Brick & Mortar es una propuesta de Octoraffe Games quien nos convierte en empresarios capaz de gestionar nuestra red de negocios y hacer que prospere.
Brick & Mortar, es el mercado amigos
Ficha
Brick & Mortar
- Autoría Nicholas J. McCollum
- Ilustración Tristam Rossin
- Octoraffe Games
- 2-4 Jugadores
- 60-120 minutos
- +12 años
Vamos a meternos en el jaleo de los negocios a pico y pala, aunque la traducción sería ladrillo y mortero, pero Brick and Mortar se refiere a esos negocios que están a pie de calle, como la frutería de barrio de toda la vida.
Y dicho el comentario gafapasta vamos con el juego.
Introducción
Brick and Mortar es un juego de estilo euro con una capa de juego económico que puede llevar a confusiones, pero no deja de ser un juego euro, con el tema muy bien metido, como se suele decir en estos casos, pero con mecánicas euro.
Estética y componentes
A nivel de componentes el juego está genial. Viene en una caja de tamaño bastante pequeño en el que te cuesta guardarlo todo, pero que coge a la perfección, el fallo de la caja es que no es cuadrada, sino que es ligeramente rectangular, y eso te puede volver loco en algún momento. Además, nos encontramos con buenas fichas de madera (si, las que representan las mercancías son cubitos, pero tampoco pidamos tanto). Cartas en dos tamaños, unas pequeñas para la demanda y otras más grandes para las tiendas, estas últimas representan diferentes tiendas y vienen muy bien hechas con un toque de cómic (si es que se dice así, que no estoy seguro). Lo que tenemos que resaltar es que viene preparado para power gamers y nos trae unas cartas con la distribución de las cartas de demanda y demás estadísticas que te va a preguntar ese tipo pesado que se sienta a que se lo expliques y está pensando en que va a ganar según le has dicho el título del juego.
¿De qué va?
Y, como decíamos, en Brick and Mortar nos metemos a gestionar nuestras tiendas, durante un número de rondas, que se representan en meses, vamos a adquirir y/o cerrar tiendas, suministrarles sus cosas, vender a la gente, pagar la luz y el agua y conseguir puntos de victoria.
Si, en este juego se buscan puntos de victoria, la partida se va a terminar en cuanto se llega a un mes determinado o a una cantidad de puntos de victoria, dependiendo del número de jugadores.
Las tiendas que vamos a adquirir, además de tener ese toque cómico y de cómic (vamos a tener la tienda de empeños de El Precio de la Historia, por ejemplo, o la tienda de electrónica típica que vemos en las películas) se van a corresponder a uno de cinco diferentes tipos, ya sea alimentación, ropa, electrónica, joyas y arte.
Según ese tipo de tienda, tendrá espacio para más o menos recursos, y podrá mantenerlos durante mas o menos tiempo, además algunas vienen con alguna habilidad extra que refleja ese tipo de tienda (una tienda de antigüedades venderá más caro los productos que lleven más tiempo, y, por tanto, sean más antiguos).
Luego que tengamos nuestras tiendas vamos a tener que conseguir recursos e intentar venderlos, estas dos fases, que van una detrás de la otra, se resuelven de una forma muy similar, y muy divertida, y genial, y es lo que mola del juego, y… bueno, ya ¿no?
Cada jugador va a tener siempre 5 cartas en la mano, estas cartas tienen representados siempre dos tipos de recursos. En secreto (si, tenemos una pantalla) se van a colocar dos cartas (mas avanzado el juego alguno podrá colocar 3) que las va a asignar a conseguir suministros en los almacenes y a lo que quiere la gente, teniendo total libertad de donde asignar cada carta, ya sean las dos a que haya más suministros disponibles, o que haya mayor demanda de algunos recursos. Así que, siempre vas a meter algún recurso que les venga bien a otros jugadores, nunca vas a estar contento con lo que tienes (hay alguna opción de cambiar cartas, pero no viene a cuento). Pero serán los jugadores los que decidan cuánto habrá disponible para rellenar sus tiendas, y cuánto se va a vender.
Una vez se han asignado las cartas, toca ir a rellenar (por cierto, las cartas que van a la demanda van a estar boca abajo hasta que llegue su fase).
Bien, vamos a rellenar nuestras tiendas.
Cogemos y añadimos cubitos en los almacenes de cada tipo según todas las cartas que se hayan jugado (puede que hayan sobrado de rondas anteriores, pero puede que no) y, haciendo cada recurso en orden, cada jugador va a decidir cuántos recursos compra, siempre que no se pase del máximo que pueda meter en sus tiendas.
Si hay cubitos para todos, no hay problema, pero ¿y si no hay para todos? Si no hay para todos empieza lo divertido, entre todo el material que tenemos un tablero con dos diales, uno para cantidad y otro para precio, así que, en secreto, todos los jugadores ponen a qué precio comprarían esos recursos (cada recurso tiene un precio mínimo), y el que decida comprar más alto será el primero en poder comprar, si no te llega, más dura es la vida.
