Bitoku, reseña by David

Bitoku juego de mesa

Bitoku nos presenta la leyenda de un gran Bosque Ancestral un lugar donde el Espíritu Protector cuida de todas las especies y que ahora se esconde bajo la tapa del juego editado por Devir Iberia.

Bitoku, un gran espíritu protector

Las fotos de esta reseña son cedidas por Doctor Meeple, web de referencia en el mundo lúdico que os animamos a visitar

Ficha

Bitoku

La Historia

Hace mucho, mucho tiempo existió un gran bosque ancestral, plagado de todo tipo de espíritus, animales y abundancia, un lugar idílico en donde no existía la presencia del hombre. 

El bosque estaba protegido por un gran espíritu que aseguraba el equilibrio y la paz. Cada cierto tiempo este gran espíritu debía marchar, trascender y desaparecer para siempre. 

Pero en su lugar siempre surgía un espíritu Bitoku que heredaba su labor como protector. En ese punto de transición se ubica el juego. Durante la partida, cada jugador deberá obtener el privilegio de convertirse en el sucesor y por ende, en el nuevo gran espíritu del bosque.

¿De qué va?

De un tiempo a esta parte Devir Iberia viene haciendo un trabajo de desarrollo y producción con sus juegos de producción propia que la colocan cada día más entre las editoriales más grandes del viejo continente.

La mano de David Esbri y su equipo se ha notado sobremanera y fruto de este trabajo nos encontramos los diseños de París La ciudad de la Luz, Red Cathedral, Polis y ahora este Bitoku.

Pero vamos a contaros que esconde el primer trabajo conjunto entre German Millan (Autor de juegos como Kingdom Defenders y Orb Hunters) y Devir Iberia.

Bitoku es un juego de corte eurogame que denota cierta profundidad en sus reglas, un concepto de manual diferente y más trabajado en cuanto a la explicación hacen parecer que estamos ante un juego de corte duro y esto no es así. No es que no haya profundidad en Bitoku, pero está más cerca de un término medio.

Bitoku es un juego de mesa que se basa en dos mecanismos principales, la gestión y uso de los dados juntos a la construcción de mano (como así la llama el propio German Millan).

Vamos a explicar primero cómo funcionan estas dos mecánicas de manera combinada y luego explicaremos el desarrollo del juego.

Cada jugador dispondrá de un tablero con 3 posiciones para sus 3 dados y una mano de cartas.

En cada uno de los turnos, el jugador activo va a poder ejecutar una acción de entre varias posibles y estas son las que vamos a explicar.

Los Dados

Los dados en Bitoku se utilizan como un trabajador el cual tiene una fuerza determinada por el valor del propio dado, empezaremos con dados de valor 1, 2 y 3 que se podrán modificar durante la partida, pero también en ciertas circunstancias también podrán bajar de valor. Muy importante, los dados son un marcador de valor, no se tiran nunca ni hay ningún elemento de azar que los condicione.

Las cartas

El uso de las mismas es principalmente utilizarlas para realizar la acción o recibir el beneficio indicado en ellas, además al final de cada ronda podremos eliminar una de las cartas jugadas durante la ronda y obtener un beneficio en puntos de victoria indicado en la parte baja de la carta.

Las acciones

En su turno el jugador activo, podrá realizar una de entre 4 acciones posibles:

Las acciones en el río

Cuando colocamos un lado en el inicio del río, lo haremos en una localización y ejecutaremos la acción en función del valor del dado, cuanto más alto es el valor del mismo mejor será la acción, adicionalmente siempre podremos activar un edificio de la localización adyacente, teniendo en cuenta que el edificio debe ser de un valor igual o inferior al valor del dado y que solo podremos activar únicamente un edificio.

Las localizaciones disponibles son:

Las acciones al atravesar el río

Cuando cruzamos el río con uno de nuestros dados tendremos que colocar el dado en la localización asociada a donde estábamos y posteriormente podremos realizar una de 3 acciones posibles (importante, cuando un jugador ejecute una de las acciones ya los demás no podrán repetirla tendrán que realizar una de las que quede disponible):

El Hogar del gran Espíritu

El otro lugar donde podremos ubicar los dados es el Hogar del gran Espíritu, que tiene diversas localizaciones con ciertos beneficios y que sobre todo se usa para subir nuestra posición en el orden de turno.

Secuencia de turno

Bitoku se juega a lo largo de 4 rondas divididas a su vez en las 4 estaciones, en cada una de las cuales seguiremos el siguiente patrón:

Bajo secuencia jugaremos durante las 4 rondas, hasta que llegue el final de partida, momento en el que recibiremos puntos adicionales por diferentes elementos y el jugador con más puntos de victoria habrá ganado la partida.



Estética y componentes

En este apartado vamos a reflexionar sobre dos aspectos del juego, uno totalmente positivo y otro más negativo.

Bitoku es posiblemente la edición de un juego de producción más cuidada hasta la fecha por parte de Devir Iberia. Cabe destacar varios elementos como la personalización de gran parte de los componentes a niveles muy detallados o el afán por rodear al juego de unas ilustraciones que ambientan el mundo que ha querido crear German.

