Moesteiro juego de mesa

Moesteiro, reseña by Funs Athal

¿Os habéis preguntado alguna vez cómo se fabricaron las grandes catedrales y monasterios de la Edad Media? Con Moesteiro, tomaremos el papel de arquitectos encargados de gestionar los recursos necesarios para construir el monasterio de Santa María da Vitória, pero sin el pesado trabajo de cargar sus pesados bloques ni tener que dar explicaciones al rey de turno.

Las catedrales eran las construcciones más costosas del mundo, mucho más que palacios y castillos, y habían de hacerse merecedoras de su mantenimiento.

Los Pilares de la Tierra (Ken Follett).

Tomando como base la construcción del monasterio de Santa María da Vitória, uno de los más elegantes monasterios del siglo XIV, Moesteiro nos invita a conocerlo y construir este magnífico monumento, que Joao I de Portugal ordenó construir tras una promesa que le hizo a Dios por su victoria en la batalla de Aljubarrota, contra Castilla.

El título está inspirado en una palabra galaicoportuguesa que significa, para sorpresa de nadie, monasterio.

Moesteiro juego de mesa

FICHA

Moesteiro

  • Autoría: Costa y Rôla
  • Ilustración: Pedro Soto y Chema Román
  • Editorial: Pythagoras
  • Editorial en España: Maldito Games
  • Traducción: David M. Santos Mendes
  • 2 – 4 personas
  • 60 minutos
  • 10+ años.

Este juego me llamó la atención por su gestión de recursos y la temática de la construcción del monasterio. Me encontré con un euro bastante clásico, con una interacción entre participantes que no esperaba y una toma de decisiones constante en la que nunca vamos a poder hacer todo lo que deseamos.

Puede que lo que menos me haya gustado sea esa sensación que deja el juego cuando se juega con dos o tres personas, ya que pierde el potencial y la diversión que aporta jugar con cuatro participantes.

Por cierto, creo que la duración indicada del tiempo de juego se queda corta si se juega con cuatro participantes que, como digo, es lo suyo.

Esta reseña ha sido posible gracias a una copia cedida por Maldito Games.

¿DE QUÉ VA MOESTEIRO?

Se trata de un «euro» clásico de gestión de recursos en el que tomamos el rol de arquitectos que construyen el monasterio de Santa María da Vitória.

Cada fase del juego representa una de las cosas a las que tendremos que estar atentos para obtener puntos y así alcanzar la victoria: obtención de materiales, construcción del pueblo, obtención de mampostería, adquirir vidrieras y la propia construcción del monasterio.

Esta serie de fases nos permite sumergirnos en la propia construcción, teniendo que decidir constantemente en dónde enviar a nuestros trabajadores y maestros de manera más efectiva. Sea mediante la adquisición de puntos inmediatos o tomando una estrategia a la larga con puntos que se obtienen al final de la partida.

Moesteiro juego de mesa

COMPONENTES

El material de los componentes tiene muy buena calidad. Piezas de madera y plástico que representan a los materiales de construcción; fichas de cartón prensado muy resistentes para la mampostería, vidrieras, construcción del monasterio, pueblo y personajes; y un enorme tablero con las fases de juego bien señaladas y espacio para todos los componentes.

Quizás lo que menos me guste sea que, respecto a la ilustración, existe un tono apagado en la mayoría de sus componentes, dando la sensación de monótono.

PREPARACIÓN

La preparación del juego requiere de una preparación inicial y el mantenimiento de cada turno, que es como una fase de preparación de cada turno.

Al inicio de la partida

  • Colocamos el tablero principal en el centro de la mesa.
  • Colocamos el marcador de ronda en la primera casilla de la zona de progreso.
  • Formamos una reserva general con los materiales en las zonas cercanas al bosque y la cantera. También mezclamos las fichas de mampostería y de vidriera y las colocamos en dos pilas en sus espacios de reserva.
  • Cada participante escoge un color y coge los cinco dados y cuatro marcadores del color escogido. Dejamos un dado de maestro y uno de trabajador aparte, y colocamos los marcadores en el medidor de puntuación, el medidor de construcción, el medidor de comida y el medidor de trabajo.
  • Mezclamos las losetas de poblado y se forma una pila con ellas junto a la zona del pueblo.
  • Escogemos uno de los conjuntos de losetas de monasterio, mezclamos las losetas y las colocamos bocabajo a un lado. Cuando dominemos el juego, se pueden mezclar losetas de ambos conjuntos, siempre que no repitamos los números.
  • En partidas a tres jugadores ponemos un dado neutral en la zona de construcción y otro en el bosque. En partidas a dos jugadores ponemos un segundo dado neutral en el bosque.
  • Escogemos al jugador inicial.
Moesteiro juego de mesa

¿CÓMO SE JUEGA?