¿A que te haces una idea de cómo funciona la venta? Pues sí, funciona de la misma forma. Una vez que se han cogido cubitos de todos los productos en juego le vamos a dar la vuelta a todas las cartas que se han puesto para demanda, y eso será lo que se pueda vender, no hay más gente que quiera de esos productos. Y volvemos a lo mismo, si hay más demanda que productos, no hay problema, todos venden, pero… ¿y si no hay?
Si no hay volvemos a coger el dial y repetimos el proceso, pero aquí hay una pequeña diferencia que le añade un punto genial al juego. Cada jugador decide cuántos productos va a vender y a qué precio (también hay un precio máximo por producto), y esos son los cubitos que mete en el camión.
Si consigue llegar a vender, perfecto, cobra el dinero al que puso, pero si cuando el camión llega no hay gente… tú sabrás a quien le has encargado que venda, porque esos cubitos no vuelven a casa, y encima te quedas sin dinero.
Con todo el dinero que hayas ganado, o no, vas a tener que pagar el mantenimiento de tus tiendas. Los productos se van a ir desgastando (dependiendo de las estanterías de tu tienda puede que se pierdan) y vas a tener que comprar puntos de victoria.
Los puntos de victoria en el juego se consiguen con algunas habilidades de tiendas, y también comprándolos, pero para comprarlos hay que sufrir, y aquí vais a empezar a sufrir, porque cuanto mas compres, mas vas a pagar (un punto cuesta 4, pero dos puntos cuestan 9).
Y así, si se llega al mes oportuno, o algún jugador ha llegado a los puntos adecuados, la partida se termina, se añaden unos puntos según las tiendas que tengas y te quitas los puntos de los préstamos (si, hay préstamos), y el que más tenga gana.
Así que, como se puede ver, el juego tiene esa capa de juego económico, con la oferta y la demanda, con el dinero, con los préstamos, pero nos estamos pegando por puntos de victoria, y será el que más tenga el que gane, y vamos a usar habilidades al más puro estilo euro, y el orden de turno es muy euro.
De hecho, este tema de las habilidades nos va a suceder el clásico pensamiento de que no está equilibrado en absoluto, que las habilidades que tienen los demás son mejores que las nuestras, al menos hasta que luego la tengamos nosotros y veamos que las de los demás siguen siendo mejores, no, todas las habilidades tienen su momento y su saber hacer.
Un breve comentario para hablar del idioma, el juego está en inglés, y las habilidades vienen explicadas en las tiendas, realmente con que un jugador sepa lo que dicen es suficiente, no es mucho texto y casi todo es visible. El único apunte sería en el draft inicial, donde vamos a tener cuatro tiendas en secreto y puede que tengamos que preguntar, pero tampoco es mayor problema.
Rejugabilidad y la escalabilidad
Como viene siendo de rigor, ahora toca la Rejugabilidad y la escalabilidad, pero voy a ser escueto en esta parte. Si, el juego es muy rejugable, no solo por las actitudes y acciones de los jugadores durante la partida, sino porque hay las cartas de demanda y oferta que salen en orden aleatorio, y las tiendas que también salen en orden aleatorio, así que la Rejugabilidad está más que garantizada.
Y sobre la escalabilidad, esta es buena, aunque yo prefiero jugarlo a cuatro jugadores, y acepto jugarlo a tres. Se ajusta el número de puntos necesarios o los meses que se van a jugar, además, los recursos disponibles y la demanda va a ser diferente, recordemos que esta la van a ir marcando los jugadores. Pero a dos jugadores puede que se quede algo corto, es divertido, y necesario que haya pelea en los diferentes recursos, si dejas a un jugador solo vendiendo arte, date por fastidiado, así que necesitas que haya más jugadores para que esa pelea se dé en todos los casos.
Conclusiones
Y de este punto resolvemos los comentarios de la interacción, si, la tiene, y mucha. Tienes interacción en la pelea por las tiendas, tienes interacción en la pelea por los diferentes recursos, solo te falta el poder pegar a otro jugador (bueno, esto lo puedes hacer, pero es violencia física). El enviar a un inspector de sanidad para cerrarle la frutería todavía no está contemplado en el juego.
Y no quiero terminar sin hablar del trato que recibió durante la campaña de Kickstarter, pocas veces he visto un trato tan bueno. No solo en la calidad del juego (tanto de juego como de componentes), sino en el trato general. El juego se envió cuando tuvimos la escalada de precios en los envíos, cuando las compañías empezaron a pedir más dinero porque el envío había subido mucho. La frase que recibimos los que nos metimos en este fue… por suerte he recaudado bastante dinero con el juego y me puedo permitir el envío, si queréis me lo podéis enviar, pero mejor enviabais ese dinero a una organización benéfica.
En resumen, Brick and Mortar es un euro de tinte económico que nos mete en la gestión de las tiendas a pie de calle en una pelea feroz por conseguir los recursos que necesitamos y por poder venderlos posteriormente a los clientes. Con unas reglas muy sencillas y una duración más que ajustada, tenemos una diversión asegurada en este tipo de juegos como pocos te van a poder dar.
Valoración Subjetiva
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