Hoy Gixmo nos trae la pequeña propuesta de Oink Games, Durian. Un juego encuadrado dentro de la linea de la editorial donde encontramos títulos en formato muy pequeño.
Durian, un mercado muy salvaje
Ficha
Durian
- Diseño Masato Uesugi
- Ilustración Hiroko Izumida
- Oink games
- 2-7 Jugadores
- 20 Minutos
- +7 años
Introducción
Si estas leyendo esto y estas pensando en el juego ese de tirar una monedita a la mesa para que caiga en un vaso y beber como marranos…. Ya tienes una edad, y no estas leyendo en el sitio equivocado.
Vamos con Durian, que es un juego de la editorial Oink games, esa editorial japonesa que hace jueguitos en unas cajas pequeñas muy chulas y que suelen ser sensación cada vez que se sacan a la mesa.
Estética y componentes
Pues Durian no es una excepción, antes de comentar el tema, ya que estamos, un breve comentario sobre los componentes. Para no defraudar, los componentes de Durian son buenos, y encima mucho metido en una caja pequeña. Las cartas están bien, sin sobresalir, y son gráficos cumplidores.
Trae unos pequeños atriles de madera para colocar las cartas, las fichitas de puntuación de buen cartón, y una campanita, que es el típico detalle que todo el mundo se va a entretener cuando se saca el juego.
¿De qué va?
Pues resulta que se ha montado un mercado en la selva, y el negocio esta regentado por tres monetes que manejan el cotarro. Para ello hay una demanda que hay que solventar, pero si nos pasamos, entonces es cuando vienen los problemas. Además, los monetes son bastante traviesos y, en alguna ocasión, puede que pongan todo patas arriba.
Dicho esto, Durian es un juego con unas reglas muy sencillas, de esos que vamos a poder explicar por aquí.
Empezaremos diciendo que las cartas vienen divididas a la mitad con dos tipos de frutas, a saber, uvas, plátanos, fresas y durian. Se va a repartir una a cada jugador, que va a colocar en su atril sin ver que es lo que pone. ¡Cierto! Las frutas vienen entre 1 y 3 en cada lado de la carta.
Estas cartas van a representar el stock que tenemos en nuestros almacenes.
Una vez hecho esto, y analizadas todas las cartas a ver que es lo que vas a hacer es cuando empezamos a jugar. En el turno de cada jugador solo tiene dos opciones, o bien saca una carta y la añade al mercado, o bien desconfía de las cantidades que hay en la demanda y en el stock.
Si el jugador saca una carta, solo tiene que colocarla en el centro de la mesa en la zona de mercado, pero, nota importante, solo uno de los dos lados es el que va a importar cuando se coloca. Por ejemplo, si sacamos una carta con 2 fresas y 1 uva, vamos a poner la carta de forma que solo las fresas o solo la uva se tengan en cuenta para el mercado.
Si el jugador cree que las frutas que hay en el mercado son mas que lo que tenemos en stock, entonces va a hacer sonar la campanita, vale puede decir que no se lo cree, pero habrá que justificar el componente, ¿no? Y en ese momento se va a comprobar si lo que pide la gente encaja con lo que hay en stock. Si lo que hay en medio de la mesa es menos que lo que hay en las cartas que tienen los jugadores, el que ha tocado la campana es el que pierde, si hay mas entonces es el que coloco la última carta.
El perdedor coge una ficha de penalización, que empieza en el 1 y va hasta el 7. Terminando la partida en cuanto alguien suma 7 puntos o más.
¿A que mola ver un juego de esos en los que solo pierde uno? Pues sí, aquí solo pierde uno y se le pude hacer mofa (pero en plan bien).
¿Pero, no habías dicho que los monetes pueden poner el mercado patas arriba? Pues sí, pueden hacerlo a través de 3 cartas de mono que tienen efectos diferentes.
Si las cartas se sacan cuando vamos a añadir una fruta al mercado, simplemente giraremos una de las cartas en el mercado haciendo que sea la otra parte la que ahora cuente para el mercado (¿recordáis las fresas y las uvas? Pues si antes contaban las fresas, ahora la uva).
Pero…si las cartas salen en el atril de un jugador, entonces una de ellas va a hacer que esa carta no valga nada, que los plátanos no se tengan en cuenta en el mercado, o que las cartas con 3 frutas sean ignoradas en el mercado, haciéndolo todo más divertido.
Conclusiones
Y esto es en lo que consiste Durian, así que vamos a decir que corremos el peligro de que se pueda hacer lento, si los jugadores se ponen a pensar mucho, si son unos siesos y no le dan vidilla al juego, la cosa puede resultar muy aburrida.
Sobre el numero de jugadores. El juego admite hasta 7 jugadores, hay que decir que, a mas jugadores más cartas habrá en el stock y más frutas se podrán sacar. Esto puede ayudar a lo anterior, pero, no ha quedado claro que es un juego que depende del grupo? Pues so.
Así que es un juego en el que es básico poner de tu parte, que cuando coges una carta para poner en el mercado disimules un poco, o que farolees con las cosas que estas haciendo (como si fuese la vida real). Con eso es un juego que he disfrutado cada una de las partidas que he jugado, y que, junto a su pequeño tamaño, hace que sea ya uno de los clásicos que meto en mi maleta.
Vamos a concluir con que Durian es un mentiroso vitaminado, en el que vas a tener que jugar cosas sin tener toda la información, que se juega en momentillo y que se va a disfrutar si el grupo está por la labor.
Valoración Subjetiva
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