Almanac es la original propuesta del autor Scott Almes en el que recorreremos el camino del Dragón a través de las páginas de un libro, un juego de la editorial Kolossal Games.
Almanac, recorriendo el camino del Dragón
Ficha
Almanac
- Editorial: Kolossal Games
- Diseñador: Scott Almes
- Ilustradores: Jacqui Davis
- 2-4 jugadores
- 60-90 minutos
¿De qué va?
Almanac nos plantea recorrer el llamado Camino del Dragón, para ello contaremos con una caravana que iremos mejorando a lo largo de la partida.
La parte más importante de Almanac y que se sale de lo tradicional es que el juego va cambiando el tablero según se van sucediendo las rondas de juego. Para esto cuenta con un libro tablero compuesto de diferentes escenarios por los que nos iremos moviendo al final de cada ronda.
Arrancaremos nuestra partida en la página 1 y al finalizar la ronda se realizará una puja que permitirá al jugador que la gane, elegir el camino a seguir y a que pagina dirigirnos. Además, también tendrá preferencia sobre lo que suceda en la carta de encuentro.
La gracia de este juego también radica en que aunque la base sea un juego de colocación de trabajadores, cada página tendrá una serie de reglas que cambian la forma de jugar de una ronda a otra.
En cuanto al juego en sí, la mecánica es muy sencilla y estamos ante un juego más tradicional en este sentido.
En cada turno, el jugador activo colocará a uno de sus trabajadores en una casilla disponible y ejecutará la acción. Entre las acciones disponibles:
- Recolectar recursos
- Vender recursos
- Coger nuevos contratos
- Cumplir contratos
- Mejorar la caravana
- Casilla de la tienda que nos permite o coger un recurso o vender todos los recursos de un tipo a 3 monedas cada uno.
Así iremos realizando acciones hasta que todos los jugadores hayan pasado y se acabará la ronda en curso.
Con esto tendremos un juego de carácter económico en el que el objetivo prioritario será sacar el mayor rédito económico posible, puesto que el jugador que más dinero tenga al final de la partida, será el vencedor.
Un juego de carácter sencillo pero con detalles muy originales que hacen que la partida vaya evolucionando.
Además, el juego va contando una pequeña historia, ligera, pero que dotan al juego de un carácter agradable sobretodo para el público más familiar.
Escalabilidad
Almanac es un juego de colocación de trabajadores donde la presión del bloqueo de las acciones juegan un papel fundamental. Además en este juego concreto hay acciones que tienen muy pocas casillas a lo largo de toda la partida y esto se torna vital.
El juego viene con un sistema preparado para 4 jugadores principalmente y unas reglas adaptadas para 2 jugadores, dejando algo más descolgadas las partidas a 3 jugadores.
Nuestro número preferido sería 4 jugadores por ese aprovechamiento de las oportunidades y en segundo lugar 2, por esa buena adaptación a 2 que viene en las reglas.
Estética y componentes
Almanac es un juego de esencia familiar, su aspecto y componentes tiran a lo colorido con unas ilustraciones de corte infantil y una narrativa que sigue la misma línea.
Cabe destacar el inserto y las pegatinas que vienen con el juego que te ayudan a separar todos los componentes y etiquetarlos. Esto hace que el juego fluya mucho mejor puesto que cada vez que necesitas un componente nuevo, el juego ya te indica en qué parte del inserto está exactamente.
La parte del libro es la más llamativa del juego y viene con un material plastificado que permite que el juego no sufra con las partidas.
Lo mejor y lo peor
Pros
- Su original sistema de rondas que cambia las páginas y las reglas tras cada ronda.
- La evolución de las reglas que va sucediendo en la propia partida.
Contras
- Algo caro para la relación de componentes que trae el juego.
- Dependencia del idioma, tanto para la toma de decisiones entre páginas como para el hilo argumental.
Contexto
Almanac es un juego de contexto familiar muy cerrado. A través de una mecánica muy sencilla de colocación de trabajadores nos meteremos en un juego de corte económico que se puede jugar perfectamente en familia y que incluso invita a ello.
Un aspecto colorido y una narrativa ligera acompañan a este juego que puede convertirse en un introductorio de cabecera.
Conclusión
Si hay algo que le podemos alabar a Scott Almes, es su ganas de innovar y cambiar cosas, la suerte es que suele acertar bastante más que nuestro amigo Friedeman Friesse.
En esta ocasión nuestro querido diseñador coge una mecánica tradicional y le da un giro uniéndola a un sistema más novedoso como son los libros con tablero.
Almanac es un juego sencillo, tirando a familiar, pero con ciertas cosas que a los jugadores más experimentados les atraerá.
En la balanza familiar, un sistema de colocación de trabajadores bastante clásico: recolección de recursos, completamos contratos, vendemos, algunos sistemas de mejora y listo. Pero con la peculiaridad de esa evolución de los mapas que nos hace que cada ronda tengamos sistemas diferentes.
El sistema de pujas de Almanac es uno de los primeros giros que parece un guiño a los jugadores más expertos, nos permite saber hacia dónde tirar en beneficio de nuestras propias posibilidades. Además pagamos esa puja con dinero, que al final es lo que nos puede dar la victoria y es esa decisión de hasta dónde estirar la cuerda la que le da un punto más estratégico.
Pero aquí esta una de las genialidades de Almanac, la toma de decisión de caminos puede llevarse desde un punto más estratégico, adaptándose a nuestras necesidades o desde un punto más familiar, puesto que cada camino lleva una pequeña narrativa que es sutil pero lo suficiente atractiva como para enganchar a los más peques de la casa.
En lo más puramente mecánico Almanac es un juego económico donde debemos ajustar nuestras acciones para conseguir los mayores réditos posibles. Durante la partida iremos consiguiendo puntos gracias a los objetivos que logremos y a las mejoras en nuestra caravana. Pero, no hay que perder de vista, que al final de la partida, cada moneda es un punto de victoria, algo que parece diluirse en la partida, pero que en realidad es uno de los puntos fundamentales.
En una primera partida, no sueles ver que hay algo más detrás de este agradable y vistoso juego, en una segunda partida ya vas con el cuchillo entre los dientes y a lo mejor ya no eres tan amable con la selección de caminos y las pujas.
En la parte negativa ya hemos comentado que el juego equilibra mejor según que número de jugadores, siendo 4 un número esencial para que se disfrute la partida.
En definitiva, estamos ante un juego que da un giro a la tradicional colocación de trabajadores y que es capaz de llenar y dejar agradables sensaciones a diferentes públicos. Un juego que puede convertirse en un gran introductorio pero en el que los jugadores más experimentados tendrán su pelea.
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