La reseña en casi todos los aspectos suele describirse como una explicación y crítica de un producto o servicio.
En el tema que nos atañe suena muy superficial lo del producto, porque nosotros lo tratamos como algo más pasional ¡Son nuestros queridos Juegos de mesa!
Pero aunque esto sea así, no hay que dejar de pensar que también son un producto que ofrece una serie de características y bienes al que lo compra y consume. La manzana nos alimenta, puede estar buena o mala, ser de mejor o peor calidad y ser más barata o más cara.
Hasta aquí todo parecido, pero nosotros le añadimos varios componentes afectivos, sociales y de creatividad que vuelven este sector algo más pasional.
Me decía un buen amigo mío que la buena reseña se ha perdido y que son pocos los que ahora reseñan por esta cultura de la inmediatez que no da tiempo a paladear como se debe un buen juego de mesa, puede ser esto o que simplemente el que reseña no le apetezca mucho jugarlo.
Como buena persona mayor que soy me gustan dos tipos de reseña, la que me lo cuentan de palabra dando su opinion y valoracion basada en experiencias personales, pero sobre todo la escrita, esta segunda es más reposada y pensada, como un libro da pie a que el que escribe pueda describir con el mimo que quiere que sensaciones le ha transmitido un juego.
En contra de la reseña escrita esta el que cada vez son menos los que se prodigan en ella, necesita de mucho más tiempo tanto para el que escribe como para el que lee y permite mucho menos esa inmediatez de ponerme delante de una cámara y soltar lo que pienso sobre la marcha, algo que también sirve para que la reseña de palabra tiende a ser más visceral.
Dicho todo esto, las reseñas son lo que son y sin entrar en el debate de la parcialidad del que escribe o de cuanto de sus gustos personales deben entrar en la reseña (esto da para otro artículo), hay una cosa especialmente clara, para reseñar hay que jugar y mucho.
La evolución de los juegos de mesa modernos ha sido tan vertiginosa que ha cogido a pie cambiado a muchos medios llegando a verse cambios de tendencias tan rápidos que a algunos casi le ha dado un soponcio o simplemente se ha desvanecido.
Pero en esta vorágine del consumo inmediato y rápido donde Tik Tok es un referente de lo que mucho público demanda, ha aparecido un elemento que no le hace ningún bien a nadie.
De un tiempo a esta parte oigo, veo y leo medios que empiezan a hablar sobre hacer un contenido más rápido y corto del que hacían habitualmente, escudándose en poder hacer mayor cantidad de contenido. Por otro lado, aparecen medios que directamente utilizan este tipo de contenido cómo su enseña, una forma de trabajar.
Está claro que cada uno puede hacer lo que quiera, pero en esta aparición de contenido ultra rápido veo cada vez con más asiduidad algo que se quiere denominar como reseña y no lo es.
Si como contenido me ofreces un párrafo con una ficha técnica y una descripción indicando elementos tremendamente obvios… “juego para toda la familia” “bonito” “divertido” etc. Entonces no me estás ofreciendo una reseña sino como mucho una pequeña descripción.
Está claro que cualquiera puede incluir en sus reseñas estas palabras o frases alimentadas de algo que explique porqué se llega a estas conclusiones, pero sí en todas y cada una de tus reseñas utilizas un párrafo, una ficha técnica y estas palabras, lo que pienso es que ni siquiera has jugado al juego.
No estoy utilizando este artículo como una crítica a este tipo de contenido, ni mucho menos, todo el mundo es libre de hacer lo que quiera y todos los contenidos son válidos porque para ello hay un público que los consume y disfruta. De hecho, la gracia de la comunicación y cómo evoluciona es precisamente ver cómo van cambiando las tendencias con los cambios de sociedad y como cada vez el contenido en comunicación es más rico y variado, algo que me vuelve loco y me apasiona.
PERO…. Dicho todo esto, disfrazarse de reseñador utilizando este contenido rápido como arma fácil para estar a la última con el último lanzamiento, es mentirle a quien te sigue.
Sacarse una foto con un juego, no es una reseña y hacer una breve descripción sobre un juego tampoco lo es.
Creerme, es tremendamente fácil descubrir si alguien que habla de un juego lo ha jugado siquiera y por desgracia empieza a ver un tipo de contenido basado en la construcción rápida que se nota con demasiada facilidad que quien lo expone apenas ha abierto la caja.
No quiero ser yo un paladín del reseñador, pero sí que pienso que cuando haces esto muy posiblemente ni siquiera seas un aficionado a los juegos de mesa y que solo estes por aqui por inflar tu ego y creer que x personas siguen tu cuenta “eres alguien”.
Te voy a contar una evidencia, este mundo de los juegos de mesa es tan terriblemente pequeño, que los mejores medios de comunicación de este sector no son capaces de competir con lo que en comunicación se llama micro influencers.
A ver, yo se que ha sido fácil llegar hasta aquí porque conseguir números que aparezcan en un mundo tan pequeño es muy fácil.
Si has llegado a leer estas palabras y te ha dolido, sospecho que estás en este cuestionable grupo de amantes del ego, poco te puedo decir salvo que no disfraces de reseña lo que no es y que si tienes algo de amor propio, por favor no sigas engañando a los que te siguen y puede que hasta incluso debas reflexionar sobre si te engañas a ti mismo.
Dice mi buen amigo Black Meeple que su prioridad sobre todas las cosas es jugar y cuando le sobra tiempo escribe o graba, esta máxima es algo que comparto al 100%.
Creo que si tú, que promulgas tu afición a los juegos de mesa modernos por cualquier medio (escrito, video o hablado), no compartes esta afirmación. Entonces es que realmente te mueve más tu pasión por alimentar tu ego que por jugar y por lo menos a mi, no me representas.
No te pido que juegues la cantidad de partidas que juego yo o que puede jugar el propio Black Meeple o referentes destacados como Mishi Geek o Imisut. No te estoy pidiendo que hagas eso, pero si te digo que si no juegas, estás comunicando una mentira y estas engañando al que te sigue.
Resumiendo y terminando lo que es evidente, haz y disfruta haciendo el contenido que quieras, la gracia de esta sociedad actual es precisamente poder tener esa libertad.
Pero, no engañes al que te ve con una falsa reseña adornada con palabras sin contenido, llamemos a las cosas por su nombre.