Visitamos la ciudad de Saint Petersburg en un juego centrado directamente en el mercado de cartas, un diseño que vimos por primera vez bajo el sello de Hans im Glück.
Saint Petersburg, la esencia del mercado de cartas
¿De qué va?
Saint Petersburg es un clásico de los juegos de cartas en el que de una manera bastante simple intentaremos buscar la victoria.
El juego nos lo pone fácil en ese sentido y es que aquí solo tendremos que vigilar dos apartados: el dinero y los puntos de victoria.
Una partida a Saint Petersburg se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas. El final de partida se determina por los mazos que hay en juego, cuando uno de ellos se acaba, se finaliza la ronda en curso y se acaba la partida.
En cada ronda el juego se dividirá en 4 fases, separadas por el tipo de cartas que hay en juego.
Lo primero que se hace al inicio de cada ronda es rellenar el mercado de cartas, en primer lugar con las cartas de tipo verde que son cartas más encaminadas a generar dinero.
Los jugadores irán jugando turnos hasta que todos pasen y en ese momento se “puntuarán” las cartas y se procederá a cambiar de cartas.
Después de las cartas verdes tendremos las azules más encaminadas a generar puntos de victoria, luego las rojas que son personajes que pueden generar dinero o puntos de victoria y que tienen una puntuación especial. Por último saldrán las cartas multicolor que son cartas especiales que pueden ser de cualquiera de los 3 colores anteriores.
Importante, cuando salen las cartas multicolor no hay fase de puntuación sino que directamente bajaremos a un escalón inferior las cartas que queden en el mercado y comenzaremos una nueva ronda de juego.
Turno de juego.-
En su turno el jugador activo, podrá hacer una de estas acciones:
- Comprar una carta del mercado pagando su coste y jugándola directamente en su zona de juego, si de la carta que ha comprado tiene más en su zona de juego tendrá un descuento de 1 moneda por cada carta igual que tenga. Además las cartas que están en el escalón inferior del mercado tienen un descuento de 1 moneda.
- Coger una carta del mercado y llevármela a la mano, el máximo de cartas en mano es 3.
- Jugar una carta de mi mano en mi zona de juego.
- Pasar
La fase de puntuación de cada color de cartas es muy sencilla. En ella lo único que haremos es cobrar el dinero y puntos de las cartas del color en juego que tenemos en nuestra zona de juego.
Con esto, iremos consiguiendo dinero y puntos durante la partida tratando de gestionar la economía para seguir consiguiendo cartas.
Al final de la partida conseguiremos una puntuación adicional por set collection de personajes, consiguiendo una puntuación en función del número de personajes diferentes que tengamos.
Además de todo esto, es importante saber que el juego incluye algunas cartas con efectos especiales.
Por último indicar que hay una serie de cartas que incluyen su coste dentro de un cuadrado, esto implica que para poder comprarlas deberemos sustituir una carta del mismo color que tengamos en nuestra zona de juego, pagando la diferencia en coste siendo el mínimo a pagar 1.
En el caso específico de las cartas verdes, además la carta que compramos deberá ser del mismo tipo que la que sustituimos.
Estética y componentes
Hablar de la estética y los componentes de este juego es poco más que un sacrilegio y es que posiblemente sea uno de los juego más feos que haya visto jamás.
Os animo a buscar las ilustraciones de sus cartas para que disfrutéis del espectáculo visual, horrible es poco.
Sus componentes no es que mejoren pero por lo menos son de una calidad aceptable.
El juego tuvo una segunda edición en 2014 que mejoró bastante el aspecto del juego, algo bastante fácil por otro lado, pero tampoco es que aquello fuera la locura.
Escalabilidad
La verdad que Saint Petersburg se equilibra bastante bien a distintos rangos de jugadores. No es un juego al que le pese que sean más o menos y hasta a 5 jugadores he disfrutado partidas muy bien.
Si es cierto, que la bola de nieve que se forma a un número bajo es enorme y se pueden hacer puntuaciones y motores económicos muy locos.
Por gusto personal prefiero jugar a 4 porque aprieta más y porque la duración de la partida se acorta lo que hace que tengas que pensar bastante en si vas a rentabilizar las cartas que compras.
Conclusiones
Saint Petersburg es un gran clásico de los juegos de mesa modernos que visitamos con asiduidad y al que queremos enormemente con sus defectos y sus virtudes.
Su mayor virtud es lo directo que es el juego y las posibilidades que te permite explorar con apenas dos elementos. Partamos de la base que estamos ante un diseño en el que todo se hace a través de las cartas y que en estas lo que hay son cobros de la moneda del juego o puntos de victoria.
Es cierto que además de esto, las cartas tienen varios tipos diferentes que nos permiten generar otras acciones o habilidades, pero son muy sutiles y giran en torno a lo mismo.
Con esto la propuesta de Saint Petersburg es tan directa como clara y hace que desde la primera partida ya disfrutes de su fluidez y de esa interacción indirecta que genera el mercado.
Pero hay un elemento que a mi me gana enormemente del juego y es su timing. Durante la partida tendremos que manejar muy bien la generación de dinero para seguir estando activo en el mercado mientras no perdemos la comba en la generación de puntos de victoria.
Manejar si vamos a jugarnos la vida a base de conseguir puntos durante la partida o si lo vamos a apostar todo a personajes o si iremos por la vía del medio con un equilibrio entre ambas posibilidades.
Pero esto, que ya de por sí es importante genera tensiones cuando vemos los motores de los demás jugadores y como podemos interceder en ellos, la bola de nieve en Saint Petersburg es constante y no se esconde, no podemos pararla pero si podemos hacer que no siga creciendo intercediendo en sus compras y en lo que necesita el jugador.
Estamos ante un juego muy rápido, con una toma de decisiones interesante que genera partidas bastante ajustadas.
En su parte negativa encontramos algunos errores de diseño que podían haber sido arreglados. La ronda inicial de cartas verdes es casi un draft que podría haberse resuelto con un sistema asimétrico de inicio de partida y hubiera sido más interesante.
Por otro lado, la ronda final de cartas multicolor no tiene sentido más allá de los personajes y el azar que suponen que estos salgan o no rompe en ocasiones el clímax que se ha generado durante la partida.
Si eres capaz de pasar la primera y horrible impresión que supone ver el aspecto visual de este juego, tendrás un título de reglas accesibles y con un desarrollo con muchos detalles. Un título al que deberás perdonarle sus errores pero que si lo haces disfrutarás.
Valoración Subjetiva
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