Saladin inicia una nueva serie de la editorial Draco Ideas, un titulo en el que veremos representadas las batallas entre las fuerzas de Saladino y los cruzados en Tierra Santa.
Saladin, el inicio de la serie en «Orden de Batalla»
Ficha
Saladin
- Draco Ideas
- Diseño Denis Sauvage
- Ilustraciones y diseño gráfico Ulric Stahl, Nicolas Roblin.
- 2 jugadores
- 45-60 minutos
¿De qué va?
Saladin es el primer juego de una serie sobre batallas medievales llamada En Orden de Batalla. En este caso nos ofrece dos batallas entre las fuerzas de Saladino y los cruzados en Tierra Santa, la Batalla de Hattin en 1187 contra los francos de Guy de Lusignan y la Batalla de Arsuf en 1191 contra el ejército cruzado de Ricardo Corazón de León. Casi tenemos dos juegos en uno, cada batalla tiene su propio tablero, sus Estandartes (cartas con las formaciones participantes) y sus líderes.
¿Cómo se juega?
Abrimos el tablero a doble cara por la batalla que queramos jugar y desplegamos los ejércitos frente a frente por medio de los “bastoncitos” de madera rojos y verdes representando a las tropas que trae el juego y colocamos las cartas que representan los estandartes alrededor del mapa. Todo muy vistoso y con una gran apariencia sobre la mesa, pero bastante estático durante la partida. Siguiendo las instrucciones del escenario tomaremos las órdenes disponibles y tendremos en cuenta alguna regla particular que refleja las diferencias entre las dos batallas.
Tras determinar qué jugador tiene la iniciativa pasamos a la fase de activación que es donde está el meollo de todo esto. Las cartas que representan los estandartes indican las acciones que cada uno tiene disponibles, sus efectos y su coste en órdenes. El jugador en fase debe activar un estandarte y realizar una acción con él pagando con órdenes disponibles y tirando los dados correspondientes para obtener los resultados, la carta se voltea a su lado “orden recibida” una vez usada. Ambos bandos van alternando las activaciones hasta que se han activado todas las cartas, las recuperamos y empezamos un nuevo turno. Y así hasta que un jugador se queda sin órdenes disponibles, su oponente será el vencedor de la partida.
Todo parece muy claro y muy lineal con la única diferencia de las distintas órdenes que ejecutan las formaciones, pero los jugadores deben ser bastante cuidadosos porque no se puede pasar sin haber activado todos los estandartes y las cartas tienen efectos de coste 0 que suelen ser negativos para el jugador que los activa, así que si te quedas sin órdenes disponibles tendrás que sufrirlo para voltear esa carta.
¿Y cómo se traduce esto en el tablero? La verdad es que este juego podría fácilmente jugarse sólo con las cartas y algunos marcadores, pero se agradece la visualización gráfica de la batalla que logra meterte mucho más en el tema del juego. Las fichas de madera, una vez colocadas en el tablero, se quedan en su sitio (salvo algunas formaciones que avanzan para trabarse en combate con el enemigo, aunque sólo cambian de sitio y luego vuelven a su posición inicial), y se van retirando a medida que las formaciones sufren bajas, a veces revelando algún efecto sobre el tablero al quitar la ficha que lo tapa.
Las tiradas de dados son constantes y muy importantes pues son lo que determinan el éxito o fracaso de las acciones emprendidas y las bajas causadas al enemigo y las sufridas por nuestras tropas. La partida dura algo menos de una hora y suele estar bastante disputada hasta el final.
Estética y componentes
Los componentes son de muy buena calidad y muy bonitos, las ilustraciones pueden gustarte o no pero creo que son adecuadas al tema del juego y ayudan a meterte en el tema de las batallas. El tablero es montado y perfectamente ilustrado y claro, mostrando el escenario de cada una de las batallas, las cartas son grandes ya que tienen mucha información y de gramaje suficiente como para no necesitar fundas ya que no es necesario barajarlas en ningún momento.
Los dados son de buen tamaño y vienen en dos colores (rojo y verde), están personalizados con los símbolos propios de las acciones. Y todo en una caja pequeña, del tamaño que ya conocemos de otros juegos de Draco Ideas, nada que objetar a la calidad de los componentes de este juego, al revés, le daría un sobresaliente.
Opinión
Estamos ante un wargame rápido y muy sencillo. ¿De iniciación? No, porque no te inicia nada. Es un buen juego de confrontación para dos jugadores, divertido y relativamente rápido, pero yo no soy su público objetivo. Tiene sabor histórico por los estandartes, los escudos, las acciones y se nota que estás participando en una batalla, estás luchando contra tu oponente.
Si bien es necesario saber lo que estás haciendo y seleccionar bien las acciones de tus estandartes, opino que finalmente son las tiradas de dados lo que es más determinante en el resultado final de la batalla. No es mal juego pero se queda corto para los aficionados a los juegos de guerra.
Conclusiones
Si buscas un juego de confrontación para dos jugadores, sencillo, de duración contenida y sin grandes complicaciones, puede que Saladin sea para ti. El precio, el tamaño, la gran calidad de sus componentes y el buen aspecto que tiene son sus puntos fuertes.
Por poco que te interese la época y las batallas en las que está ambientado recomiendo que lo quieres, aunque si buscas una batalla “de verdad” te va a defraudar, no hay movimientos de tropas, no hay tablas de combate, no hay distintos tipos de tropas… lo que hay es lo básico, ordenas a una de tus formaciones hacer una acción reflejada en su carta, tiras los dados y aplicas sus efectos.
Ya he dicho que este juego no es para mi, y tampoco será para ti si vas buscando más de lo que ofrece, pero lo que hace lo hace bien y funciona, no dudes en probarlo si crees que te puede gustar por el precio que tiene vale la pena.
Valoración Subjetiva
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