El juego tiene cinco turnos de duración. En cada uno de esos turnos, cada participante recibe una serie de recompensas o «mejoras» comunes para todes. En el primer turno se recibe uno de madera y otro de piedra, pero en otros turnos se añaden dados o se cambia el tipo de dado, incluso se retiran.

Tras el mantenimiento del turno, si hemos jugado ya alguno anteriormente, se realiza la fase de mantenimiento en la que se renuevan las fichas de tablero disponibles, se desplazan las piezas de mampostería y vidrieras, etc.

En esta fase es importante la elección de nuestro mecenas, uno de los reyes disponibles que, además de otorgar algunas ventajas o mejoras, indican el orden de juego y construcción del monasterio.

Y una vez hecho el mantenimiento, cada participante tira sus dados. Estos dados representan a los trabajadores y maestros constructores. El número de dados que debemos tirar se calcula según la actualización del marcador de turno. Empezaremos lanzando dos dados pequeños (D6) y un dado maestro (D3), pero posteriormente el número aumenta o se cambia de tamaño.

Además de representar los recursos de cada arquitecto, estos dados sirven para calcular el número de reservas de material de construcción, en concreto dinteles y columnas, los cuales están muy limitados y pueden ser una fuente de «conflicto» entre los participantes.

Tras haber realizado el mantenimiento, escogido al rey y tirado los dados, debemos guardar los resultados y, por orden de turno, colocaremos los dados en los diferentes marcadores que representan las necesidades de la construcción, algunos de los cuales nos permitirán obtener ricos puntos de victoria.

La colocación de los dados debe seguir unas reglas. Básicamente, se siguen dos directrices: los dados con valores menores se colocan a la izquierda y los dados de los maestros se sitúan a la izquierda de los dados de los trabajadores cuando tienen un valor menor o igual que los dados pequeños. Si ya hay dados colocados y se coloca un dado con un número inferior o que representa a un maestro, el dado anteriormente colocado se desplaza. Por ejemplo, si hemos colocado en el marcador de comida un dado pequeño (trabajador) con un valor de 3 y queremos colocar un dado pequeño (trabajador) de valor 5, lo colocaremos a la derecha, pero si su valor fuera de 2, lo colocaríamos a la izquierda. Si en lugar de ser un dado pequeño colocamos un dado grande (maestro), si el valor fuera de 2, se colocaría a la izquierda del dado pequeño de valor 2, pero si su valor fuera de 3, se colocarían en medio de los dados pequeños con valores 2 y 3.

Cuando hayamos colocado los dados en los marcadores elegidos, resolvemos cada marcador por orden de colocación de los dados (esto es, primero los de la izquierda).

Para finalizar, cada participante puede colaborar para completar las losetas de construcción de monasterio. Las piezas de monasterio que no se han podido construir se colocan igualmente sobre el «puzle» del monasterio. Esto es una manera de representar que nuestros personajes no son los únicos que participan en la construcción.

Una vez hecho todo lo anterior, comienza un nuevo turno, por lo cual avanzamos el marcador de turno y se actualiza el tablero (fase de mantenimiento).

En resumen:

  • Avanzamos el marcador del turno y se reciben las recompensas indicadas en cada turno.
  • Se tiran los dados.
  • Fase de mantenimiento.
  • Escogemos un mecenas (rey).
  • Lanzamos los dados y los colocamos en los marcadores.
  • Resolución de los marcadores.
  • Construcción del monasterio.
  • Inicia nuevo turno (hasta el quinto).
Mathom juego de mesa

EN LOS DETALLES ESTÁ EL DIABLO

A pesar de que sus reglas no son complicadas, hay un par de puntos a los que hay que prestar atención.

Colocar los dados tiene su miga. Hay cinco posibles lugares para colocar nuestros dados:

  • El bosque, donde obtenemos madera y comida.
  • El pueblo, lugar en el que podremos conseguir algunos puntos de victoria y, además, algunos recursos.
  • La cantera, donde conseguiremos piedra, dinteles y columnas.
  • La zona de construcción. Puede que sea el marcador más importante de todos, pues aquí, además de obtener piezas de mampostería, se consiguen puntos de construcción que necesitaremos para poder completar las losetas para construir el monasterio. Y estas losetas son las que más puntos dan de todo el juego.
  • Vidrieras, donde conseguiremos, ¡oh sorpresa!, vidrieras.

