Hoy os traemos Fyfe, un juego de patrones de la editorial SD Games que nuestro compañero Gixmo ha tenido a bien reseñar.
Fyfe, una playa tan bonita como abstracta
Ficha
Fyfe
- Diseño Kosch
- Ilustración Lukas Siegmon
- SD Games
- 2-5 Jugadores
- 30-45 minutos
- +10 años
Hoy vamos a meternos con Fyfe, y no, no voy a hacer ningún chiste con el nombre, no vaya a ser que os la Fyfe.
Lo primero que vamos a hacer es decir que el juego viene directamente sin tema, no es un juego que nos diga que nos vamos a meter en el papel de una cosa o de otra, directamente nos dice lo que vamos a hacer y que los que necesitamos para ello. Y esto no es malo, es un ejercicio de sinceridad.
Estética y componentes
Y como siempre seguimos el mismo orden de las cosas, nos toca hablar de los materiales. Porque Fyfe nos trae unos materiales muy chulos. Nos encontramos con unos tableros para cada jugador (hasta 5 jugadores) de buena calidad, los tableros muestran una matriz de 5×5 para poner nuestras fichas, y con huequecitos para que estas queden encajadas y no se nos muevan si tenemos a algún torpe jugando en la mesa. Además, vienen con unos espacios en dos laterales y dos diagonales donde vamos a poner las fichas de puntuación.
Aparte de los tableros el juego nos trae una bolsita de tela muy cuca para guardar las fichas que vamos a colocar, estas son de buen material y vienen con dibujitos que, bueno, no soy yo precisamente el que pueda decir que los dibujos son feos.
Y a mayores nos trae un juego de fichas de puntuación para cada jugador, un set de fichas de bonus para cada jugador y las fichas de ser el primero en conseguir uno de los objetivos de puntuación. Todo en muy buena calidad.
¿De qué va?
Así que, como decíamos, Fyfe no nos presenta ningún tema, sino que directamente nos dice que vamos a ir colocando fichas en nuestro tablero para ir consiguiendo los diferentes objetivos de puntuación, pero estos objetivos no serán exactamente los mismos para cada jugador (esto lo desarrollo un poco más adelante). Para ello, en cada turno vamos a ir colocando una ficha en nuestro tablero, a elegir de las dos que tenemos, e intentar conseguir los objetivos, que también vamos a ir colocando en nuestro tablero. Además, eventualmente vamos a poder aprovecharnos de un bono que tenemos disponible.
Vamos con las fichas. Cada turno vamos a tener dos fichas redondas delante nuestro, estas son las que vamos a usar para formar los patrones. Cada ficha tiene un dibujo, un color y un número que será lo que se use para esos objetivos. Así que, nuestra primera decisión es ver que ficha colocamos y donde la colocamos.
Una vez colocada la ficha vamos a ver si estamos obligados y/o queremos poner una ficha de objetivo. Así que toca hablar de los objetivos. Cada jugador tiene el mismo set de fichas de objetivo, estos serán puntuar por conseguir lo que nos dice en esa fila, columna o diagonal, y consisten en colocar las fichas en números consecutivos, que los colores no coincidan, que se forme un trío y una pareja de dibujitos…todo eso en muchas combinaciones. Si, al colocar la ficha en nuestro tablero, esta tiene alguna posibilidad de puntuar, estamos obligados a ir colocando una ficha de objetivo, pero también tenemos la opción de colocar los objetivos que queramos, vamos, como si quieres colocarlos todos de mano.
Para terminar con la mecánica del juego nos queda comentar lo de las conchas. Dentro de la bolsa de tela hay unas fichas de concha, cuando uno de los jugadores saca una de estas, todos los jugadores pueden usar un bono de aquellos que aun tienen disponibles de su set inicial. Estos bonos pueden ser desde mover una ficha, cambiar una ficha de puntuación o hacer que una ficha sea comodín. Cada jugador elige lo que quiere aprovechar, pero, además, cada uno tiene asignado una cantidad de puntos de victoria al final de la partida, por si no los usamos.
Y la partida termina en cuanto los jugadores han colocado las 25 fichas en su tablero. En ese momento se procede a puntuar los bonos que no se hayan usado, los objetivos que se hayan completado y aquellos objetivos que hayamos conseguido primero que otro jugador, si, una vez que cumples un objetivo se le da la vuelta para ver que lo has cumplido, y el primero de cada tipo se lleva un extra.
Conclusiones
Todo esto es Fyfe, es un juego de estos que podríamos llamar abstractos en los que se necesita ir viendo qué patrones queremos y podemos hacer, por supuesto que no todos los objetivos dan los mismos puntos, el de tener 5 fichas da muy pocos puntos, mientras que el de tener todo diferente (dibujo, color y número) es el que más da.
Las mecánicas son así de simples, poco más se necesita para empezar a jugar, así que eso es un plus si te gustan este tipo de juegos. Lo sacas, cuatro frases y empiezas. Porque además no necesita mucho set up, solo es dar un tablero a cada jugador y su set de objetivos y conchas.
La escalabilidad no se si es buena o mala, sinceramente. Realmente lo único que te afecta con los demás jugadores es ver quien es el primero en hacer un objetivo u otro y en las fichas de concha. A pocos jugadores será más difícil que salgan esos bonos, y a muchos jugadores más fácil. Pero esto no es algo que lo vea problemático, el juego se disfruta de la misma forma.
Lo que sí hay que dejar bien claro es que no vas a poder cumplir todos los objetivos, vas a tener que colocar 12 de ellos (5 filas, 5 columnas y 2 diagonales) y, como mucho, podrás cambiar uno si utilizas esa concha de bono. Así que no te agobies por ello, el juego es así y es así de disfrutable. Oye, ¿Qué lo consigues hacer todo? Enhorabuena, lo más seguro que hayas ganado.
¿Alguna vez habéis oído esa frase que no vale pensar? ¿O que si piensas más te vale que ganes? Pues el juego puede ser un poco propenso al análisis parálisis, así que es importante tener en cuenta eso de que no se van a cumplir todos los objetivos. Puede que te interese hacer el que más puntos da, pero es que, si haces uno que da menos, y además eres el primero, pues los puntos extra lo hacen muy rico.
Y, si a estas alturas, alguien se está preguntando por la Rejugabilidad, o lo he expresado muy mal, o no ha leído nada hasta aquí jejeje. La rejugabilidad es muy alta, porque, a pesar de tener siempre las mismas fichas de objetivos, estas se van a ir colocando en orden diferente, además que las fichas se sacan al azar de la bolsa.
¡¡Y ahora es cuando me viene ese jugador que me dice, pero entonces dependo del azar!! Toma, pues claro, pero eso no hace que el juego no se disfrute, lo que tienes que hacer es adaptarte. Haciendo una comparativa con otro juego de la misma familia (y que estoy pensando en vender después de jugar al Fyfe), ¿en el Sagrada no tiras los dados? ¿Y estos no se sacan de una bolsa al azar? Pues lo mismo, las fichas las sacas de una bolsa, y encima las que sacas no te las puede quitar nadie, son con las que tienes que ir planificando.
A modo de resumen, Fyfe es un juego de reglas muy sencillas que hace muy divertido el intentar formar patrones en tu tablero, patrones que serás tú el que decida dónde van a ir y con los que te vas a enfadar porque no se pueden hacer según avance la partida. Es un juego muy divertido.
Valoración Subjetiva
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