Alguna vez soñaste con crear tu propio parque de atracciones, pues tu deseo se ha hecho realidad con Meeple Land, un juego de Blue Orange que en castellano traerá Maldito Games.
Meeple Land, mi querido parque de atracciones
Ficha
Meeple Land
- Editorial: Blue Orange y Maldito Games
- Autor: Cyrille Allard, Frédéric Guérard
- Ilustrador: Tomasz Larek
- 2-4 jugadores
- 45 minutos de duración
¿De qué va?
En Meeple Land viviremos la experiencia de crear nuestro propio parque de atracciones, un lugar donde los visitantes disfruten de las atracciones y de la comida rápida.
La partida a Meeple Land se juega en 4 rondas, al final de la última ronda se procede a una puntuación y el jugador con más puntos es el rey de los parques de atracciones.
Al principio de cada una de las rondas recibiremos un ingreso que marca el juego, siendo este decreciente, es decir la primera ronda recibiremos más dinero y la última no recibiremos nada.
Además, si nuestro parque ya es capaz de generar ingresos, sumaremos estos a los ingresos de la ronda.
Con esto empezaremos la ronda, en la que el jugador activo puede hacer una de dos acciones posibles, comprar o pasar.
Si hacemos la acción de comprar, cogeremos uno de los elementos disponibles en el mercado y nos lo llevaremos pagando su coste. Hay que tener en cuenta que disponemos de un terreno y este se llena con facilidad, así que lo que compremos tiene que caber.
Podremos comprar atracciones, servicios, tiendas, ampliaciones de terreno para nuestro parque, entradas adicionales o unas losetas que nos permiten recibir unos visitantes extras.
La idea con esto es ir construyendo nuestro parque de atracciones teniendo en cuenta que todo tiene que estar conectado a la entrada del parque (para esto las losetas que compremos tienen unos caminos que siempre deberemos conectar) y que tiene que caber en nuestro terreno.
Las atracciones son el motor del juego, cuando las compramos estas tienen una capacidad de visitantes que si la atendemos recibiremos ingresos por ello. Los servicios y tiendas son complementos para las atracciones.
La otra acción posible es pasar y al hacerlo lo que podemos hacer es coger uno de los autobuses de visitantes disponibles y llevarlos a nuestra entrada.
Estos visitantes son de diferentes colores y los iremos colocando en las atracciones correspondientes a su color, lo que nos generará una serie de ingresos, si no podemos colocar alguno se queda en la entrada.
Así iremos jugando hasta que llegue la última ronda en la que en vez de recibir ingresos recibiremos puntos de victoria por nuestros visitantes.
Al final de la partida tendremos una puntuación adicional en la que recibiremos puntos por los diferentes tipos de construcciones que tengamos en el parque y otros bonificadores.
Estética y componentes
Aquí tenéis un ferviente admirador de todo lo que hace Blue Orange con sus ediciones. Colores vivos, ilustraciones de dibujos animados, un inserto funcional y ciertos detalles en los componentes que le dan un plus que sienta bien.
Es en estos casos donde se nota cuando hay mimo y es que la entrada a nuestro parque de atracciones con dos torres en 3D y un cartel no es un elemento para nada necesario en el juego, pero le da un toque al juego que hace que vivas más alegre la temática y la partida.
Nada que objetar a un juego hecho con cariño.
Escalabilidad
Juego de competencia con mercado en el que siempre sentará mejor la participación de varios jugadores. Si bien es cierto que el equilibrio está más que balanceado para que funcione a cualquier número de jugadores, la lucha se genera cuando hay varios tiburones luchando por las atracciones y los puestos.
Además, la partida no se resiente en duración lo que lo hace un juego perfecto para 4 jugadores, que disfrutaremos algo menos a 3 y a 2, aunque funciona bien a todo su rango de jugadores.
Contexto
Blue Orange maneja muy muy bien el contexto de sus juegos. Familiares sencillos que podremos jugar con grandes y pequeños, siendo su explicación corta y muy fácil de entender.
Pero hay una cosa que siempre nos maravilla de esta editorial y es que sus juegos siempre tienen un puntillo más, que al jugador más experimentado le pica en su curiosidad y lo deja bien enganchado a una partida que perfectamente puede jugar con peques.
Conclusión
Hay algo especial en los juegos que incluyen como temática la construcción de un parque de atracciones, es posible que sea todo lo que representa eso de crear un sitio en el que todo está hecho para divertirse, grandes montañas rusas, norias, tiovivos…todo diversión.
Con Meeple Land y su aspecto visual ya entras con el pie derecho y es que toda la imagen del juego tiene un aspecto y un colorido que le dan un punto adicional al juego.
La idea del juego es bastante sencilla y entra dentro de las dinámicas que suele plantear la editorial, pocas reglas un gran aspecto y un punto de profundidad para que no se quede en un juego infantil.
Es aquí donde Blue Orange siempre nos suele cautivar con alguna de sus ideas, atrás quedan grandes juegos como Kingdomino o Blue Lagoon que son claros exponentes de la filosofía de la editorial.
Sin ser nada complejo y en una partida de apenas 45 minutos, manejamos un mercado común donde los jugadores lucharán por las diferentes posibilidades, una gestión de los visitantes y del timing que nos permite adelantarnos y coger los más interesantes y un elemento de colocación de losetas al estilo Carcassonne que nos obligará a una pequeña planificación y también gestión del terreno.
3 elementos que suponen un plus y que sin ser complicados de manejar si nos integran una toma de decisiones interesante.
Valoración Subjetiva
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