La cosa es que tenemos que colocar dados en varios de estos cinco lugares, pero comenzaremos con tres dados, por lo cual no podremos colocar dados en los cinco posibles lugares de colocación. Más adelante conseguiremos un dado más, pero nunca podremos poner dados en los cinco lugares, por lo cual debemos de planificar bien cómo obtener recursos para poder obtener el coste de una loseta de monasterio.

Este coste tiene dos partes: primero los materiales necesarios, como pueden ser madera, piedra, columnas o dinteles, y ocasionalmente vidrieras o mampostería; y por otro lado, un coste de construcción que se consigue en la zona de construcción y por la bonificación de uno de los reyes.

¿Por qué son tan importantes estas losetas de construcción? Porque comparativamente son las que más puntos de victoria nos otorgan. Se pueden conseguir PV por la construcción del pueblo, por la bonificación de uno de los reyes, por ciertas consideraciones al final de la partida (vidrieras y mampostería diferentes, o por la posición en el marcador de trabajo, por ejemplo) y por construir el monasterio.

Construir el pueblo da de 1 a 8 puntos, pero las máximas puntuaciones las conseguiremos en los turnos finales. El rey otorga 3 PV, que no es gran cosa, pero todo suma. Los PV adquiridos al final de la partida pueden sumar hasta 25, que no es despreciable, pero se consiguen una única vez y su obtención es un poco aleatoria. Una loseta de construcción da desde unos 10 PV hasta 20 PV y podemos conseguir una de estas en cada turno. Además, si no podemos pagar los requisitos totales, por cada material comprado nos da 3 PV. Esto hace que, comparativamente, debamos prestar mucha atención a adquirir y completar este tipo de losetas, y para ello, debemos tener muy en cuenta la puntuación obtenida en la zona de construcción. Por ello considero este marcador el más importante, aunque no lo único.

Un detalle sobre la zona de construcción es que «puntúa» a la inversa que el resto de marcadores. Normalmente, es interesante que nuestro dado se encuentre a la izquierda porque es el primero en actuar o coger recursos, pero en este caso, la puntuación del marcador aumenta cuanto más a la derecha está. Algo que, además, no se aprecia tanto en partidas de menos de cuatro participantes.

CONCLUSIONES

Moesteiro es un juego que no sorprende a quienes tienen experiencia con eurogames clásicos y de gestión. Sus mecánicas no son novedosas, pero son funcionales y sencillas de entender. Si te gustan los juegos de gestión pero no los has quemado, es muy probable que te guste.

Es un juego que te frustra si quieres poder hacer todo y te obliga a planificar desde el principio, siempre atento al resultado de los dados y al resultado del resto de participantes, ya que una mala colocación de los recursos (dados) puede hacer que apenas se consigan PV en ese turno.

Para mí, lo peor del diseño del juego es que las partidas con dos y tres participantes no están equilibradas. Creo que es un juego enfocado a jugar con cuatro personas, que se ha incluido el modo con menos participantes, pero que no funciona.

Estéticamente, me parece mejorable por la elección de la paleta de colores, un tanto apagada a mi parecer.

Valoración Subjetiva

Sello Web Aprobado
Moesteiro juego de mesa
MOESTEIRO
CONCLUSIÓN FINAL
Moesteiro es un juego que no sorprende a quienes tienen experiencia con eurogames clásicos y de gestión. Sus mecánicas no son novedosas, pero son funcionales y sencillas de entender. Si te gustan los juegos de gestión pero no los has quemado, es muy probable que te guste.Es un juego que te frustra si quieres poder hacer todo y te obliga a planificar desde el principio, siempre atento al resultado de los dados y al resultado del resto de participantes, ya que una mala colocación de los recursos (dados) puede hacer que apenas se consigan PV en ese turno.
MECÁNICAS
60
ESCALABILIDAD
50
ESTÉTICA Y COMPONENTES
60
REJUGABILIDAD
60
DIVERSIÓN
60
Nota de lectores0 Votos
0
PROS
Mecánicas funcionales y sencillas.
En las partidas de a cuatro participantes tiene una alta interacción.
CONTRAS
El juego escala mal con dos o tres participantes.
La paleta de colores apagada hace que la ilustración no resalte.
58
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