Un nuevo mundo ha surgido tras los desastres sucedidos y en él Las Tribus del Viento cobran un especial protagonismo. Hoy hablamos de este juego familiar que nos trae Tranjis Games.
Las Tribus del Viento, un mundo por recuperar
Ficha
Las Tribus del Viento
- Diseño Joachim Thôme
- Ilustración Vincent Dutrait
- Tranjis Games
- 2-5 Jugadores
- 40-90 minutos
- +14 años
¿De qué va?
En las Tribus del Viento, los jugadores tendrán que recuperar una zona arrasada por desastres que han dejado un mundo desolado, lleno de polución y en el que tendremos que trabajar con ahínco si queremos volver a hacerlo habitable.
Las Tribus del Viento no tiene una duración determinada por rondas sino que los jugadores irán realizando turnos hasta que uno de ellos construya todos los edificios que tiene en su zona de juego, en ese momento se iguala el número de turnos y el jugador con más puntos se alzara con la victoria.
La peculiaridad de este juego es que jugaremos con recursos físicos y con una serie de recursos virtuales que vienen marcados por las cartas que tenemos en nuestra mano y las que tienen nuestros rivales que estén situados a nuestro lado.
Para que esto suceda hay que explicar que unas de las acciones posibles y la que más veces repetirás es la de jugar una carta, la cual tendrá un efecto en función del color de las cartas que tenemos en nuestro mano y/o en función del color de las cartas de los rivales mencionados.
Esto tiene relación con que los colores de las cartas están asociados a los diferentes elementos de tierra, aire, fuego y agua.
Además, cada tipo de carta a su vez esta asociada con un tipo de acción con lo que si disponemos mas cartas de color rojo por ejemplo, la acción que mas podremos realizar es quitar polución de nuestro tablero.
Cada jugador realizará en su turno una acción de las siguientes posibilidades:
- Jugar una carta y resolver los efectos oportunos.
- Colocar un templo, el cual nos da un beneficio instantáneo.
- Construir un edificio, para ello tendremos que haber colocado antes la loseta oportuna en el tablero y llevado los jinetes voladores necesarios para la construcción. Además cuando construimos un edificio podremos coger una carta y elegir el beneficio instantáneo de la misma o una puntuación de final de partida.
Después de realizar su acción, el jugador repone su mano de cartas y continúa la partida.
Los beneficios de las cartas
Como comentamos anteriormente las cartas están asociadas a un elemento que a su vez determina qué acciones vamos a poder realizar con ellas:
Cartas de fuego, estas cartas nos permiten eliminar la polución del tablero. Esta polución bloquea espacios y además nos otorga puntos al final de partida si conseguimos eliminarla.
Cartas de agua, estas cartas nos permiten sobre todo obtener agua que es uno de los recursos físicos del juego.
Cartas de tierra, estas cartas nos permiten conseguir las losetas de construcción las cuales pagaremos con agua.
Cartas de aire, estas cartas nos permiten mover a los jinetes voladores, necesarios para la construcción de los edificios.
Además de todo esto, cada jugador comienza con una mano de cartas que si conseguimos cumplir los objetivos de nuestro tablero podremos desbloquear hasta 2 de ellas.
Estética y componentes
La mano de Vicent Dutrait en las ilustraciones dotan al juego de un aspecto visual muy llamativo. Un artista que siempre nos enamora con su trabajo y que como no podía ser de otra manera hacen que el juego resalte.
A nivel componentes, estamos hablando de una calidad media en la que sí que resaltan los templos y edificios además de las miniaturas de los jinetes voladores, todos ellos con un diseño personalizado.
Destacan los atriles que teniendo en cuenta como funciona el juego resultan realmente útiles y permiten ver los dorsos de las cartas.
Escalabilidad
Aunque Las Tribus del Viento permiten jugar hasta 5 jugadores no es un título que jugaría a más de 3 o 4 máximo.
Hay 2 rangos de jugadores que en la práctica funcionan bastante mal y no resultan cómodos:
A 2 jugadores se tienen que utilizar reglas especiales que no dejan de ser un apaño para llegar a ese rango.
A 5 jugadores y teniendo la tendencia que tiene el juego a ralentizarse por el movimiento del mercado y lo que pueden cambiar las jugadas hasta que llegue nuestro turno, hacen que la partida se alargue muchísimo sin aportar nada nuevo.
Para resumir, Las Tribus del Viento es un juego principalmente para 3 o máximo 4 jugadores.
Conclusiones
Pocas veces un juego me había producido sensaciones tan tremendamente encontradas entre sí dependiendo del rango de jugadores.
Las Tribus del Viento es un juego que está pensado como un título tipo Familiar Plus, es decir reglas relativamente sencillas pero un punto por encima de juegos más tradicionales como Carcassonne o Aventureros al Tren. En este caso nos vamos a un diseño que basa su atractivo en una mecánica de cartas que resuelve sus beneficios en función de nuestras propias cartas pero además también en función de las cartas de los otros jugadores.
Este elemento le añade un punto diferencial mucho más interactivo entre jugadores y que gana cierta gracia en cuanto sabes un poco como funcionan dichas cartas. No os preocupéis, no tienen nada complicado, hay 4 tipos de carta y cada una de ellas va enfocada a un tipo de acción o beneficio.
Este elemento añade ese puntillo interesante por el cual, debes saber un poco lo que van necesitando tus rivales para aprovecharte de ello y sacarle el máximo rendimiento a tus acciones.
Pero esta mecánica esconde elementos muy discordantes entre sí y es que aunque el rango de jugadores de Las Tribus del Viento es bastante amplio, la realidad es que el juego se encorseta si queremos disfrutarlo.
No es muy difícil adivinar que esta mecánica a 2 jugadores pierde mucho sentido y el problema es que la situación en mesa de los jugadores y como se puede ralentizar la partida hacen que a 5 sea una locura con muy poco sentido.
Salvado este gran escollo, nos encontramos un título que prácticamente jugaría siempre a 3 jugadores que es donde el juego resuelve bien y donde realmente la partida cobra naturalidad y fluye.
La interacción a 3 jugadores es firme y el timing de partida cobra sentido, vigilas a los demás mientras haces que tus acciones sean lo más potentes posibles. Además de todo esto y como es natural, una partida a 3 tiene una duración ajustada a la propuesta del juego.
Es una pena que esta mecánica, atractiva de inicio, encaje tanto el juego que prometía cosas bastante interesantes y que aunque las mantiene, hay que saber muy bien cuando funciona.
A partir de aquí, el juego ofrece una interesante asimetría en los mazos de cartas y tableros de jugador que permite dar cierta variabilidad a las partidas.
En definitiva, un título que debes saber manejar si no quieres que te frustre en las primeras partidas y acabe en un cajón, porque realmente cuando sabes dónde está su punto fuerte te dará un juego de carácter familiar con esa marcha más que te va a aportar sensaciones muy interesantes.
Valoración Subjetiva
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