Nunca es tarde para Jugar a Rol

Hace más de 30 años que no juego a rol, en mi lejana juventud jugaba todas las semanas e incluso llegué a dirigir varias partidas a Dragones y Mazmorras, a Paranoia y a La Llamada de Cthulhu. A todo el que me preguntaba le decía que no tenía intención de volver a ponerme con ello que “ya estoy muy mayor para eso”. Pues todo ha cambiado, he de desdecirme.

En mi club, Club Dante (sí, se llama igual que esta estupenda web. Pero eso es otra historia), un grupo de jugadores con los que tengo bastante afinidad empezaron a preparar una partida de rol a La Llamada de Cthulhu, creaban jugadores empezaban a hablar del contexto… yo no decía nada, incluso rechacé incorporarme a la misma, pero viendo que era posible que no me quedase gente para wargamear los días de partida, me senté a su mesa y cogí una hoja de personaje en blanco.

El viernes pasado 8 jugadores y un director de juego nos sentamos alrededor de una mesa para jugar la primera sesión de la partida. Un millonario mediático y un científico han organizado una expedición científica a la Antártida dos años después que otra similar terminará en desastre, oficialmente por las condiciones climáticas extremas, a los aficionados al género les sonará esta historia.

Yo soy un sargento de policía de Queens (Nueva York) y me he enterado de la expedición por la prensa, me han hecho una entrevista y estoy dentro. El novio de mi hermana pequeña participó en la anterior expedición y no volvió, murió en la tormenta que arrasó el campamento, o eso es lo que nos contaron.

Se creó un ambiente estupendo, el máster se apartaba con jugadores de forma individual o por grupos para ir contándonos lo que sabíamos. Se iban descubriendo las relaciones entre unos y otros, algunos personajes se conocían y podían presentar a los demás al grupo, empiezan las investigaciones preliminares, algunos datos inquietantes hacen que nos pongamos a investigar al tiempo que los patrocinadores nos entrevistan.

Finalmente nos aceptan a todos y empieza el trabajo con los preparativos, hay que comprobar que todo lo que vamos a necesitar en la Antártida se carga en el barco, que los proveedores nos han servido lo que hemos pedido y que toda la maquinaria necesaria funciona, una vez hayamos zarpado será demasiado tarde para muchas cosas.

La sesión terminó dejándonos a todos intrigados, con la tensión en todo lo alto, un extraño personaje nos ha dejado una nota que pone los pelos de punta, “¡No Vayas! No despiertes a Aquel que Allí Duerme ¡La caja no debe ser abierta! Vuelve sobre tus pasos o moriremos todos.” A poco que sepas algo sobre los Mitos de Cthulhu sabrás que esto pinta fatal y que probablemente no fue sólo el frío y el viento lo que acabó con la expedición anterior.

Como veis, se mezclan en mi relato lo que sucedía dentro de la partida con lo que pasaba en el Club, pues así pasamos las 5 horas largas de la tarde / noche del viernes. Esa es la magia que produce una partida de rol, no sé como han evolucionado los sistemas, no conozco ningún juego nuevo de los últimos 20 años, mi compañero Funs Athal os hablará de esas cosas mucho mejor que yo, pero las sensaciones de un jugador son las mismas que cuando yo empezaba en esto, da igual si tienes 20 años o si tienes 50, te conviertes en tu personaje y todo se mezcla.

Dicen algunos actores que en los descansos en los rodajes no “salen” del personaje para seguir en tensión, pues a nosotros nos pasaba lo mismo, a veces el máster estaba con otro grupo pero los que quedamos en la mesa seguíamos roleando y nuestros personajes interactuaban con la historia y con la expedición, luego había que contar al director lo que había pasado para que él aceptase o no lo que había pasado.

Pues el caso es que tengo que desdecirme, no estoy demasiado mayor para jugar a rol, y me alegro mucho de haberme metido en esta partida y recuperar sensaciones durante mucho tiempo olvidadas.

Durante los años de mi adolescencia jugábamos a rol y a wargames y, curiosamente, he hablado con muchos jugadores de otras partes de España que hacían lo mismo. Es fácil contestar a eso con un “es que es lo que había”, pero no es cierto, podías jugar sólo a wargames, o sólo a rol, o a juegos tradicionales o a juegos de cartas…

Siempre he pensado que el rol y los juegos de guerra tienen una conexión, en ambos interpretas al personaje, y en ambos es más importante el tema que la mecánica del juego.

Ya sea poniéndote en el papel de un general al mando de divisiones en el frente del este durante la Segunda Guerra Mundial, simulando ser un mago de nivel 12 luchando contra las fuerzas oscuras o interpretando a un investigador que intenta evitar la destrucción del mundo tratando de evitar la llegada de los abominables primigenios, el mecanismo mental es el mismo se trata de no ser tú, de jugar a ser otro y de tomar decisiones como si lo fueras, por eso muchos wargamers han jugado y juegan a rol.

No quiero meterme con nadie, pero si a lo que juegas es a resolver un puzle o a optimizar un motor de producción de recursos, sigues siendo tú y no niego que puede ser tan o más divertido como lo otro, según para quién, pero para ser yo ya tengo demasiadas horas a lo largo del día.

Para concluir sólo quiero aconsejar a todos que alguna vez prueben a no ser ellos, busquen la manera de participar en una partida de rol. Y si te pasa como a mi, si es algo que disfrutaste pero crees que ya pasó tu momento, no te equivoques, el jugador que fuiste sigue escondido detrás de tus ojos y quiere salir, aunque no lo sepas.

Tenía muchas ganas de contar todo esto, ya os iré diciendo cómo va nuestra expedición y que pasó con los exploradores que lo intentaron hace dos años y no volvieron, si es que yo vuelvo con la suficiente cordura como para poder contarlo…

¡Que veiga bueno!

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