Desde hace mucho tiempo y como muchos sabréis El Club Dante lo integran un número de personas cada vez más grande. Entre redactores, podcasteros, redactores que también son podcasteros, youtubers de partidas de Rol que también son redactores y así hasta formar esta amalgama con la que tan bien y tan cómodos nos encontramos.
Aida, Montse, Toni, Funs Athal, Dani “El Furna”, Gixmo, Alberto, Yofri, Fredy y Job son parte de un equipo del que me encanta formar parte.
Pero esto no fue siempre así y durante un largo periodo esta web la conformaba un solo redactor, el que aquí les escribe.
Como imaginareis y aunque siempre había un intento por hacerlo, intentar acaparar toda la información del mundo de los juegos de mesa y hablar sobre el máximo número de títulos era una odisea inabarcable, además de que no tenía la capacidad ni el conocimiento como para poder hablar de ciertos ámbitos (ya fueran juegos infantiles, wargames, Rol, etc).
No es que me sintiera incómodo con el ritmo de las novedades, siempre he sido alguien apasionado de probar nuevos títulos y mezclar esto con partidas a los juegos que ya se habían convertido en parte de mis preferidos.
Probar juegos nuevos cada semana es uno de los mayores placeres que me produce el hobby y muchas veces prefiero probar algo nuevo antes de repetir partida a un diseño ya conocido por mucho que me guste… la curiosidad que se dice.
Con el tiempo se juntaron varias cosas, las ganas de seguir probando cosas que me apetecía probar sin dejar de lado el resto de títulos y hacer que la web de El Club Dante fuera cada vez más global uniendo para ello a verdaderos sabios de ramas que yo no controlaba de ninguna manera.
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La necesidad de llegar a más
No obstante me doy cuenta de que hay sectores que no tocamos y no somos capaces ni por talento, ni por conocimiento, ni por capacidad de llegar y aunque nos gustaría no podemos.
Contada nuestra historia, hablemos de algo que últimamente nos comparten muchos compañeros de otros medios y que no son capaces, porque no pueden o porque no quieren, de transmitir a sus seguidores “La Saturación”.
El 2023 ha sido el año de la rendición para muchos compañeros, después de un 2022 en el que la vorágine era tal que la rueda impedía coger perspectiva, parece que ahora es cuando realmente muchos se han dado cuenta o no de que algo no funciona bien.
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El influencer solitario
En todo medio de comunicación hay varias etapas a cumplir y una de ellas tiene mucha relación con ser un yo solo con todo. En el mundo de los Juegos de mesa, la gran mayoría de medios están construidos por una única persona y quitando el mundo de los podcasts donde hablar en solitario se complica, el resto de medios sobre todo audiovisuales son mujeres y/o hombres orquesta.
Esto les lleva al dilema complicadísimo de gestionar por el cual llega un momento en el que dejas casi de lado el hobby para dedicarte a ser “influencer” lo cual te obliga a quitarle tiempo al juego y añadirlo a comunicar, pero… si no jugamos de qué hablamos.
He aquí el gran problema con el que me he encontrado a un buen puñado de compañeras y compañeros que en charlas distendidas cuentan el cómo ya han dejado de disfrutar tanto jugando porque el poco tiempo que tienen lo dedican a probar de lo que tiene que hablar esta semana.
En muchos casos esto nos suele llevar al colapso y a lo que viene acabando casi como un odio a la que era tu afición. Es muy posible que en algún momento, yo mismo estuviera en esa situación y aunque es cierto que siempre he tenido la gran suerte de jugar muchisimo, puede ser que inconscientemente no siempre disfrutará al 100%.
Y no es porque tuviera que jugar juegos de mesa que me resultaron horribles para mis gustos, que también, sino que posiblemente en algún momento no elegí lo que quería jugar, sino lo que tenía que jugar.
Imaginaros una única persona que quiere absorber un volumen de lanzamientos mensuales por encima de los 30 o 40 lanzamientos, si hablamos de lo más importante. Entre todos estos se encontrarán juegos del gusto del comunicador y juegos que no, pues eso.
Con el hastío y la vida que también pasa mientras nos peleamos con estos dilemas, he visto compañeros que no llegaban a jugar más de 10 o 15 partidas al mes y aunque es evidente que con este volumen no se puede crear contenido, se seguía haciendo.
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Una retirada a tiempo
Desde aquí, lo único que os puedo decir es que si eres una de estas personas con las que ya he hablado de esto sabes mi opinión al respecto. Pero si no lo eres y aceptas un consejo, compañera/o acepta este pequeño consejo por el cual me gustaría que recuerdes que esta es tu afición.
Si has dejado de disfrutar de tu afición por comunicar y esto te resulta placentero genial, pero siempre piensa cual es tu afición preferida. No merece la pena estirar un chicle sin sentido por mantener ese pequeño grillo que llevas dentro llamado “ego”, es más interesante ser feliz y disfrutar de esta tu afición.
Si no juegas lo suficiente no vas a dar un contenido de calidad y si no disfrutas de esta afición tampoco vas a transmitir la pasión que antes te caracterizaba.
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La crítica
Antes de acabar y de dejarte unos pequeños consejos si me los quieres aceptar, toca dejar aquí una crítica.
Tratar de reseñar juegos de mesa con un bagaje de muy pocas partidas al mes no le hace ningún bien a nadie, pero sobre todo, no te hace ningún bien a ti.
No voy a entrar en el tema baladí de la responsabilidad, olvídate de esta parte, eres una persona que ha decidido ponerse delante de un teclado, un micro o una cámara pero eso no te obliga a nada. Es el espectador el que decide a quién ver, leer o escuchar y en el 99% de los casos lo que busca es alguien afín a sus gustos.
Si alguien que cree que la Tierra es plana se pone a grabar un podcast no le voy a hablar de responsabilidad, seré yo el que deje de verle o bueno, siempre puedo empezar a pensar que la Tierra es plana.
Dicho esto, ni creo que estés a gusto hablando de algo que no controlas por el mero hecho de ser la última novedad, ni creo que estés disfrutando.
No lo hagas, de verdad que no merece la pena y al final cuando alguien habla sin conocimiento de algo se nota y al final eso repercute en la opinión que tienen de ti y en el espíritu de porque haces esto.
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Consejos doy que para mi no tengo
Desde este pequeño sofá en una esquina del club terminó con un par de reflexiones, que ya he escrito mucho y en la esquina me están esperando Funs y Dani para mi primera partida de Rol.
No quiero ser yo quien te diga lo que tienes que hacer ni mucho menos, pero si por un momento te has visto representado en estas palabras y has llegado hasta aquí, intenta planearte alguno de estos escenarios:
- Únete a otro compañero.- Porque nos empeñamos en hacer solos lo que podemos hacer con más gente y compartir todo esto que tanto nos apasiona, tanto sea jugar como comunicar. Dejate el ego a un lado y haz que lo que abarques tenga un sentido.
- Si no estás jugando porque seguir.- Esta es la más dura, pero recuerda que esta es tu afición y el placer de comunicar no suple para nada el disfrutar de una buena mesa y mejor compañía.
- Especialízate.- Tratar de abarcar todo los juegos de mesa es como si alguien intentara abarcar todos los deportes, no solo no puedes y no debes porque tu contenido será de baja calidad, sino que es imposible que llegues a todo. Especialízate en la rama que más te apasione y seguro que empezarás a hacer un contenido de gran calidad.
En resumen, no quiero ver como llega el momento en el que vas desapareciendo por inercia o que acabas tan quemado que un día simplemente desapareces. Recuerda esta es tu afición y comunicar es una parte de ella, pero nunca la más importante.