la nueva OGL, pero de seguro que no será tan absurdo como lo visto anteriormente. Lo que no quiere decir que sea bueno ni aceptable. Pero lo mejor es otorgarles el beneficio de la duda y criticar con el documento en mano (o en nuestras pantallas).
Lo que es seguro es que la confianza en WotC se ha perdido y que van a tardar en recuperarlo. Sin embargo, en mi opinión no lo tienen difícil.
Su película llega en marzo y a todos nos emociona verla. Es más, estoy seguro que toda la afición, incluso a quienes no les gusta D&D, irán a verla. Siempre habrá quien no la vea, pero ya me entendéis. La OGL no será algo que evite que vayamos a verla y disfrutar de ella. Y con ello los ánimos se verán más calmados todavía. Y pasado unos meses, a no ser que cometan un nuevo error grave, no se hablará de esto.
Más allá del ruido en redes debemos fijarnos en los detalles. La competencia ha dado un paso. Un paso que todavía no se ha ejecutado y que para ver sus frutos deberá pasar mucho tiempo. El tiempo rema a favor de WotC.
Los grandes adalides de la marca, Critical Role, apenas se han pronunciado y cuando lo han hecho ha sido de manera tibia. Ciertamente porque ellos serían de los primeros en negociar con WotC en sus propios términos y el perro no muerde la mano de su amo.
Si este grupo cambia de sistema sería un duro golpe para D&D, pero no parece que esto vaya a pasar o se vería reflejado en sus comunicados.
Mientras CR y otros tantos igual de conocidos sigan con D&D, tienen beneficiosa publicidad gratis durante mucho tiempo.
También debemos recordar que la gran masa de jugadores de rol no está en redes. Muchos ni se habrán enterado del asunto. Y si lo saben, a muchos les dará igual porque lo único que quieren es jugar con sus libros y mesa de juego.
Para mucha gente esto no es más que una lucha de editoriales en la que una ha cometido un error y el resto trata de obtener su trozo del pastel.
Por qué sinceramente, lo que Hasbro y Wizards of the Coast han tratado de hacer me parece absurdo, pero el resto de editoriales no son hermanitas de la caridad que alzan sus brazos ante la injusticia por altruismo.
Aquí hay muchos intereses.
Hasbro y WotC tienen los suyos.
El resto de editoriales menores tienen los suyos
Los creadores independientes tienen los suyos.
Y quienes jugamos a Dungeons & Dragons tan solo tenemos un interés, jugar a rol, sea el juego que sea. Si este culebrón hace que surjan más y mejores juegos con sistemas más diversos, seremos los auténticos ganadores. Aunque nuestras carteras no piensen lo mismo.