Cualquier aficionado verá que la caja de Bitoku va llena hasta arriba y no deja prácticamente nada de espacio libre: cartas, recursos, meeples personalizados y demás elementos hacen que el juego tenga una producción superlativa.

Destacar el enorme trabajo hecho por Edu Valls para recrear un mundo que tiene personalidad propia y en el que Devir ya ha dicho en más de una ocasión que seguirá haciéndolo crecer. 

Como detalle, el mundo de Bitoku tiene su inicio en el otro juego de casa Silk y a partir de este se creará todo un universo, bendito sea.

Las ilustraciones son tremendamente bonitas en todos los aspectos del juego, desde el manual pasando por las cartas y terminando en el tablero que es una obra de arte colorido y visualmente impactante.

Detalles de producción como el hecho de que las adaptaciones a según qué rango de jugadores se inserten en el tablero dan fe del esmero de David Esbri.

En la parte negativa, la editorial ha sacrificado la claridad del tablero para llamar la atención con su aspecto. Una primera partida a Bitoku va a abrumar desde un principio no por su complejidad si no por lo recargado del tablero que da la impresión de que estamos viendo muchas más cosas de las que realmente hay y sobre todo, menos claras.

Es cierto, que en cuanto pasas un par de rondas te acostumbras y el juego gana en fluidez, no es nada traumático. Nos deja la pregunta que tendrá diferentes respuestas según a quién le preguntes ¿Prefieres un juego con menos algarabía en pro de una mayor funcionalidad o no te importa sacrificar un poco de fluidez inicial para tener un juego de aspecto imponente?

Como detalle, los marcadores que sirven para mejorar el valor de los dados son bastante extraños, nadie pensaría que su uso es ese hasta que lo ves en el manual, raro.

Escalabilidad

Hemos jugado partidas a Bitoku a 3 y 4 jugadores por lo que de momento no podemos valorar su funcionamiento a 2 ni en solitario, ya sabéis que en esta casa jugar solo no se prodiga, lo que sí podemos decir es que ampliaremos esta reseña en cuanto podamos probarlo a 2, hay muchas ganas.

Bitoku, es un juego lleno de detalles de interacción, el de mayor presente es cuando tenemos que colocar uno de nuestros dados en una de las localizaciones y tenemos que igualar o superar los dados de los rivales que están presentes en la localización.

Además, cada vez que cruzamos el río, luchamos por lo disponible en esa localización, en una carrera por llegar antes a lo que nos interesa. El río suele ser un elemento de lucha por las cartas más potentes y por lograr el set collection del camino, que siempre va muy ajustado.

Por otro lado, hay muchos pequeños detalles que parecen menores pero que hacen que estés el 100% de la partida pendiente de los demás jugadores.

Todos los elementos de compra son limitados en cada ronda, por lo que o andas espabilado o te quedas sin nada en cada ronda y ojo que suele pasar. Además la puntuación de los caminos es una lucha entre todos los jugadores en la que incluso podremos mover los marcadores de otro jugador.

Con todo esto, lo primero que se te viene a la cabeza es que esto es un juego para 4 jugadores, pero la realidad es que las sensaciones en partida nos dicen que hay un elemento de fluidez mayor en partidas a 3 que hace que lo disfrute más y esto sin perder ni un ápice de interacción.

No obstante, una partida a 3 jugadores no es mucho más rápida que a 4, por lo que la diferencia van a ser detalles. Nosotros elegimos a 3, pero cuando llegue a tu casa, cualquier posibilidad va a ser muy válida, muchísimas ganas de probarlo a 2.

Conclusiones

Llega el momento de meternos en harina con Bitoku y hablar de nuestras impresiones del juego, en esta ocasión queremos destacar que esta primera reseña es tras 4 partidas jugadas a 3 y 4 jugadores. En cuanto volvamos a tener el juego en nuestras manos y podamos darle más partidas (entre otras cosas a 2 jugadores) ampliaremos la reseña con más detalles.

De entrada no es nada arriesgado decir que German Millan ha alcanzado la madurez como diseñador con este Bitoku, tras varios títulos en su haber entre los que destaca Kingdom Defenders como el juego más potente es con este diseño con el que vemos realmente su potencial y donde ya le podemos colgar la etiqueta de “Diseñador a seguir”.

Bitoku, utiliza elementos reconocibles como la gestión de dados o cartas pero utilizando un giro original que lo hace reconocible. La carta de presentación es esta doble mecánica de creación de mano junto al uso de los dados como trabajador para realizar acciones potenciadas.

¿Funciona? Sin duda, German se ha sacado un as de la manga con algo que fluye bien y no se encasquilla pero que obliga a pensar en muchos posibles caminos hacia distintas metas.

Es cierto que dominar Bitoku va a requerir que tus dados estén suficientemente potenciados desde la primera ronda y que sea un ejercicio de mantenimiento que permanezcan en valores altos, mucho de tu juego va a depender de ello. Cada acción con los dados va determinada por su potencia y no puedes permitirte ir cojo durante la partida, tres de tus acciones dependen de esto y estas acciones además son las más importantes del juego.

