En los años 70, convertirse en una estrella del Rock era el sueño dorado de muchos, ahora puedes intentar revivir esta experiencia con Rock Hard 1977 de Devir.
Rock Hard 1977, en busca de un sueño
Oye tío, ¿por qué no montamos una banda de rock y nos hacemos famosos?
Imagínate tocando en el Madison Square Garden o en Wembley con todo el público loquísimo…
Va tío, piénsalo, seguro que nos forramos y podríamos dejar nuestros estúpidos y aburridos trabajos…
Venga, llama a tu primo que toca la batería. Y de paso que se traiga algún caramelo, que hoy ¡tenemos que darlo todo!
Ficha
Rock Hard 1977
- Editorial: Devir
- Diseñadora: Jackie Fox
- Ilustradora: Jennifer Giner
- De 2 a 5 jugadores
- A partir de 16 años
- 90’ minutos
¿DE QUÉ VA?
Rock Hard nos transportará a los años 70 encarnando a una promesa del rock and roll y su deseo de triunfar, mientras la vida nos pone a sitio teniendo que trabajar o pasando el día en el hospital porque la noche anterior se nos fue de las manos.
Jackie Fox, una diseñadora americana de juegos, tuvo una banda de rock en sus años mozos y ha querido trasladar esas vivencias a un juego de mesa que, a mi gusto, lo ha realizado de una manera excelente.
El setup del juego es bastante ágil pese a la cantidad de componentes que tiene, pero todo está muy bien indicado en el tablero y en las reglas para que no te lleve más de 15 minutos y puedas explicarlo acto seguido.
El juego dispone de tres bonificaciones aleatorias mediante un mazo de cartas y se desarrolla en 9 rondas (cada una marcada por un evento aleatorio) que tiene 3 fases diferenciadas.
Las fases representan el momento del día (día/noche/madrugada) en la que puedes dedicarte a hacer tus acciones con el objetivo de acumular puntos de fama antes que nadie (es lo que cuenta para ganar) mientras trabajas (el tiempo que no te queda más remedio que hacerlo), compones canciones para que te lancen a la fama, vas a la radio a hacer publicidad, haces conciertos o grabas tu disco con la intención de mejorar tus cualidades y reputación para tocar en los mejores estadios, a la par que cumples tus objetivos personales (aleatorios en cada partida) y, porque no, te das algún baño de masas por los garitos de moda.
Cada una de estas acciones tiene sus beneficios y su coste (ya sea económico o de cumplir unos requisitos), por lo que te obliga a pensar bien la estrategia a seguir y a ser capaz de modificarla al vuelo, dado que tus contrincantes pueden ocuparte el evento y obligándote a ir a su rebufo.
Algo que puedes reducir con el consumo de “caramelos”. Sí, en este juego se toman estupefacientes que te dan el vigor y ánimo para ir a tope. Pero ojo no consumas más de la cuenta y te vaya a dar un parraque…
Como veis, un juego de colocación de trabajadores que obtienen los puntos conforme cumple los designios de la vida del buen rockero que es apto para el público menos avezado dado que es sencillo de explicar y de jugar.
ESCALABILIDAD
El juego es de dos a cinco jugadores, siendo a partir de cuatro donde brilla y muestra su excelencia.
Es un juego muy ágil y que no genera casi AP en ningún momento, haciendo que los turnos se ejecuten rápidamente y con una parte impulsiva muy divertida que lo convierte en una experiencia.
A dos jugadores y tres jugadores, pese a tener “la estrella emergente” para darle el punto de competitividad que tienes a partir de cuatro, el juego funciona, pero lo encuentro algo más aburrido ya que el juego te pide jolgorio en la mesa.
REJUGABILIDAD
Este es el apartado más bajo de mi valoración y es porque la cantidad de cartas que permiten alterar cada partida (eventos, bonificación y bolos random) hacen que pasadas unas pocas partidas las hayas visto todas.
Por supuesto que la combinatoria de todas ellas hacen muy difícil que se repitan del mismo modo, por lo que sabes que vas a tener una partida diferente cada vez, pero eso no quita que pudiera haber un mayor abanico.
Además, el hecho de que según donde termines la madrugada de cada ronda determine el orden de turno de la siguiente, le da un punto de toma de decisiones diferente cada vez.
ESTÉTICA Y COMPONENTES
El juego tiene una producción espectacular y puesto en mesa es muy llamativo.
Las ilustraciones realizadas por Jennifer Giner me parecen brutales, con una paleta de colores muy psicotrópica que te transporta a esos años setenta y un estilo de dibujo muy característico que está muy bien hilado en cada uno de los componentes.
El diseño del tablero es muy ordenado y visualmente fácil de comprender, cosa que facilita mucho el desarrollo del juego, por no hablar de los componentes, de una buena consistencia y con una fuerza visual que te genera una inmersión en la época brutal.
El tablero de cada jugador representa un amplificador en el que tienes potenciómetros para contabilizar tus habilidades, las maquetas y discos son simples pero muy atractivos y ¡hay púas de guitarra de verdad!
Me sorprende que un juego con esta calidad tenga un precio comedido de 45€.
CONCLUSIONES
Rock Hard está dentro de mi TOP de juegos de este 2024.
Tuve la oportunidad de probarlo en un evento de prensa organizado por Devir unos meses antes de su salida y en ese momento me encantó por dos motivos que pude confirmar en las partidas posteriores que he realizado.
El primero fue la facilidad con que se aprende a jugar pese a ser un juego con cierto peso y necesidad de medir las acciones, pero sin agobiarte ni frustrarte.
El segundo es el como la mesa se mete en el papel y pasas de estar jugando a vivir una experiencia genial.
Añadido a eso, la producción del juego me parece de muy alto nivel. Las ilustraciones de Jennifer son ideales para el juego y el diseño de Meeple Foundry muy acertada con la buena cantidad de componentes que tiene el juego y que me parece excelente dado el precio del juego.
Valoración Subjetiva
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