Hoy me he levantado con fuerzas, con ganas de hacer un gran día y llevar a buen puerto un montón de cosas que tenía pensadas. Entre ellas, tocaba preparar 3 artículos para la web: una reseña y dos noticias.
Pero en un momento de la mañana mientras leía los grupos de telegram donde charlo sobre mis aficiones y donde la gran mayoría de las veces cometemos el error de no poner cara a los textos que leemos, algo me dio un vuelco al estómago y al corazón. Andrés, alguien con el que habré cruzado alguna palabra en un chat nos contaba que Isa, su pareja, nos había dejado.
Así que hoy, esos artículos que teníamos pensados tendrán que esperar, hoy con vuestro permiso, me gustaría tener una charla con Isa.
Permíteme que te tutee Isa, no teníamos el placer de conocernos y no voy a decir que ojalá lo hubiéramos hecho, la vida nos situó en sitios y momentos diferentes. Pero lo que si quiero hacer, es darte las gracias porque hoy sin saberlo me has hecho un gran favor y quiero darte las gracias por ello.
Hoy esta web es tuya y aunque se que todo lo que escriba aquí no servirá para que tu Andrés se sienta mejor, me alegraría saber que en algún momento cuando otras personas lean esto, pararán unos minutos a pensar y que como yo, sabrán agradecerte el favor que nos has hecho.
Gracias Isa por recordarme que la vida en general es un suspiro que muchas veces no disfrutamos todo lo que deberíamos, por recordarme que cada día debo disfrutarlo como si fuera el último.
Gracias por recordarme lo afortunado que soy por poder disfrutar de la familia y los amigos que me rodean, por tener y poder disfrutar de mis aficiones.
Sabes… A mi me encantan los juegos de mesa, son una de mis grandes pasiones y soy feliz por poder disfrutar de esto acompañado de muy buena gente. Soy feliz, porque mi afición me ha permitido conocer a gente maravillosa con la que he compartido grandes momentos y gracias a los cuales me he ido a la cama muchas veces con una sonrisa de oreja a oreja.
Gracias a esta afición he conocido gente de toda España y de muchas partes del mundo, gente que de otra manera nunca se hubieran cruzado en mi camino y que estoy seguro que sin ellas, mi vida no estaría siendo tan plena.
En algunos momentos, me he perdido en discusiones sobre cosas referentes a mi afición que no me hacen feliz y que hoy me parecen tonterías y momentos perdidos que podría haber aprovechado en otras cosas.
Hoy, tú me has recordado que no es tan importante si se retrasa la llegada de un juego de mesa, si hay errores detrás de la producción de un juego, si ese último juego no es tan bueno como yo pensaba. Hoy, tú me has recordado que me hace feliz jugar y escribir sobre lo que juego.
Sabes, soy una persona tremendamente afortunada porque mi querida Inés, al igual que tu con Andrés, comparte muchas de mis aficiones y que tengo grandes amigos gracias a esta afición.
Te prometo, que cada vez que note que me pierdo en tonterías, volveré a leer esto para recordarme a mí mismo qué voy a estar por aquí muy poco tiempo y que debo disfrutar de cada momento.
Es por todo esto que quería darte las gracias, gracias por todo y aunque se que nada podrá ayudar ahora a Andrés, espero que cuando volváis a encontraros tengáis vuestro rincón en el cielo para volver a disfrutar de vuestras aficiones, porque estoy completamente seguro que en ese inmenso cielo, los Ángeles tienen un lugar para jugar.