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Ahora a revelar esas fotos a ver si es mejor que la de tus compañeros (y rivales) de profesión.
Ficha
Red Carpet
- Editorial: Devir
- Diseñador: Anna Lucini, Pau Moré, Eloi Pujades
- Ilustración: Albert Monteys
- De 2 a 4 jugadores
- A partir de 8 años
- 40 minutos
¿DE QUÉ VA?
En Red Carpet, nos meteremos dentro del papel de un fotógrafo que cubre la archiconocida alfombra roja de la gala de premios en Hollywood del año 1956.
Las mejores estrellas de cine del momento saldrán de sus limusinas y desfilarán hacia el lugar del evento.
¿Nuestro objetivo? Sacar las mejores fotos y que sean la portada de los periódicos.
¿Cómo? Compitiendo con nuestros rivales por la mejor posición, mejor encuadre y mejor atención de las estrellas.
El setup del juego es muy rápido y sencillo. Desplegaremos los tableros de juegos, siendo el principal la alfombra roja sobre el que posicionaremos aleatoriamente las vallas publicitarias que hacen de límite entre la prensa y las estrellas.
Un segundo tablero es el que corresponde a la zona de premios, con diez posiciones para, aleatoriamente otra vez, ubicar las estrellas y su patrocinador (aleatorio nuevamente) de cara a la contabilización de puntos.
El juego se desarrolla a lo largo de cinco rondas, compuestas por tres fases.
La fase de llegada de limusina hace que la alfombra roja se vaya llenando de estrellas y acompañantes. En primer lugar, hay que hacer avanzar a los que ya estuvieran previamente (si es la primera ronda esto no ocurre) dejando los dos primeros espacios libres y haciendo que vayan saliendo por el otro extremo si se van “empujando”.
Después se desvela la carta de limusina que muestra en que posición se colocan las fichas de acompañantes y estrellas, así como su orientación visual, dentro de los seis primeros espacios.
Acto seguido, se reparten cinco cartas de fotógrafo a cada jugador. Estas cartas son las que permiten realizar la segunda fase, que es la de acciones.
De estas cinco cartas, solo utilizaremos cuatro, una en cada turno de la ronda, y cuando queden dos a cada jugador, una se utilizará para votar (luego os explico) y la última se descartará.
Las cartas muestran tres acciones que puede hacer tu fotógrafo. Una de ellas es coger sitio y colocar tu trípode en una de las diez posibles ubicaciones (cinco en cada lado de la alfombra) siempre y cuando no esté ocupada. Esta acción es importante porque si no la realizas, no podrás tomar tu foto.
Otra acción es mover a los personajes, pudiendo hacerlo de tres maneras diferentes. Una de ellas es hacerlo avanzar hacia adelante en la alfombra roja con lo que hay que medir bien los movimientos para que este no salga rápido y de tiempo a hacerle foto, ya que estos movimientos “empujan” a los que tengan delante.
También se puede llamar la atención de una de las estrellas, acercándola hacia tu posición, de manera lateral, pero ojo, sin girarla…. Aquí solo se intercambia de posición representando el movimiento que hay en la alfombra.
La última acción de movimiento es la girar 180 grados al personaje para que salga de cara (o si quieres llevarte mal con tus compañeros de mesa ponérselo de culo).
La última acción que se puede realizar es la de votar a una celebridad. Esta es obligatoria, como bien indicaba antes, cuando a todos les quedan dos cartas en la mano, pero también se puede usar en turnos anteriores si las acciones no te van a favorecer. El voto (que se hace oculto, dejando la carta bocabajo en la pila correspondiente), hace que al final de la partida, la puntuación que has obtenido por la foto de una de las estrellas se duplique.
El modo es contar cuantas cartas de cada estrella hay, y si es la más votada de su columna en el tablero de la zona de premios proporcionan el doble de puntos.
La tercera y última fase es la de realizar la fotografía. Pero ojo, no vale cualquier cosa, hay que hacer la mejor.
Para ello, colocarás tu teléfono móvil en el trípode que has posicionado, de manera vertical, buscarás el mejor encuadre y tomarás la foto para luego comprobar si has sacado la foto a la estrella de cara, si está en primer plano, si está de hecha frontalmente o perpendicular, si aparecen acompañantes o si aparecen los logos de los patrocinadores.
Cada una de estas variables, proporcionará una serie de puntos que indicaremos en la carta de estrella del tablero de premios, debiendo tener presente que no puedes realizar una foto a una estrella a quien ya hayas fotografiado.
