Lo hemos hecho para ti.
Me encantan los juegos, pero ninguno despertaba el interés de mi hija de 4 años. Se distraía, tenía que dejarla ganar siempre y al final no aprendía nada.
Entonces, un buen día usamos papel, rotuladores y pegatinas, y decidimos crear juegos que nos gustaran de verdad.
Lo que tienes delante es uno de esos juegos. Así que espero que este invento de un diseñador con 25 años de experiencia y una niña de 4 años, que parece saber más que su padre, te guste tanto como a nosotros.
Elan Lee, Creador de Exploding Kittens y Avalon
Ficha Técnica
- Editorial: Asmodee
- Diseñador: Exploding Kittens
- De 2 a 6 jugadores
- A partir de 4 años
- 10 minutos
¿De qué va?
Cochinilla porterilla es una competición por equipos, cuyo objetivo es derrotar al otro. ¿Cómo? Bien fácil, hay dos maneras:
- Siendo el que acumule todas las cartas del mazo
- Siendo el que acumule más cartas del mazo y puntos de los discos
Esas son también las dos maneras que terminan la partida, pero vamos a empezar por el principio.
Después de formar dos equipos, repartimos equitativamente el mazo de cartas (26 para ser exactos a cada equipo). Estas cartas están numeradas del 1 al 4 y, además, son de diferente color (rojo para el 4, azul, para el 3, naranja para el 2 y verde para el 1) con lo que son perfectamente identificables por personitas y personas.
Se barajan también los 7 discos de cochinilla (importante dejar el de “madre mía con la cochinilla” en último lugar) y se dejan a un lado de la mesa.
El juego se desenvuelve cuando un jugador de cada equipo da la vuelta a la carta superior de su mazo enfrentándola a la de su contrincante.
Quien tenga en valor más alto, se lleva ambas cartas a su mazo. Si esto progresa así todo el rato, ganará el que se lleve todas las cartas del mazo del contrincante.
Esta condición de victoria es poco probable o al menos a mí no me ha sucedido.
Ahora bien, la gracia es cuando ambos jugadores sacan el mismo valor. Cada uno de los jugadores muestra tres cartas de su mazo añadiéndolas a la que ya había mostrado anteriormente (colocándose 8 entre ambos equipos) y se da la vuelta al disco de cochinilla para ejecutar el gran desafío.
Existen cuatro discos diferentes en los que entran en juego las cochinillas (pelotas blanditas cuquis) ya que cada disco, aparte de proporcionar puntos extras, plantean un desafío físico entre los equipos como:
- Lanzar las cochinillas entre las piernas del contrincante
- Conseguir tirar la cochinilla colocada encima de la caja del juego
- Impactar con las cochinillas en el jugador contrario
- Colocar la cochinilla en la diana usando únicamente la cabeza
Este es el momento más loco y divertido del juego. Cuando ves el empate en cartas y los jugadores, independientemente de su edad, se levantan de la mesa y se van saltando y gritando a batirse en duelo.
El que gane el desafío, se lleva las 8 cartas y el disco. Cuando se destapa el último disco, el juego termina al realizar el desafío.
Ya está, no tiene más. Pero es que no lo necesita porque es un juego para pasarlo bien sin complicaciones, cosa que lo hace muy bien.
Escalabilidad
La caja del juego determina de dos a seis jugadores, pero al hablar de dos equipos puede ampliarse sin problemas.
Jugar a dos es divertido, pero está claro que este juego desata toda la locura y diversión a partir de cuatro.
Rejugabilidad
Solo si no tienes tiempo o tus amigos/familiares huyen, va a ser difícil resistirte a hacer solo una partida.
Y es que el juego genera muchas risas y, consecuentemente, el pedir una revancha, por lo que el juego tiene cuerda para rato.
Estética y componentes
Las cartas y los discos están correctos. Buen tamaño, bien explicados, pero algo endebles para el uso con críos y siendo un party donde va a haber ajetreo.
El factor diferencial son las cochinillas. 4 pelotillas blanditas (tipo antiestrés) con unas caritas muy divertidas y colores que son geniales.
Aunque las cochinillas ocupan espacio creo que la caja está sobredimensionada, aunque por aspecto ya os digo que os va a llamar la atención.
Conclusiones
Sin duda, cochinilla porterilla es uno de esos juegos que vale la pena tener en la estantería para aderezar una mañana soleada, una tarde de lluvia o una sobremesa entretenida.
Y es que este party va a permitir poner a jugar a toda la familia y amigos, de una manera muy fácil y donde las risas están aseguradas.
No necesita más y no ofrece más.
Los materiales son correctos, apto para jugar con todo tipo de público y que cumple su objetivo: pasarlo bien.
Valoración Subjetiva
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