Además, la colocación de los dados y su fuerza sirve como escollo a salvar para los rivales ya que deben como mínimo igualar tu valor, un dolor de muelas que te perseguirá durante toda la partida.

El uso de las cartas en Bitoku, va por detrás de los dados pero no es un elemento secundario y aunque no llega a la importancia de los primeros si aporta cosas importantes. La idea es que el juego te permite ir un poco más libre con las cartas, pero eso solo te va a pasar en la primera partida, en cuanto veas que tus rivales compran una carta que le permite realizar una acción casi tan potente como la de un dado, es cuando comenzarán tus problemas. Además, las cartas iniciales te otorgan una puntuación muy residual cuando las quemas, en cambio las que vas adquiriendo pueden multiplicar hasta por 4 los puntos que dan las iniciales.

Fácil, compra carta todos los turnos y listo, pues no. Atravesar el río es la única manera de lograr cartas, pero también es la única manera de lograr cartas para hacer crecer el camino de tu tablero, un camino que puede darte en torno a 30 puntos si lo has trabajado bien, no es para olvidarse de él.

Como ves, Bitoku no ahoga pero si aprieta, no mete elementos de presión negativa, pero si te dice todo el rato que o estás a tope o te vas a quedar atrás.

Como habéis visto en la explicación del juego, la puntuación de Bitoku viene de diferentes elementos y de todos ellos sólo unos pocos van a darte el grueso de tu puntuación, no es un juego de camino uniforme, más bien todo lo contrario y es que tendrás que elegir unos pocos caminos para lograr puntuación y potenciarlos al máximo.

Tras varias partidas, las rocas se nos han quedado un poco descafeinadas pero es cierto que nos un elemento que vayas a buscar con acciones principales y que seguramente te servirá como puntuación adicional, no vayas a buscar tu puntuación fuerte aquí porque no compensa el esfuerzo.

Ocupando una parte grande del tablero se nos queda muy desangelado el Hogar del gran Espíritu apenas se utiliza y aunque es más que interesante ir el primero en el turno, no es suficientemente atractivo como para que te invite a ir, siempre priorizar más el buscar formas de desbloquear tus dados primero que el ir a esas localizaciones. Una pena que se quede como un valor residual en el juego y es que estamos hablando de que es una acción mucho menos potente y que para más inri te impide cruzar el río con ese dado, perdiendo una acción.

Hay dos elementos que te invitan a explorar el juego durante más partidas y que cada vez que juegas te dejan con la sensación de que hay más capas que arañar. El primero de ellos es las diferentes puntuaciones fuertes que tiene el juego, cada partida las circunstancias te harán potenciar unos caminos que variarán en las diferentes partidas.

La otra, son las cartas y es que no estamos ante un deckbuilding, como bien explica el autor es más bien un constructor de mano y esto hace que veas muy pocas cartas en cada partida.

En cuanto a los mercados al principio da la sensación de que hay tantos que nunca vas a ir apurado, pero los elementos de los mercados vuelan y claro no llegas a todos, tendrás que priorizar elecciones a costa de sacrificar otras que no te darán cosas mejores ni peores, solo diferentes y eso siempre te meterá en la encrucijada.

Vamos resumiendo que nos cierran el club y nos va a tocar fregar los platos, Devir y German Millan nos traen un diseño para competir entre los más grandes, en el momento de esta reseña será uno de los juegos que compita de igual a igual por ser uno de los grandes triunfadores de Essen 2021, a nosotros visto lo visto hasta la fecha nos parece que es el favorito.

Serán los detalles los que marquen si es el campeón, pero lo que sí está claro es que Bitoku es un juego para mucho tiempo.

Valoración Subjetiva

Bitoku juego de mesa
BITOKU
CONCLUSIÓN FINAL
Bitoku se une al elenco de grandes estrellas que ha consagrado Devir, si habláramos de un grupo de música estaríamos posiblemente ante el cantante en una banda que tiene nada más y nada menos que a Polis a la batería, Red Cathedral a la guitarra y París al bajo. Un juego que te gustara desde la primera partida y que crecerá tras cada canción convirtiéndose en uno de esos discos que siempre te apetecerá oír.
MECÁNICAS
90
ESCALABILIDAD
87
ESTÉTICA Y COMPONENTES
85
REJUGABILIDAD
90
Nota de lectores32 Votos
60
PROS
Una producción bestial que pone a Devir en lo más alto, a destacar el detalle de los tableros insertables.
La doble mecánica de dados y cartas, diferencial con respecto a muchos otros juegos.
La sensación tras cada partida de que te queda mucho por explorar.
CONTRAS
Un tablero recargado que abruma en la primera partida.
Los marcadores que sirven para cambiar el valor de los dados tienen un diseño que no es nada intuitivo.
El Hogar del gran Espíritu es una localización desvirtuada con respecto a las demas.
88

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