Finalizado el recuento, daremos paso a una nueva ronda y así, hasta completar las cinco.
Como veis, es un juego muy accesible, no tiene unas mecánicas complejas que cualquier muggle de los juegos de mesa puede aprender rápidamente, pero no debemos dejarnos llevar por esa facilidad ya que el juego requiere una estrategia desde el inicio y una flexibilidad muy relevante cuando esta se ve alterada por las acciones de tus competidores.
La limitación de juego a cinco rondas está muy bien medida. Te proporciona las suficientes oportunidades para puntuar, pero, a la vez, puede darse el caso que en alguna palmes y te vayas con las manos vacías.
ESCALABILIDAD
El juego funciona bien en cualquiera de los números de jugadores que propone, si bien es cierto que la experiencia de juego, y desde mi punto de vista lo que hace que la escalabilidad tenga un valor u otro, es que a cuatro es cuando mejor lo explota.
A dos se me ha quedado algo corto, entendiendo que sí, las cartas influyen y las decisiones de tu rival te afectan, pero tienes más opciones de jugar una carta sin molestarte.
Cuando a cuatro alguien te roba el personaje, te lo desplaza o, sencillamente, te putea, debes darle al ingenio para intentar puntuar de alguna manera y allí la experiencia de juego es mucho más potente.
A tres no he tenido la oportunidad de jugarlo, pero creo que se acercará más a la experiencia de jugar cuatro…
REJUGABILIDAD
Este es el punto más flojo de Red Carpet, entendiendo que la aleatoriedad de cartas (tanto de salida de limusinas como la mano de cada ronda), colocación de patrocinadores, decisiones, etc., hacen que sea un juego que podrás jugar infinitamente, pero, en mi caso, no va a haber segunda partida al terminar la primera.
En todas las partidas que he jugado, en ningún momento nos hemos quedado (y ya no solo yo) con la mirada de: venga, coloquemos otra vez todo y empecemos.
La experiencia es muy buena, tiene un tiempo comedido, pero es uno de esos juegos que hay que sacarlos pausadamente para que se disfrute.
ESTÉTICA Y COMPONENTES
El tándem Albert Monteys y Meeple Foundry ha conseguido un aspecto visual espectacular, como una alfombra roja se merece.
Las ilustraciones de Albert, representando a las estrellas y acompañantes me encantan. Albert tiene un estilo de dibujo que encaja perfectamente con Red Carpet. Serio, formal, pero con su aire caricaturesco tan representativo que da vida a todas y cada una de las estrellas y sus acompañantes.
El diseño gráfico de Meeple Foundry hace que todo esté en su sitio, perfectamente entendible sin necesidad de recurrir al manual para nada. Las cartas muestran toda la información de manera clara y concisa.
A eso hay que sumarle la calidad el material. Cartas, tokens, peanas, figuras de personajes, trípodes, marcadores… Todo de buena calidad, pero lo más flipante es que la alfombra roja, ¡es de terciopelo! Eso es glamour y lo demás son tonterías.
Solo he detectado un fallo en la maquetación del manual en catalán, donde se han intercambiado los rótulos de las cartas de limusinas y las de fotógrafo.
CONCLUSIONES
Este juego me ha sorprendido desde la primera partida.
Tuve la oportunidad de probarlo en una jornada de medios en Devir y, de todos los que jugué, este fue el que más me sorprendió porque la partida me proporcionó una experiencia muy divertida con los compañeros de mesa.
Además, creo que tiene unas mecánicas muy accesibles y permite jugar con todo el mundo, pudiéndolo sacar en cualquier sobremesa con perfiles poco jugones.
El hecho de usar el teléfono móvil es un punto que veo muy positivo para acercar a público joven, que suelen “ausentarse” de esas sobremesas, dándoles la oportunidad de usar ese dispositivo tan preciado para ellos, pero que está muy bien medido el como y cuando, algo que no tenia claro cuando me dijeron que se “jugaba con el móvil”.
La combinación lo hace un juego muy a tener en cuenta, al que su aspecto visual y con una temática conocida, hace que entres rápidamente y que, sabiendo que es un juego de una partida y se vuelve a la estantería hasta la siguiente (que habrá, pero a su debido tiempo), la gente lo va a disfrutar.
Y ¡ojo!, este es un juego competitivo en el que vas a tener que estrujarte el cerebro y tomar decisiones que pueden generar tensiones familiares… os lo digo por experiencia… Jejejeje.
Valoración Subjetiva
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