Vintage es un juego de Bruno Faidutti en el que seremos grandes coleccionistas de objetos de la cultura pop, un juego editado por Matagot.
Vintage, un juego de coleccionistas Pop
Ficha
Vintage
- Editorial: Matagot
- Diseñador: Bruno Faidutti
- Ilustradores: Pilgrim Hodgson
- 3-6 jugadores
- 15-20 minutos
¿De qué va?
Vintage es un juego puramente de set collection de cartas. En cada ronda los jugadores irán consiguiendo cartas y posteriormente las podrán guardar para usarlas en la puntuación final.
Al principio de la partida los jugadores comenzarán con una serie de cartas boca arriba, estas cartas pueden ser robadas por los demás jugadores hasta que el jugador las guarde.
Vintage se juega en turnos alternos hasta que se agota el mazo de cartas y se procede a puntuar.
En su turno el jugador activo debe seguir la siguiente secuencia:
- Guardar una carta de las que tiene boca arriba delante de él.
- Robar una carta a otro jugador o coger la carta visible de la pila de descartes.
- Coger 2 cartas del mazo, colocar una boca arriba delante de él y descartar la otra.
Cuando se agote el mazo procederemos a puntuar, teniendo en cuenta que cada carta puede servir para diferentes set collection, El jugador que tenga la mayoría en cada tipo de set collection se llevara la carta de objetivo que le otorgará ciertos puntos. Además, sumaremos los valores de todas las cartas que hemos guardado.
El jugador con más puntos de victoria, gana.
Escalabilidad
Vintage es un juego con un elemento de memoria y un sistema de cartas que nos permite estar robando continuamente cartas a los rivales. Aunque el juego utiliza un sistema de equilibrio para no dejar a ningún jugador sin cartas, no es suficiente como para que en partidas a muchos jugadores podamos destrozar la mano de un jugador.
Por esto, creemos que es un juego que debería ser para un número corto de jugadores, entre 3 y 4 como máximo.
Estética y componentes
Vintage es un juego de estética ochentera que utiliza muchos elementos de la cultura pop para ilustrar un sencillo juego de cartas.
La situación de ciertos iconos se hace un poco incomoda de ver, pero no es nada peligroso dado que las cartas son bastante blancas y si te fijas un poco, ves los elementos bien.
Lo mejor sin duda, las ilustraciones y los elementos que recuerdan.
Lo mejor y lo peor
Pros
- Su explicación no lleva más de 1 minuto.
- El diseño ochentero de las ilustraciones..
Contras
- Su sistema de puntuación es un batiburrillo que es imposible de seguir con un poco de sentido.
- El efecto memory que no casa nada con su sistema de puntuación.
Contexto
Vintage es un juego que navega entre dos aguas relativamente peligrosas. A pesar de que el juego se explica en apenas un minuto, el sistema de puntuación es engorroso y bastante difícil de llevar durante la partida.
Además, como las cartas que vamos guardando permanecen ocultas, esto no ayuda a que el juego funcione bien.
Si tuviéramos que encajarlo en un contexto, sería un filler para jugadores más experimentados o como un juego para el público familiar pero con ciertas complicaciones.
Conclusión
Vintage es un juego que podría haber encajado muy bien en cierto tipo de público por tener un aspecto visual colorido y llamativo y una mecánica de juego muy sencilla.
La idea principal del juego es buena, juego de set collection con interacción, cierta mala leche y un poco de control sobre las cartas que pueden puntuarnos de diferentes maneras (cada carta puede afectar hasta 4 tipos de mayorías diferentes y además tiene una puntuación propia).
Pero he aquí un juego donde el autor decide meter más y más cosas, llevando el juego a un límite que no le sienta nada bien.
Si haces un juego sencillo de set collection la tendencia es que te estás dirigiendo a un público más familiar y en estas podría funcionar bien, pero… si le metes al juego chorrocientas mil puntuaciones a tener en cuenta, el juego deja de ser familiar y pasa a ser un juego para jugadores más experimentados. Cual es el problema, pues ambas cosas, Vintage navega entre la sencillez de un juego familiar con cierto factor de azar y la complicación de un juego para veteranos por sus diferentes puntuaciones, demasiado complicado para unos, demasiado sencillo para otros.
Además, su elemento de memory en el que te debes acordar de las cartas que has guardado le añade un plus de complejidad innecesario, más si tenemos en cuenta la gran cantidad de puntuaciones que hay.
En definitiva, un juego sencillo de reglas pero con ciertas sobrecomplicaciones que no le sientan nada bien.
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